Purple

Parte 4.-

Hay otras cosas que también duelen. 

La primera vez que se vieron, Jungkook lloraba, quedo y bajito... para que nadie lo supiera.

Lloraba porque era sólo un niño y se había caído del columpio rojo que adornaba el parque en la esquina final de su calle. Jungkook llevaba el cabello negro alborotado y más que sentir dolor, lloraba porque su hermano le había ganado en una tonta competencia por ver cuál llegaba más alto. Desde siempre siendo un mal perdedor y a lo largo de los años lo había visto entrar en las cosas más estúpidas sólo por ganar.

Pero ahora, a pesar del reto implícito de toda la situación, Jungkook no se mueve y es Jimin quien se acerca a ellos, dejando al menor tras él. Hay una imagen protectora en aquello y eso le produce malestar, ¿desde cuándo su mejor amigo cuidaba tanto de Jungkook? ¿Desde cuándo era otro y no él, quien se ponía en medio del menor y los problemas?

Taehyung sentía que todo a su alrededor se detenía por fragmentos de segundo tan sólo pensando en eso y Jungkook permanecía con sus ojos volviéndose un muro frío que no le dejaba ver nada en el menor, que interponía una distancia insalvable entre los dos cuando, por casi toda una vida, ni siquiera una partícula de aire había podido meterse entre los dos.

.- ¿Has dicho que Jungkook te golpeó? – vuelve a preguntar Jimin - ¿De verdad has dicho que él te ha golpeado?

La pregunta le trae de regreso al lugar y momento en el que están, en donde un pequeño círculo de estudiantes comienza a rodearles para ver como Taehyung se aferra al cuerpo tembloroso de su novio y recibe la mirada de desprecio de Jeon Jungkook.

.- Y-yo...

.- ¿Te has escuchado siquiera, Taehyung? – la voz de Jimin suena decepcionada, tanto como su rostro consternado lo expresa también - ¿Estás acusando a Jungkook... Kookie, de herirte? ¿Siquiera tú te crees eso?

Quiere decir que no, que es simplemente miedo a que Joon Seok vuelva a enojarse y que esta vez no sólo se las cobre de forma física, sino que le deje. Que le deje definitivamente y Taehyung se quede completamente solo, aterrado de no poder ser amado por nadie porque es tan poca cosa que no merece más que las migajas de Joon Seok.

Porque él otro le ha hecho feliz... le ha sacado sonrisas y risas en tardes enteras donde sólo han sido ellos dos, que todas esas risas han sido casi tantas como las lágrimas de dolor que ha derramado por algún golpe accidental o alguna palabra hiriente producto del enojo.

Y él ha comenzado a creer que aquel dolor es el pago que debe dar para poder ser amado.

.- Él...

Jimin sacude la cabeza, negándose a mirarlo mientras se cruza de brazos: .- Pensé que algún día despertarías de tu pesadilla, pero... acusar a Kookie...

.- Déjalo, Jimin hyung – habla al fin Jungkook, su cuerpo se ha encogido ligeramente, pero aún mantiene aquel gesto de profundo desprecio – Sí él dice que yo lo golpee, yo puedo decir que lo volvería a hacer sí es necesario.

.- ¡Alguien llame a algún guardia de seguridad! ¡Lo han escuchado, ha dicho que ha golpeado a mi novio! ¡Jeon ha sido un animal! – Joon Seok se zafa de su agarre y señala con profunda rabia a Jungkook, que ni se inmuta al ver su rostro hinchado y enrojecido producto de todo el enoje que bulle de él – Ha golpeado a Taehyung como una bestia sólo porque es un niñato que está celoso.

Son sólo esas palabras las que provocan que Jungkook se enderece y avance sólo unos pasos antes de que el brazo de Jimin le detenga justo tras su espalda: .- ¿Qué has dicho, maldito imbécil?