Capitulo 17. "Eres rara seremos amigas."

549 18 0
                                    

Mi habitación estaba iluminada por el pálido resplandor del amanecer, y yo me hallaba tendida en la cama, demasiada agotada para levantarme, demasiada agotada incluso para ir al Kingston.

La noche de ayer, había sido un torbellino de emociones, y estaba tan cansada que no había podido dormir en toda la noche.

Me di media vuelta y hundí el rostro en la almohada. Disfrute de varios segundos de silencio, sin pensamientos suicidas, sin signos de depresión alguna... hasta que mi madre entro a mi habitación y encendió la luz. Con un gemido, me puse boca arriba tapándome los doloridos ojos.

-Levántate, señorita. ¿Piensas dormir todo el día? Son más de las siete de la mañana, tienes que ir al instituto.

-¿Mas de las siete? ¿De la mañana?-le pregunté como que no quiere la cosa. Eche a un lado las mantas y me levante, estirando mis extremidades.

-¿Quieres que te lleve?

-No. Gemma y yo quedamos en irnos juntas-me apresuro a mentir.

Mi madre esbozo una gran sonrisa.

-Me alegro que ya tengas una nueva amiga-su voz reflejaba entusiasmo.

-¿Te alegras?-preguntó mirándola mal.

A veces me pregunto, si tal vez mis padres estuvieran más al pendiente de mí y de todo lo que me rodea ¿tendría problemas conmigo misma? Porque quieras que no, eso también tiene mucho que ver con lo que me pasa. Si yo tuviera la atención de mi madre, no me sentiría tan sola. Pero no, ella solo ve a la chica cansada, a la que se la pasa de amargada, la chica que no quiere comer por capricho, la que se rasguña constantemente. A la que le cae jabón cada vez que sale de bañarse, a la que es muy tonta y no puede sacar buenas calificaciones. Ella solo ve eso. Pero no ve la realidad, porque esta tan enfrascada en su mundo de adultos que no tiene tiempo para su única hija depresiva.

Y aquí estoy yo, tratando de salir de mis problemas por mi cuenta. Sin necesidad de ella ni de Daniel. Yo sola con las dos únicas personas que me encontraron y me levantan cuando me derrumbo: Gemma y Harry.

La sonrisa de mi madre desapareció.

-Sí, me alegro. Porque mírate, estas tan sola. Enserió llegue a pensar que eras todo una antisocial, o que quedaste en depresión por pelearte con tu única amiga Mell; por cierto ¿Qué ha pasado con ella?

Frunzo el ceño.

-Sigue en el instituto. Ignorándome como siempre-respondo. «Y humillándome con Florence, y mi maldito ex novio. Nada más. »

Mi madre asiente indiferente.

-Bueno, ojala se hablen pronto. Y ahora basta de plática, aun tienes tiempo de darte un baño-dice, luego cierra la puerta detrás de ella.

Me quedo viendo la puerta fríamente.

---

La puerta del salón, cuando llegue a ella, estaba entreabierta; oí voces discutiendo al otro lado. Vacilé, con la mano en lo alto para llamar; entonces escuche mi nombre y me detuve.

-¡Eh Aitana! ¿Vas a entrar o te da miedo tener la atención de todos cuando interrumpas la clase?-era la voz de Liam, quien estaba atrás de mí.

Está bien. « Respira.»

-Sí, tengo miedo de llamar la atención- admití volteándome a verlo. Traía la misma chamarra de cuero, la misma playera blanca, los mismo jeans y las mismas botas de militar. Hice un gesto de desaprobación-. En todo caso, ¿a ti que te importa?

-Podrías saltarte toda su atención y escapar conmigo-repuso encogiéndose de hombros.

-¿Qué haces aquí Liam?-preguntó cruzándome de brazos.

Mi vida en la soledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora