Inconsciente

Raíces

Corellia era cosmopolita. Una ciudad llena de gente de diferentes razas, que Rey jamás había visto, caminaban por entre los edificios comerciales, con locales de todo tipo.

Todo eso podía ver desde la ventana de la habitación del departamento en el que estaban. "Herencia de Han Solo" le dijo Ben. El lugar era pequeño, pero acogedor. Un comedor y cocina, una mesa con varias sillas, una cama amplia y un baño. Un lugar ideal para un soltero.

- ¿Por qué tu padre tenía este lugar escondido de Leia? -Preguntó Rey curiosa- Acaso él la... -No terminó la frase.

-Nunca la engañó y la amó todo el tiempo que estuvieron juntos en el mismo lugar o separados -Respondió Ben- Lo comprobé cuando lo maté.

Intentó sonar frío, pero ese recuerdo lo había marcado de por vida y lo hacía encogerse terriblemente. Debía aprender a vivir con ese error, porque al fin comprendía que lo era. Error por creer que sería llevado totalmente al lado oscuro al matar sus raíces, el legado de su padre en él seguía intacto y lo supo cuando no fue capaz de matar a su madre.

Ella siguió mirando por la ventana, sin poder ignorar la sensación de dolor que florecía en el pecho de Ben. A través del reflejo lo podía ver sentado con las manos alrededor de su cabeza gacha.

- ¿Cómo supiste la clave de acceso? -Preguntó Rey sin maldad.

-Es la fecha de mi nacimiento... Solo recordé...

-Y este, Ben, es nuestro lugar secreto, mamá no se debe enterar nunca -Dijo Han marcando la clave en la puerta.

- ¿Me dirás cuál es la contraseña papá? -Preguntó el pequeño Ben.

-Por supuesto, fue el día más feliz... bueno el segundo, el primero fue cuando tu madre me aceptó como esposo... -Suspiró Han.

- ¿Y cual es ese segundo momento papá?

-Cuando tú naciste -Respondió Han con una sonrisa despeinando su cabello, al instante la puerta se abrió- Aquí estamos Benny, nuestro secreto.

El dolor del recuerdo lo invadió y las lágrimas se hicieron presentes. Cubrió inútilmente su cara con sus manos, intentando detener el torrente que se formaba por su rostro. Su cara se deformó con el llanto. Rey se le acercó e intento abrazarlo, pero la cara de Ben quedaba en su estómago, ella trató de sentarse y él no se lo permitió. La abrazó y se quedó allí, apoyando la cabeza donde estaban los gemelos.

La sensación de serenidad y calma que les enviaban los pequeños seres que habitaban la barriga de Rey, los hicieron volver a la realidad. Ben se alejó de Rey y se levantó. Seguía triste y dolido, sin embargo, tranquilo. Se quedó de espaldas a Rey.

-Sé que amabas a tu padre y nunca creíste realmente que era patético y débil... Lo admirabas, incluso querías ser como él...

-Creí... Snoke me hizo creer realmente que sería mejor para mi que acabara con todo lo que me recordase esa vida pasada, que de cierta forma me vengaría de mis padres por alejarme de ellos... Y no, todo fue su culpa, su persecución, el estar en mi mente a veces por días ¿Sabes lo que es tener la voz de alguien en tu cabeza todo el día? Diciéndote que no sirves, que si no estás en el lado oscuro jamás demostrarías tu poder... Que el legado de Vader era poderoso en mi y que solo así sería alguien...

-Ben...

-Tarde comprendí... Que yo si era alguien... No solo el legado de Vader, ni el de mis padres... Yo tenía que hacer mi futuro y crear mi propio camino...

-Aun puedes hacerlo Ben -Dijo Rey abrazándolo por detrás- Incluso puedo acompañarte en ese camino...

- ¿En serio querrías estar por siempre con el asesino que soy? -Ben se giró quedando frente a ella.