Capítulo V: Tiempo

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Durante las semanas que se reunieron para trabajar en la pista que pronto debía ser entregada, Víctor y Yuuri formaron un pequeño vínculo en el que podían conversar (en medio de un descanso o después de su trabajo) sobre lo que acontecía de sus vidas, más no en sus desastrosas relaciones.

Aunque para Yuuri no resultó muy difícil salir de casa dadas las irregulares estadías de su pareja en el departamento, Víctor no corrió con la misma suerte, teniendo que soportar los molestos reclamos de Jean en cada momento. Realmente, poco le importó, al fin se estaba divirtiendo al hacer algo.

Yuuri le contó lo ocurrido la mañana de aquel domingo, lo cerca que estuvo de escupirle toda la verdad directamente a la cara, y lo cobarde que se sintió por no conseguirlo. Víctor le aconsejó que desechara de su cuerpo aquel pensamiento negativo de sí mismo, y que esperara paciente el momento indicado (como él lo estaba haciendo).

Víctor también le contó el pequeño inconveniente con Jean, haciendo énfasis a la repentina actitud cariñosa, preocupada y celosa que había tomado su pareja en los últimos días de convivencia, y las escasas salidas a "trabajar" que se reducían a una vez por semana. Yuuri insistió en que no se dejara engañar por las falsas máscaras que presentara Jean ante Víctor, posiblemente lo hacía para despistarlo y seguir en su maraña de mentiras e infidelidades.

Con la confianza que empezaba a nacer entre ambos, el sentimiento de cariño crecía, y los que al principio fueron cortos mensajes en la aplicación de Whatsapp se habían convertido en largas y divertidas conversaciones que incluían fotos de lo que estaban haciendo en ese momento (como cuando Yuuri le explicó a Víctor en una nota de voz cómo hacer Katsudon y Víctor le envió una foto de su "obra maestra") y mensajes de voz (cuando Víctor se sentía de buen humor como para contarle un chiste o entonar una canción cualquiera).

Sí, la relación lentamente se iba formando más amena, tomando matices que a ambos les hacía olvidar lo que sufrían en sus vidas, perderse por un momento de la realidad.

***

Aquella mañana de miércoles, Víctor le había dicho a Yuuri que se encontraría libre. Faltaban apenas dos días para la entrega de la pista y los avances que tenían grabados aún necesitaban ser pulidos.

Víctor acomodó el teclado sobre su base y conectó la computadora a éste, dejando el programa de grabación listo para empezar a tocar. Yuuri puso las partituras en el atril, adecuando la altura para que quedara a nivel de los ojos de Víctor.

—¿Estás listo?—preguntó Yuuri, mirando a Víctor asentir desde su puesto.

Yuuri entonces dio clic a grabar y Víctor empezó a desplazar sus dedos con agraciados movimientos.

Una suave y continua melodía se dejó escuchar, el programa de grabación formando hondas en la pantalla y grabando cada sonido como correspondía. Víctor dibujó una sonrisa mientras seguía la ya aprendida pieza de piano, imaginando a los bailarines de danza interpretar tan armoniosa melodía que describía sentimientos personales.

Toda la pista representaba la vida de Víctor y Yuuri, empezando desde su supuesta feliz relación hasta el momento en que descubrieron su infidelidad, la fluidez de las notas también denotaba el momento en que Víctor y Yuuri se conocieron en el bar, de cuando Yuuri se subió al auto de Víctor de forma furtiva, terminando así en una habitación de motel, donde no hicieron más que conversar. Cuando la pieza llegaba a su clímax, Yuuri pudo ver ese preciso momento de sus vidas, el momento en que apreciaba a Víctor tocar el piano con pasión, el momento en que empezaba a latir su corazón: Un momento donde se dio cuenta que los golpes en su pecho aún susurraban el nombre de Minami, pero gritaban el de Víctor.

Game of Infidels [Los Deseos De Pajarito] [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora