How much do you know?

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Un par de semanas después, Clark se entera por medio de los demás miembros de la liga, que Batman a conseguido un nuevo ayudante. Ellos se han mantenido distanciados luego del suceso en el salón de la justicia. Y se mantienen así durante mucho tiempo más; van a misiones y trabajan bien, también entrenan e interactúan durante las reuniones, pero allí acaba todo; no hay nada en el ámbito personal, ni siquiera cuando Conner cumple nueve años y Clark envía una invitación a cada miembro. Bruce no se presenta, aunque manda a su mayordomo con una disculpa y muchos regalos.

El evento se repite nuevamente para el cumpleaños de Chris.

Y así, un año pasa rápidamente, como agua que corre entre sus dedos. Entonces, Clark por fin conoce a Robin. Es un muchachito menudo y bajito, de cabello oscuro y unos ojos azules muy analíticos. Su nombre es Tim, y aunque fue adoptado por bruce hace poco mas de un año, apenas comenzaría su vida como ayudante, pues durante los meses pasados, había estado recibiendo un entrenamiento intensivo.

El niño es tranquilo, aun así, su reacción al conocer a Superman es bastante animada y enternece a Clark. El chico es un poco tímido y permanece medio escondido tras Bruce; le recuerda a Chris, y Clark no puede evitar decirlo.

— Actúas como mi hijo pequeño — Tim se adelante finalmente, con el rostro infantil lleno de curiosidad.

— ¿Tienes un hijo pequeño?

— ¿Bruce no te habló a cerca de nosotros? — Inquiere, mirando de reojo a Batman que se ha retirado para discutir algo con J'onn J'onzz.

— Batman me mostró sus fichas como héroes. Vuestras vidas privadas son cosa aparte.

Clark tararea; sí, eso suena a Bruce.

— Sí, tengo dos hijos. Conner, el mayor y Chris, el menor.

— ¿Y yo te recuerdo a Chris?

— Sí, Chris es menos impulsivo que Conner, mas analítico, mas tranquilo. También es un niño muy tímido y dulce. Muy inteligente.

Clark ve al chico parpadear y luego sonrojarse.

— Gracias.

Sí, se parecen.

— Os llevaríais bien. — Sonríe, revuelve su cabeza y se marcha; tiene una misión junto a Oliver.

Unas semanas después, Chris y Tim se conocen, aunque no en las mejores condiciones; Chris está fuera de control y Clark no sabe que hacer. Su hijo no logra dominar sus poderes y es muy, muy poderoso. Y Clark tiene miedo de que se haga daño así mismo, así que va al único lugar donde cree que podría obtener ayuda; la mansión Wayne.

Bruce lo hace; ellos trabajan juntos para desarrollar un implante, oculto dentro de un reloj de pulsera, que utiliza radiación solar roja para bloquea los poderes de Chris. Mientras, Clark entrena a Chris para aprender a usar sus poderes sin herir, ni herirse, en el proceso. Bruce permite que el entrenamiento se de en las extensiones de sus tierras, donde nadie les vera y hay maneras de contener a su hijo. Durante el proceso, tal y como Clark declaró tiempo atrás, Chris y Tim se hacen amigos, hasta el punto en que incluso el pequeño Robin empieza a enseñar algo de gimnasia a su hijo.

Conner no está feliz al respecto; siente que su padre y hermano están pasando mucho tiempo con el muchacho y los celos no son fáciles de sobrellevar. No conoce al tal Tim, pero lo detesta.

Y la cosa tampoco tarda mucho en explotar.

Es durante una tarde en el salón de la liga, cuando Batman y Superman coinciden durante la verificación de los planes de la Atalaya, que todo sucede. Clark trae consigo a sus hijos, no es la primera vez que, con Lois fuera por una primicia y su madre abarrotada con los deberes de la granja, no logra conseguir quien cuide de ellos y decide traerlos. A su vez, Bataman enseña a Robin los planos y lo pone al día con nueva información armamentaría.

After allDonde viven las historias. Descúbrelo ahora