Chen Ruo (Peng Peng)
La única cosa que quería cuando niño era ser un gran músico, no había nada más importante que cumplir ese sueño hasta que me encontré de nuevo con ella, su pálida piel y esos labios color cereza, fue casi imposible no reconocerla, la hija favorita del rey de la tribu del fuego, la poderosa princesa Yan Da. En nuestra vida anterior solíamos ser amigos y al igual que ahora me dedicaba a seguirla y trataba de protegerla aun si no tenía poderes. Crecimos juntos como hermanos pero hace algunos años me di cuenta que Yan Di había desarrollado sentimientos confusos por mí, aunque me sentía halagado fingía demencia, no podía aceptarlos, yo solo era un simple plebeyo, un débil mortal.
El día de ayer mientras escribía una canción en el lago fui interrumpido por el ruido del agua, me acerque lo más rápido que pude y observe a la princesa Yan Da parecía que había despertado sus poderes, el lago hervía, me sentí asustado no sabía qué hacer en esa situación, el agua estaba tan caliente que no pude acercarme lo suficiente sin embargo Yun Fei su nuevo guardaespaldas, salto al agua, levanto su mano y produjo magia de la tribu de hielo congelando parte del lago, me quede impresionado, no esperaba que Yun Fei fuese el príncipe Ying Kong Shi.
Al día siguiente un empleado del señor Feng Chen toco mi puerta me pido acudir a su casa para hablar con el padre de Yan Di, me sorprendio ya que no solía habla muy a menudo con él. Acudí más temprano de lo acordado para ver a Yan Di, la encontré con Yun Fei, parecía que se habían vuelto cercanos, eso me alegro mucho pero parecía que Yan Di aun no recordaba nada de su vida anterior como Yan Da, no quise interrumpir más, me despedí de ellos pero antes de irme Yan Di me abrazo y discretamente me dio un papel, lo guarde mientras me dirigía con el señor Chen.
-Buenas tardes señor Feng Chen, mis respetos a usted; salude.
-Che Ruo, toma asiento por favor; dijo señalando el lugar.
-¿Cómo te ha ido con el emperador?
-Muy bien, parece que le agradan mis canciones y le gustan mis poemas; conteste emocionado.
-Claro siempre has sido muy talentoso y parece que tienes un gran futuro.
-Gracias; conteste algo sorprendido por sus halagos.
-Estoy feliz de que mi hija se case con un hombre tan virtuoso como usted.
-¿Casar?; pregunte sorprendido.
-Claro, todo mundo aquí sabe que mi hija gusta de usted: contesto mirándome directamente a los ojos.
-Nosotros no tenemos ese tipo de relación, la señorita Yan Di solo esta confundida; trate de aclarar el tema.
-¿Acaso a usted no le gusta mi hija?
-No, digo si, no es lo que quiero decir; tartamudee un poco.
-No malinterprete mis palabras, la señorita Yan Di es muy hermosa, sin duda la mujer más hermosa de este lugar pero mi cariño hacia ella es puro, yo la considero mi hermana.
-Sabes cuando era niño, observaba lo fuegos artificiales, me gustaba imaginar que tenía magia y yo producía esas hermosas luces en el cielo, así que me prometí llevar esa misma felicidad a los niños pero con la pólvora no solo se hacen juegos artificiales.
-¿A qué viene eso?; pregunte confundido.
-Hace algunos años empecé a distribuir armas y no solo en este país, no te mentiré por algunos años disfrute del dinero que obtenía del derramamiento de sangre que se producía en las guerras y aun que no participaba en ninguna, de cierta manera yo era responsable de muchas de ellas, pero he llegado a mi limite, me he cansado de tener las manos manchadas de sangre por lo que he dejado de fabricarlas pero me han mandado un ultimátum.
-¿Yan Di está en peligro?; pregunte asustado.
-No, ellos solo quieren mi vida; comento seriamente.
-Pero no quiero dejar a Yan Di sola; me miro como un padre mira a su hijo y tomo mi hombro.
-Te lo pediré por el cariño que le tienes a Yan Di, cásate con ella y protégela cuando yo no pueda.
Me quede callado, no sabía que decirle aquello me había tomado por sorpresa pero no era yo quien debía proteger a Yan Da. Salí de la habitación mi cuerpo se había hecho pesado, me sentía cansado, metí mis manos en mi bolsillo encontrando el papel que Yan Di me había dado anteriormente.
-¨Peng Peng te espero en los cerezos¨; leí en voz alta.
Camine hacia los cerezos, Yan Di ya se encontraba ahí, estaba de pie al verme sonrió hermosamente.
-Tenía miedo que olvidaras leer el papel.
-Como podría no leerlo; le conteste.
-Quería que viéramos el atardecer juntos como cuando éramos niños.
-Si eran buenos momentos, nos divertíamos mucho; Sonreí recordando.
-Me asustaste ayer, me alegra que estés mejor.
-Sí, gracias por ayudarme.
-Yo no hecho nada, fue Yun Fei quien te salvo.
-Es su trabajo; comento enojada.
-No, yo creo que él te quiere mucho.
-¿Qué es lo que quieres decir?; Pregunto enojada.
-Nada es solo un comentario pero hablemos de otra cosa; trate de cambiar la conversación.
-Apenas lo conozco ¿Por qué él me querría?; contesto sin prestarme atención.
-A veces se puede generar amor solo con una mirada; le dije mientras sacaba mi ruan.
Yan Di se había quedado callada parecía que mis palabras le habían llegado, empecé a tocar el ruan suavemente para eliminar el silencio que se había producido, mi canción combinaba perfecto con el viento que se producía y las hojas que caían de los cerezos construían la mejor escena pero mi canción se vio interrumpida por la tenue voz de Yan Di.
-Me gustas.
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Ice fantasy; una oportunidad.
RomanceYing Kong Shi se le otorga una última oportunidad para corregir sus errores cometidos con la persona que lo amo más que a su propia vida, Yan Da, quien ahora ha reencarnado en la tierra de los mortales. Ying Kong Shi se trasformara en Yun Fei para...