Capitulo 4

33 4 1
                                    

Juliana en el multimedia

Becca, becca despierta — mi padre ordena

Me arropo aún más — Cinco minutos más.

—Llegaras tarde a la universidad hija.

—Tengo la primera hora libre — abrazo a mi almohada

—Entonces podemos hablar.

Inmediatamente me espabilo, quito mi sabana para verlo sentado en la esquina de mi cama. —¿No estás apurado?

—No, tengo la mañana desocupada — se levanta para salir de mi habitación — te espero para desayunar pequeña saltamontes.

En cuanto sale me dirijo rápidamente al baño hacer mis necesidades matutinas. Olvidé completamente quitarme la ropa.

20 minutos después y ya me encontraba aseada. Rebusco en mi armario  algo decente que ponerme recordando el incidente con Manuel, está vez me vestiría algo más sencillo

Un simple jeans ajustado junto con un suéter vinotinto y mis cómodas vans, recojo mi cabello en una coleta, retoco un poco mi maquillaje para luego agarrar todas mis pertenencias y salir a desayunar.

Llego al comedor y encuentro a mi padre tomando café mientras lee las noticias en su tablet, como estoy acostumbrada a verlo todas las mañanas.

—Buenos días — digo en cuanto tomo mi lugar en el comedor.

—Buenos días mi niña — me saluda nana dejando frente a mi el desayuno

—Gracias nana — dicho esto ella deja el desayuno de mi padre y se retira, dejándonos solos. — entonces papá, cuéntame — comienzo hablar luego de tragar el primer bocado.

Ríe por lo bajo al ver mi interés — ¿Que quieres saber?

Esto es incomodo. Me había preparado para esto, sabía lo que iba a preguntarle y ahora me siento ansiosa, nerviosa.

—Retomaré la pregunta que dejé la última vez que hablamos— me tomo unos segundos y luego hablo— ¿Porqué?

—Hija... — en cuanto le escucho atenta lo próximo que va a decirme, su celular suena interrumpiéndonos. Pongo los ojos en blanco— Estoy ocupado ahora – dice al momento de contestar, yo continúo desayunando — ¿no puedes resolver ese problema hasta que yo llegue?... Me estás causando dolores de cabeza... No me importa, resuelve tu asunto. —calla un par de segundos y vuelve hablar— González, hazlo o no te tomes la molestia de aparecer por mi empresa. — cuelga soltando un bufido.

—¿Que ocurre papá? Desde ayer estás todo tenso.

—Un socio incompetente, pareciera que no supiera lo que hace y me está causando problemas.

—¿Que clase de problemas?

—Corrupción — papá odia eso

—¿Y que harás? — pregunto preocupada

—Esperar su momento hija. Al final todos caen solos, por lo menos en mi empresa es así. Pero bueno, hablemos de algo más importante.

—Podemos hablarlo en otro momento, si quieres.

—¿Tu quieres? —pregunta sorprendido

—No pero si necesitas ir a trabajar, puedo esperar a la noche.

—Me parece bien pequeña saltamontes. — se levanta de su lugar y se acerca a mi abrazarme. — nos vemos más tarde.

Lo veo alejarse — Cuídate padre.

Cuando se trata de algo así delicado dentro de su lugar de trabajo, papá se frustra, se pone de malas y no es un señor joven, tiene sus años y aunque no tiene problemas de salud, sus niveles de estrés a veces son tan altos que pienso que tiene que tomarse un descanso

[...]

—¿Como te fue ayer en tus clases? — pregunta Juliana una vez que me siento a su lado.

—Hola. ¿Cómo estás? Yo bien gracias. — respondo sarcástica haciendo que ella ponga sus ojos en blanco.

—Se que estás bien y tú sabes que estoy bien. Es suficiente ¿no?

—Como quieras. — contesto desinteresada

—Doña amargada, por tu carácter ya sé que no te fue bien en esas prácticas.

—Me fue excelente, fíjate. — digo con orgullo

—¿Berenice no te insultó? — niego — quiere decir que no dejarás de asistir. — vuelvo a negar, ella suelta un bufido — ¿Hablaste con tu papá?

—No pudimos conversarlo del todo, tiene pequeños inconvenientes en el trabajo. Pero en cualquier momento lo hablaremos

—¿Porque no vas a la raíz del problema? 

—¿Hablar directamente con Berenice? — ella asiente — No, quiero hablarlo con papá primero.

—De acuerdo. ¿Iras hoy?

—Si, por supuesto.

Buen día jóvenes — entra el profesor, Juliana y yo tomamos nuestros respectivos lugares como todos los demás — iniciemos la clase con un examen en pareja

—Nos pon...

—Becca — volteo a ver a la persona que me interrumpe, Manuel — ¿Hacemos pareja?

Mi corazón se acelera

Sonrío como boba pero luego recuerdo el incidente y mi expresión cambia — Tengo pareja.

—¿Quien, Juliana? — señala a la mencionada haciendo que yo lleve mi vista viéndola hacer pareja con Natasha. Perra — ¿Entonces?

Resoplo resignada — De acuerdo.

Una vez todos escogimos nuestras parejas el profesor empezó a repartirnos nuestro examen.

Era fácil.

Tomo unas cuantas preguntas de redacción y le dejo otras a Manuel mientras hago lo que me corresponde.

El también hace lo mismo y eso está bien para mí. Pero no dejo de preguntarme el porqué de su repentino interés de acercarse a mi

—Quería pedirte una disculpa — me susurra cerca produciendo que detenga mi escritura, no me atrevo a mirarlo, únicamente sigo observando lo que estoy haciendo pero por el rabillo del ojo puedo detallar que me está viendo. — Fui muy groser...

Ya pasó — lo detengo hablando en tono bajo para que no nos escuchen . — Continúa con tu parte.

Estabas muy hermosa ayer, al igual que hoy — vuelve a susurrarme provocándome un torbellino de emociones, me estremezco, me pongo nerviosa pero sin que él lo note.

Esto es muy extraño.

Nadie cambia de la noche a la mañana

Y por muy ensimismada que me sienta por cómo se comporta, no puedo evitar decirme que esto es muy extraño.

Atrapada entre ellos. #BJAwards18 #CarrotAwards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora