Fuego.

454 34 2
                                    

YAN DA

Entregue la llave a esos hombres, los cuales se dirigieron hacia una enorme puerta que se encontraba en esa habitación, no le di importancia y corrí a lado de mi padre el cual estaba herido, le quite el pañuelo de la boca y lo abrace.

-Yan Di, mi hermosa hija perdóname; me dijo mientras su ojos se llenaban de lágrimas, jamás había visto llorar a mi padre ni siquiera cuando mama nos dejó, mi corazón se desmoronaba.

-Pronto nos iremos de aquí; conteste mientras lo abrazaba.

Aquellos hombres abrieron aquella puerta la cual conducía a una habitación llena de armas, explosivos y barriles repletos de pólvora, uno de ellos me tomo del brazo fuertemente y me condujo hacia esa habitación.

-¿Por qué esa cara de sorpresa?; pregunto sarcásticamente.

-Acaso no sabías que tu padre nos vende esto.

-Es una buena mercancía pero no lo suficiente quiero más para la siguiente semana; dijo el hombre quien parecía ser el líder dirigiéndose a mi padre.

-Eso jamás, ya he dicho que no lo hare más; contesto mi padre mientras trataba de colocarse de pie.

-Pagare mejor; contesto el hombre que se encontraba a mi lado.

-Primero muerto antes de continuar con negocios con ustedes; contesto papa.

-Ya sé que tu vida no te interesa pero que tal la de tu preciada hija; contesto tomando mi mano bruscamente.

-Les he entregado la llave, así que llevare a mi padre conmigo; Grite mientras le quitaba mi mano a ese sujeto.

-No te das cuenta de la situación; comento.

Dos hombres se dirigieron hacia a mí para atacarme, el pelear con ellos no me fue difícil, ambos cayeron agotados sin embargo en la pelea acudieron más de ellos, aunque no eran buenos peleando, me era difícil concentrarme, ya que todos ataban a la vez así que caí, me encontraba agotada, ya en el piso pensé en darme por vencida, cerré mis ojos y deje que el cansancio se apoderara de mi pero un ruido me obligo abrir los ojos, mi padre se colocó sobre mí para protegerme y aun con su cuerpo herido recibió los golpes que se dirigían hacia mí, lo mire sorprendida, papa me sonrió tiernamente y cayo al piso.

-¿Qué han hecho estúpidos? Lo necesitábamos con vida.

Un mar de emociones se apoderó de mí, miedo, desesperación, impotencia. Me sentía débil e inútil. La rabia e ira en mi cuerpo no me dejaban pensar con claridad, una sensación de calor que quemaba todo mi cuerpo me hacía sentir desesperada, cerré mi ojos y sentí el corazón de Yun Fei, como si él quisiese encontrarme, muy dentro de mi desee que él estuviera a mi lado, quería que me rescatara. De pronto imágenes se proyectaron en mi mente observando a Yun Fei como si nos conociéramos desde antes, aquellas imágenes me mostraban a Yun Fei con el cabello blanco, ojos azules con ese aire de misterio que siempre lo acompaña. Aquellos sentimientos negativos fueron remplazados por una sensación de calidez y protección, fue así como empecé a recordar todo.

La primera vez que vi a Ying Kong Shi sentí algo especial, no puedo decir que fue amor a primera vista porque en ese momento solo se trataba de atracción física pero a medida que pasábamos tiempos juntos me hacía sentir diferente, su forma de hablar, ese aire de misterio que lo acompañaba, quería saber todo sobre él pero cuando creía que éramos cercanos él se alejaba más. Me sentía tan confundida en ocasiones creía que yo le gustaba pero en otras me hacía sentir que yo era la persona a la cual más odiaba.

Después de saber quién era él realmente intente odiarlo pero no podía, me había enamorado y algunas veces soñé en huir con él, dejar a mi padre y esa estúpida guerra pero ya no podía, era como estar entre la espada y la pared, no tenía salida, no había final feliz para ninguno de los dos pero ahora que el regreso tal vez tengamos una oportunidad, podre obtener por fin una respuesta así que no podía dejar que todo acabara ahí.

Me puse de pie, aquellos hombres me rodearon para atacarme de nuevo, los mire y lance un ataque de magia a cada uno de ellos haciendo que cayeran uno por uno, mire hacia la puerta donde se encontraban Yun Fei y Peng Peng quienes me miraban sorprendidos.

--Te lo había dicho antes que soy muy fuerte; le dije a Ying Kong Shi.

-Yo Yan Da, la princesa de la tribu del fuego no puedo ser débil; continúe hablando mientras mi voz se rompía, mis piernas flaquearon y caí de rodillas a lado de mi padre pero más hombres continuaron dispuestos atacarnos, me levante para tratar de lanzar magia pero no pude, cerré los ojos esperando el ataque de ellos pero no fue así, lentamente abrí los ojos, y observe que me encontraba en los brazos de Ying Kong Shi.

-Yan Da, has recordado; susurro en mi oído.

-Ahora los dos han perdido sus poderes por atacar a mortales; comento Peng Peng quien continuaba peleando.

-No necesitamos poderes para pelear con estos humanos restantes; contesto Shi.

Empezamos a pelear, minutos después todos los hombres ya hacían en el piso inconscientes, corrí a lado de mi padre quien parecía solo estar dormido, Peng Peng lo tomo entre sus brazos, le ayude a colocarlo en su espalda, caminamos hacia la salida pero fuimos interrumpidos por un grito.

-¡Todos moriremos!; grito uno de esos hombres mientras encendía todo el arsenal que había en la habitación.

-Salgamos rápido de aquí; grito Peng Peng.

-No, la cantidad de pólvora que hay en esta habitación dañaría a los pueblos cercanos; dijo Ying Kong Shi.

-Pero no podremos salvarlos y ustedes no tienen poderes en este momento; comento Peng Peng.

-Los descendientes reales de la tribu del fuego no solo podemos crearlo si no también podemos controlarlo; comente mientras me acercaba a la habitación.

-Este es fuego mortal será más difícil controlarlo; comento Ying Kong Shi quien tomaba mi brazo fuertemente.

-Pero no tiene poderes en este momento; comento Peng Peng.

-Lo intentare; conteste mientras miraba el fuego que se producía en la habitación.

Levante mis manos tratando de eliminar el fuego pero no puede, este seguía creciendo y expandiéndose, de repente se produjo una pequeña explosión proveniente de uno de los barriles lo único que pude hacer fue crear un campo encapsulando el fuego producido pero el fuego comenzó a crecer y mi campo era demasiado pequeño como para contenerlo, mis fuerzas comenzaron a agotarse, me sentía debil y por un momento empecé a bajar mi manos pero Ying Kong Shi las sostuvo.

-Yan Da, tu nunca te das por vencida, no puedes hacerlo ahora; me dijo en el oído mientras sostenía mis manos.

Levante mi brazos y puse toda mi energía en el fuego, recuerdo la sensación de calor por todo mi cuerpo pero también la energía de Ying Kong Shi que se había fusionado con la mía, pude escuchar su corazón sincronizarse con el mío. Cuando el fuego ya se había extinguido baje mis manos y caí agotada pero Ying Kong Shi me sostuvo antes de llegar al piso.

-Yan Da; grito desesperado.

-Yan Da; volvió a gritar mientras sostenía mi cabeza, trate de decirle que estaba bien pero ya no tenía fuerza.

-Aún tengo algo que decirte yo te; levante mi mano colocándola sobre su boca, lo que tenía que decirme podía esperar,  no quería que se repitiera en ese escenario, mejor esperar a el momento más indicado así que solo me limite a sonreírle y de pronto todo se volvió oscuro.

Ice fantasy; una oportunidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora