Capitulo 16.

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Al escuchar a Gemma, mi primer impulsó es separarme de Harry. Él se quedó inmóvil, mirándome incrédulo cuando despegue mis labios de los suyos rapidamente. El pecho le subía y bajaba como si hubiera corrido a gran velocidad durante mucho rato. Estaba pálido, excepto por dos manchas de color en las mejillas.

-Dios del cielo-volvió a hablar Gemma en el mismo tono divertido-. ¿Qué ha sido eso?

Sentí como me sonrojaba violentamente. La cabeza me daba vueltas; me sentía como si hubiera estado en un lugar cálido y seguro, y de repente me hubieran arrojado a la oscuridad fría y vacía. Y ahora no solo estaba confundida sino también desconcertada.

- Nn-o es lo.. lo que piensas-respondí atropelladamente.

-Por supuesto que es lo que pienso.

-Enserió que no.

-Se gustan y no son novios, se gustan y no son novios...-empezó a cantar mientras brincaba alrededor de nosotros.

¿Eh dicho lo putamente inquieta y entrometida que es Gemma?

-Vamos, Gemma. Para el rollo-la voz de Harry, débil y ronca, hizo que sintiera un ramalazo de electricidad por todo el cuerpo.

-¡Es que tan solo fui por un par de cucharas y ya le estabas metiendo la lengua en la garganta a mi amiga!-gritó Gemma.

-¿Puedes bajar la voz?-le dije entornando los ojos.

-¡Oh claro que no! Si dios, ¡se estaban comiendo!

Bajé la mirada avergonzada.

-¿Nos das un par de minutos más para hablar?-le preguntó Harry.

-Pff... estaba por empezar a incomodarlos con mis preguntas-gruño Gemma. Luego para mi deleite, volvió a la casa y cerró la puerta detrás de ella.

-Lo siento-susurró Harry, sin perder el tiempo.

Levanté la barbilla y lo mire fijamente.

-¿Sientes haberme besado?-respondí fríamente.

Y ahí está. Volvió el tono cortante en mi voz. Estoy tratando de hacerme la fuerte frente a él, no quiero que piense que tengo en este mismo instante problemas emocionales, y preguntas confusas en mi mente.

«Nunca nadie menciono que hacerse la fuerte te destruía el doble. »

-Sí, perdón. Fue un impulso.

-¿Sabes que estoy pensando ahora mismo?- pregunté abrazándome a misma, más para darme seguridad que por el frio.

-No. ¿Qué piensas?

-Que me besaste porque querías revivir la imagen de Meredith en mí.

Espero su reacción, pero su rostro está en blanco y sin expresión alguna. Siento unas tremendas ganas de llorar pero me las trago porque estoy harta de sentirme débil frente a los demás.

-¿Es verdad lo que dije no es así?-dije rápidamente.

Demonios, claro que es así.

Su silencio lo delata. No habla y ahora está evitando mi mirada. Sus ojos verdes reflejan una infinita tristeza, pero eso no me detiene. Porque yo ya lo sabía. Él tiene problemas con el mismo, y yo tengo los míos conmigo misma. Jamás funcionaria lo nuestro.

«Joder... ¡Le recuerdo a su ex novia muerta! »

-¡No soy Meredith!-le doy un leve empujón en el pecho-, ¿Por qué si sabes que me estoy pudriendo en mis inseguridades me haces esto? ¿No se supone que me ayudarías?

Mi vida en la soledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora