Febrero 7 - Día 22
La silla de tela dura con un parche de cinta en su parte superior había comenzado a sentirse familiar. Lentamente dejó de ser la silla que estaba al lado de la cama de Katsuki para convertirse en mi silla. Katsuki estaba sentado con su laptop y las sábanas envueltas al rededor de él. Él me saludó con un «hola nerd» cuando entré.
–¿Tienes algún plan para hoy? –le pregunté mientras me sentaba, coloqué mi bolsa entre mis piernas y lo miré.
–Nada en particular.
–Podemos ir afuera de nuevo – sugerí, preguntándome si él había estado esperando con ansias mi visita tanto como yo lo estaba. La semana había pasado lenta, me encontraba contando los días que faltaban para verlo de nuevo. No se suponía que esto pasaría pero lentamente Katsuki ocupaba gran parte de mi conciencia. Quería conocerlo por dentro y por fuera. Y también quería repararlo, era lo que mas quería en este mundo.
Él se encogió de hombros nuevamente, dejando su laptop de lado y cubriéndose entre las sábanas, colocándose de lado. Sus ojos rubíes colocados en mí. Colocó sus manos entre las sábanas, cubriendo su cabeza con ella como si fuera una capa.
– No quiero ir a ningún lado hoy. –Él se veía tan vulnerable acurrucado ahí, con su nariz apenas visible entre las sábanas. No me atrevería a presionarlo a que hiciera algo si no quería.
Yo tampoco estaba teniendo un buen día, uno de mis pacientes, una chica joven con rabdomiosarcoma, un tipo de cáncer muscular, se estaba poniendo peor y no estaba seguro de que sobreviva este mes. Además no me estaba sintiendo tan bien, mi garganta estaba hinchada como si me fuera dar algún tipo de resfriado y también me dolían mis músculos y articulaciones. Esconderse bajo las sábanas no parecía mala idea.
–¿Alguna vez has hecho una casa con sábanas? – le pregunté lentamente mientras deslizaba mis manos en los bolsillos de mi sudadera, buscando algo de calor.
–No.
–¿Quieres hacer una ahora?
Analizó mi proposición por un momento antes de asentir, quitándose las sábanas de encima, parándose frente a mí mientras me miraba fijo con algún tipo de sonrisa.
–Está bien.
Me levanté quitando la bolsa de mi hombro y dejándola en la silla. Luego, agarré una sábana.
–Creo que si lo sujetamos con el pie de la cama podemos hacer un tipo de tienda, ¿verdad?
Katsuki asintió serio.
–Mientras tú haces eso, buscaré las almohadas.
Estiré la sábana azul sobre la cama. Toda la habitación parecía tener un olor diferente al resto del hospital. No podía saber qué era,era un aura intangible que venía por parte de Katsuki.
Aseguré la sábana con la pata de la silla en una de las esquinas y, con la mesa, otra esquina de la sábana, finalmente al pie de la cama. Nos quedó una pequeña casa en forma de triángulo.
Katsuki colocó algunas almohadas dentro de ella, cubriendo el suelo por completo con ellas. Finalmente, nos metimos en la pequeña casa.
Era una casa o tienda bonita, la luz que venía del pasillo y la luz de la pequeña lámpara de Katsuki se filtraban en el azul de la sábana haciendo que pequeñas sombras aparecieran en el lugar. Nos acomodamos y me apoyé en la cama, estirando mis piernas. Katsuki habló en voz baja tratando de no romper el silencio que había aparecido entre nosotros.
–Izuku, ¿estás bien?
–Estoy aquí para hablar de tus problemas no de los míos –dije evitando su pregunta, mientras trataba de no dejar salir un suspiro que se había acumulado en mi pecho, trataba de darle mi mejor sonrisa a Katsuki. Me había estado conteniendo todo el día, pero había algo en este cuarto, la forma en que sus ojos me miraban, que se me hacía imposible seguir fingiendo más lo que sentía.
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Sostenme, me estoy cayendo
Fanfiction[KatsuDeku, AU] No sé puede elegir a la persona de quien te enamoras, quien termina robando un pedazo de ti corazón... Esa persona que se lleva ese pedazo con él cuando se va. Si alguien me hubiera preguntado, no creo que yo hubiera elegido a Katsu...