Capítulo 16

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Marzo 2 - Día 46

Básicamente, me sentía como una mierda.

Definitivamente, la primera vez recordé que la quimioterapia era peor que el propio cáncer, pero esto había excedido mis peores expectativas. Había estado acurrucado en el sofá durante toda la tarde con un tazón a medio terminar con puré de manzana, alternando entre vómitos y quejidos hacia Shôto.

—Shōto —Me quejé lanzando una de mis almohadas en dirección al comedor—. Shōto, hazme sentir mejoooor.

Escuché un suspiro y luego los pasos de Shōto que venían hacia mí, devolviendo la almohada a mis brazos.

—Izuku, honestamente no puedo hacer la cena si vas a estar así de patético. No puedo hacer esto mejor.

Levanté mi mirada para verlo, tenía una expresión molesta en su boca y círculos negros debajo de sus ojos. Él tomó mis hombros y comenzó a masajearlos con sus dedos cuidadosamente. A veces olvidaba que yo no era el único que era afectado por la enfermedad. Shōto también se veía afectado, él me ayudaba a lavar mis sábanas llenas de sudor, me daba comida que terminaba vomitando, me traía hasta casa luego de las quimioterapias cuando no podía irme solo. Era Shōto quien iba a tener que ir a mi funeral y leer algún discurso sobre qué tan difícil fue ayudarme y qué tan fuerte yo era. Un montón de veces estaba seguro de que él era más fuerte que yo.

—Lo sé —le dije dándole una sonrisa, tratando de parecer lo más alegre posible que podía, a pesar de que una especie de cemento parecía llenar mis venas—. Estoy bien. Perdón por molestarte, es desconsiderado de mi parte.

Shōto sonrió y pasó una mano por mi cabello.

—No me importa mucho eso. Si dejaras de ser insoportable y molesto, entonces sí que estaría preocupado.

—Nunca dejaré de ser insoportable —le contesté tirando mi cabeza hacia atrás al sentir sus dedos en mi cabello.

—Bien —dijo dándome dos pequeños golpes en mi mano y regresó a la cocina—. ¿Vas a poder levantarte para cenar?

—Lo voy a intentar —le respondí llamándolo de nuevo, no se me quitaban las ganas de hacer un berrinche. No era que estaba enojado con alguna cosa en particular, era más algún tipo de frustración en general por no poder ser un ser humano con un cuerpo que funcione normalmente. Había tenido que tomarme unos días libres de mi trabajo para poder hacerle frente a todo este asunto de morir y eso me estaba poniendo un poco irritable. Amaba mi trabajo y a mis pacientes. Tener que cancelar las citas por alguna razón era algo que me molestaba.

Tomé mi teléfono y le mandé un mensaje a la única persona que nunca fallaba en hacerme sentir mejor. Estaba seguro que él ya había terminado su sesión de quimioterapia y quería asegurarme de que estaba bien, incluso cuando pensé que era obvio que no estaba bien, lo más que podía hacer era preocuparme por él.

6:35 — Izuku

¿Cómo va esa maratón de quimioterapias?

Él me contestó un minuto después, apareció una sonrisa renuente en mi rostro a pesar de la sensación de tener plomo en mi cuerpo y el mal sabor que tenía en mi boca.

6:36 — Katsuki

Me despertaste, me siento terrible. Te voy a matar.

Dejé escapar una pequeña tos en forma de risa mientras escribía mi respuesta. Era en ocasiones como esta, cuando deseaba poder vivir juntos. Deseaba tener una cama en donde pudiera acostarme al lado de Katsuki o tal vez pudiéramos compartir mi cama. Si los dos nos íbamos a sentir como mierda, por mucho preferiría pasar estos momentos con él.

Sostenme, me estoy cayendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora