Secuestro.

503 29 0
                                    

YAN DA

-Me gustas.

Aquella hermosa canción se había transformado en un silencio incomodo, pero no culpo a Peng Peng yo misma me sorprendí de lo que dije, ni siquiera estaba segura de lo que sentía, deseé regresar el tiempo y cambiar esas palabras pero ya no podía hacerlo.

-También me gustas; contesto colocándose frente a mí.

-Igual Tong ambas son muy especiales para mí; continuo hablando.

-No esa clase de gustar; conteste rápidamente y algo alterada.

-¿Me amas?; pregunto de repente.

-Sí; conteste sin pensar.

Peng Peng me miro tiernamente por algunos segundos sin decir nada, se acercó lentamente y me beso en la frente.

-Cuando amas a alguien, esa persona es capaz de producir nuevas emociones en ti, el simple hecho de verla hace que tu corazón lata tan fuerte que crees que se saldrá de su lugar, no quieres tenerla cerca porque eres un volcán que podría explotar en cualquier momento pero el tenerla lejos te produce una tristeza y desesperación. ¿Has sentido eso o algo parecido?; comento.

-Sí, lo he sentido; conteste mientras Yun Fei se presentaba en mis recuerdos.

-Sí, lo sé pero no es conmigo; contesto en un tono serio, toco mi hombro despidiéndose, se giró y avanzo algunos pasos para marcharse.

-Me gustas desde que éramos niños; grite de repente.

-Entonces dime que me amas; Dijo girándose hacia a mí.

-Yo te am.....; no pude terminar la frase. –Yo te am.......; intente de nuevo.

-No trates de mentirte más, he visto el brillo en tu mirada cuando lo ves; me dijo acercándose, su cara lucia muy seria, jamás lo había visto así. En un rápido movimiento me abrazo tan fuerte que era difícil moverme.

-Agradezco tus sentimientos que tienes hacia a mí, me hacen sentir el hombre más afortunado del mundo pero no me quieres de esa manera; dejo de abrazarme y se marchó.

Pensé en negarlo todo, correr hacia él y decirle que se encontraba en un error pero mis piernas no reaccionaron, me quede en silencio por algunos minutos sin entender lo que había pasado, me deje caer en las hojas de cerezo que se encontraban en el piso, de repente mis lágrimas empezaron a caer, aquel primer amor había terminado.

YING KONG SHI.

Esperaba en la entrada de la habitación de Yan Da quien se encontraba arreglándose para dar un paseo vespertino, me empezaba a desesperar, ya hacía más de una hora y media desde que entro.

-Yun Fei; grito Tong.

-¿Qué pasa?

-Te he traído algunos dulces, son muy buenos con algo de té; contesto feliz mientras colocaba uno en mi mano.

-Gracias pero no me apetece lo dulce en este momento mejor dáselos a Yan Di.

-Tienes razón estos son sus favoritos; contesto mientras se iba del lugar.

-¿A dónde vas?; grite.

-Pues con Yan Di.

-Ella está en su habitación; comente señalando la puerta.

-No, la vi dirigirse hace poco hacia los cerezos.

-Me engaño.

-Espera, no sabías ¿Qué clase de guardaespaldas eres? ; reprocho.

Me dirigí hacia los cerezos sin contestarle a Tong porque tenía razón, que clase de guardaespaldas se deja engañar de esa manera, camine a toda prisa hacia ese lugar hasta que encontré a Yan Da quien era abrazada por el estúpido de Chen Ruo. Aquella imagen me hiso sentir tan enojado y sin pensarlo me dirigí hacia ellos pero me detuve al notar que Chen Ruo había notado mi presencia, me miro fríamente y se dirigió hacia a mí discretamente.

-¿Has visto todo?; pregunto colocándose a mi lado.

-Lo suficiente.

-Dime algo ¿Qué es lo buscas en este lugar, Ying Kong Shi?; pregunto de repente tomándome por sorpresa mientras agarraba brazo muy fuerte.

-Eres muy listo "Peng Peng"; conteste con una risa sarcástica, le quite mi brazo bruscamente.

-No me llames así, solo la princesa Yan Da me puede llamar con ese nombre.

-Yo también puedo preguntar lo mismo ¿Qué es lo que quieres?

-Mi deber es proteger a la princesa Yan Da así que no permitiré que nadie la dañe, ni siquiera tú, ¨príncipe Ying Kong Shi¨.

-No creo que estés en condiciones de amenazarme; conteste arrogante.

-No me subestimes, Príncipe Ying Kong Shi.

-No tengo tiempo que perder con un simple mortal; comente dándole la espalda, camine algunos pasos hasta que sentí un poder de energía dirigiéndose hacia a mí aunque pude esquivarlo logro provocar daños en mi vestimenta. Gire rápidamente observando a Chen Ruo quien sostenía su ruan.

-Te dije que no me subestimaras, he sido entrenado por la familia espiritual.

-Pero eres un mortal ¿Cómo has podido utilizar magia?

-No ha sido magia con lo que te atacado y no puedes atacarme con magia o perderás tus poderes; comento mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.

-Entiendo, utilizas la ondas sonoras producidas por tu ruan, tienes razón no debo subestimarte pero tú tampoco debes; me levante rápidamente y me dispuse atacarlo pero fui interrumpido por Tong quien se acercaba corriendo pero antes de llegar con nosotros cayó.

-¿Qué pasa Tong?; pregunto Cheng Ruo corriendo hacia ella ayudándola.

-Han secuestrado al señor Feng Cheng; contesto casi sin aliento.

-¿Yan Di? ¿Cómo esta ella?

-Está bien, ha sido la señorita Yan Di quien se dio cuenta.

Corrimos hacia la habitación del señor Feng Cheng, en la entrada había dos guardias inconscientes, entramos en la habitación la cual estaba desordenada, Yan Di se encontraba ahí, en silencio parecía no entender la situación, me acerque hacia ella para abrazarla pero de repente se desmayó. Los tres pensamos que sería mejor dejarla descansar así que la llevamos a su habitación. Decidimos analizar de nuevo la habitación para obtener alguna pista.

-Parece que buscaban algo; comente observando el lugar.

-¿Lo habrán encontrado?; pregunto Tong.

-No lo creo, si lo hubiesen encontrado no habrían secuestrado al señor Feng; conteste.

-¿Qué estarían buscando?; pregunto Thong.

-El señor Feng Cheng estaba implicado en la distribución de armas a base pólvora; comento Chen Ruo.

-Pero si lo secuestraron ¿Por qué no han dejado una nota o algo que nos haga saber que quieren?

-Tal vez si la han dejado; contesto Cheng Ruo quien señalo la ventana la cual tenía una flecha en una esquina.

-pero si no hay nadie con herida de alguna flecha; comento Tong.

-Porque no la utilizaron para herir a alguien; contesto Chen Ruo.

-Entonces con eso dejaron...

-Dejaron el mensaje; termine la frase mientras los tres nos miramos sospechando lo que había pasado, así que corrimos a toda velocidad a la habitación de Yan Da la cual se encontraba vacía. Un miedo enorme se apodero de nosotros Yan Da había decido salvar a su padre sola.

Ice fantasy; una oportunidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora