Un Pasado Destruye Un Presente...

La necesidad da para todo...

Y de momento me inundo en la tristeza. Pareciera que la soledad me susurra al oído que es mi mejor compañía. Quisiera que llegara alguien... Alguien que me diga que nunca más me voy a a sentir solo, que todo va a estar bien, que siempre va a estar ahí conmigo sin importar nada... ¿ Qué clase de ritual se tiene que hacer para ganar un poquito de felicidad?

8:10 am
Vibra mi teléfono.
Mensaje de Taylor.

+Hola Oliver. Buen día! ¿A qué hora nos vemos?
- Buen día Taylor. ¿ A las 2 pm te parece bien?
+Perfecto!

Este será un gran día!
Me levanto de la cama y me arrimo a la ventana, es una linda mañana y los pájaros con su melodioso cantar hacen vibrar mi tímpano. Mariposas de todos colores vuelan por todos lados como si fueran dueñas del mundo, cada una de ellas es como una pequeña obra de arte y representan tanta libertar... Por lo menos para mí.

Después de darme un buen baño bajo a la cocina por algo de comer. Mi padre se encuentra como siempre tirado en ese bendito sofá. Hace mucho tiempo que no hablamos como lo haría normalmente un padre y un hijo... Y en realidad es duro, muy duro, tener que crecer solo sin un padre y una madre que esté allí apoyándote y dándote consejos, porque debo afirmar que aunque mi "padre" esté aquí, es como si no estuviera, nunca me ha dado ese calor que cualquier hijo se merece. Aunque esto en cierto punto me ha ayudado a enfrentar el mundo solo sin ningún apego y a darme cuenta que nada, absolutamente nada en esta vida es fácil. Cada vez que me habla es para renegar o para recordarme que soy un bueno para nada. Pero bueno... Esta es la vida que me ha tocado llevar, y es que aún si elegiríamos donde nacer no creo que seríamos del todo felices. Siempre va a ver algo o alguien que nos haga falta...

Después de esperar toda una mañana por fin llegó la hora, decidí salir media hora antes de las 2 para estar ahí para cuándo Taylor llegue. Compré algunas bebidas y unas frutas para comer mientras conversamos y bueno si apetece otra cosa más la conseguimos en el parque.

Y allí viene ella, la diosa griega, pasa por la cera, el viento mueve su melena, los rayos del sol su cuerpo queman, más sin embargo ella se muestra serena, la observo y pienso, ahí viene mi nena. Camina y camina, tiembla todo al pasar, fácil de verla, pero no de contemplar, con cada paso que da, a mí se acerca más, y con una admirable sonrisa  a mi me ha de mirar, que corra guatapurí, que suene el río cesar, y con un estrechón de mano a mi me viene a saludar.

+ Hola Oliver, es un gusto verte de nuevo.
- Hola Taylor, el gusto es mío. ¡Estás hermosa como siempre!
+ Gracias Oliver!

Esto parece un día de campo.

- Empecemos, conozcamonos más ¿Te parece?
+ ¡Está bien!
- Entonces una pregunta tú y una yo. Empiezo... ¿Qué es lo que más te gusta de una persona?
+ Pues la verdad que sea sincera y que no le de miedo de mostrar su personalidad tal y como es.
- Vaya me encanta eso. Sí, así debe ser. Ahora sigues tú.
+Bien. ¿Qué es lo que más te apasiona?
- Pues la verdad tocar la guitarra, me gusta más que cualquier otra cosa. Es como si cada cuerda contará una historia diferente. Y a tí ¿Qué te apasiona Taylor?
+Pues me gusta escribir ya sabes, historia, romances y esas cosas, pero tuve que dedicarme a algo diferente. Me hubiese gustado ser bailarina de ballet... Un sueño frustrado.
- ¿Y porqué frustrado? Tienes 17 años, tienes una vida por delante... ¿Y a qué te dedicas ahora?
+¿Puedo tomar una manzana?
- jaja puedes tomar las que quieras, para eso las traje.
+¡Está bien! ¿Y como te va en tu trabajo?
- Pues todo muy bien. Hay días más pesados que otros y así pero la verdad es que me siento muy agusto con mi trabajo. ¿Y tú en qué trabajas?
+¿Qué hay de la chica rubia?
- Supongo que ha de estar bien. Oye... sé que no me incumbe en lo más mínimo, ni es obligación que me respondas pero cada vez que hablamos sobre tu trabajo siento que me esquivas ¿Acaso te lo prohíbe tú jefe?

Y un momento de silencio se apodera de la conversación...

- No, nada de eso Oliver, este... Es que trabajo en una empresa diplomática y tenemos prohibido dar información sobre la empresa o empleados a personal no autorizado, es por la seguridad de nosotros mismos, pero tranquilo, más adelante te contaré cómo es la rutina allí.
- vaya! No me quiero ni imaginar. ¿ Es muy pesado?
- Pues la verdad todo va a girar entorno a tu estado de ánimo, si estás de buena, te irá de buenas, pero si estás de malas... Creerás que es una tortura.
- Vaya entiendo! No quisiera trabajar en una empresa diplomática... Ambos soltamos una pequeña carcajada.
- La necesidad da para todo. - Dijo Taylor
- De eso estoy completamente seguro. Dije.