YING KONG SHI
Me quede sin palabras, aquella noticia me sorprendió, sin Ka Suo no tenía ningún motivo para ser rey, el peso de la corona me seguía asustando, ¿Acaso ese era un castigo que Lan Shang había asignado para mí?, pensé eso por algunos momentos, me gire hacia ella quien me miraba fijamente mientras una sonrisa se dibuja en su rostro, aquello me produjo una sensación de frió que recorrió todo mi cuerpo.
-Un aplauso por nuestro futuro rey, Ying Kong Shi; grito Xuan Tuo interrumpiendo mis pensamientos.
-Ying Kong Shi, nuestro rey; aplaudieron todos en sala.
Gire hacia Yan Da quien me observaba sin decir nada, no tenía expresión alguna en su bello rostro, la tome de la mano para salir del lugar pero puso resistencia, movió su cabeza negándose.
-¿Qué pasa?; pregunte confundido ante su negativa.
-Lo siento, tengo que pensar claramente; soltó mi mano saliendo del lugar mientras todos nos observaban.
Mire a todos en la sala, no conteste ante las felicitaciones, camine hacia la salida dejando a todos en aquel salón. Me dirigí hacia el bosque que se encontraba cerca de la Ciudad de Bladed Snow donde alguna vez juque con mi hermano, recordé aquellos momentos a su lado.
-Te extraño hermano; pensé en voz alta. Gire mi cabeza al notar que alguien me observaba desde lejos.
-Lan Shang; me levante del columpio para caminar hacia ella.
-Lan Shang; tomé sus manos y me coloque frente a ella.
-Perdóname por tod.
-No, no tiene caso que hablemos del pasado Ying Kong Shi; me interrumpió. –Tratas de pedir perdón a la persona que te acusó falsamente y trato de matarte, ¿no lo ves?, ambos nos hemos hecho daño mientras tratábamos de proteger a la misma persona.
-Si tan solo pudiese corregir todos mis errores; comente.
-Ya lo hemos intentado y solo conseguimos tragedia, tendremos que vivir con nuestros errores y aprender de ellos; me quede callado ante sus palabras y sin querer sonreí.
-¿Qué pasa?; pregunto curiosa.
-Se ha vuelto una verdadera reina majestad, un aire de sabiduría la rodea; contesté.
-También los Dioses somos víctimas del tiempo y el tiempo te hace sabio; me sonrió como una madre sonreiría a su hijo.
-Él igual venía a este lugar cuando te extrañaba; acaricio mi mejilla. -Ka Suo y tu son tan parecidos; suspiro recordando.
-Me alegra escucharlo.
-Xing Jiao me ha dicho que has ayudado a la reencarnación de Ka Suo; camino algunos pasos dándome la espalda. -¿Yo, yo estoy en ese futuro?
-Claro; conteste sin prensarlo. -Has reencarnado en una hermosa joven, siempre estas a lado de Feng Shuo, así se llama en ese futuro, solo una sonrisa tuya basta para hacerlo sonreír, te protege demasiado.
-¿Estaremos juntos en ese futuro? ¿Él podrá enamorarse de mí?; preguntó eufóricamente recordándome a la joven princesa Lan Shang, me quede en silencio no sabía que decirle, mis palabras anteriores la habían emocionado tanto.
-No te preocupes; comento al ver la expresión de mi rostro. –Lo sé pero aun así, me gusta soñar con ello; se sentó a lado de mí en una pequeña roca. –Sabes, después de que la guerra acabara, con la muerte de los jefes de las tribus, de mi abuela, Ka Suo pensó que la única forma de protegerme seria casarse conmigo y así me convirtió en su concubina. Aquella noticia me hiso sentir la mujer más afortunada, creí que tenía una pequeña esperanza y que podría disfrutar del amor de Ka Suo por muy pequeño que este fuese, no me importo nada, ni siquiera mis hermanas sirenas pero la felicidad nunca se presentó, me di cuenta que Ka Suo jamás me miraría de esa manera, siempre seria su amiga a la cual tenía que proteger, al principio pensé que podría soportar eso pero no fue así mi corazón se partía en varios pedazos día tras día. Comprendí que si me quedaba en ese lugar me convertiría en Lian Ji; me miro por algunos segundos. –Perdón no quise decir eso; trato de disculparse.
-No importa, tienes razón; conteste mientras tocaba su hombro para brindarle mi apoyo.
-Decidí marcharme con mis hermanas sirenas y tomar el lugar que mi abuela hubiese querido pero antes de hacerlo Ka Suo se fue, me quede a lado de Li Lou, no podía dejarla sola, trate de confortarla pero su tristeza era tan grande que un día se fue y así me quede sola en esta ciudad de hielo, me vi obligada asumir el trono y fue ahí cuando comprendí el peso de esta corona; la quito de su cabeza y la coloco frente a mi rostro.
-Fue en esos momentos cuando entendí el inmenso amor que tenías por Ka Suo, tu amor era el más puro de todos, siempre quisiste protegerlo y dejaste que la gente te difamara sin importante otra cosa más que tu hermano; colocó la corona en el columpio.
-Nadie imaginaba que la miedosa princesa se convertiría en la reina de la tribu más poderosa, así que tenía que esforzarme a reconstruir la tribu, a velar por la paz por lo que solo me enfoque en ello y cuando me di cuenta los años ya habían pasado.
-Lo has hecho bien Lan Shang, la Ciudad Helada se ve muy bien, la gente te adora y ahora que Yan Da asumió el reino no tendrás que preocuparte por la tribu del fuego.
-Yo no soy su reina, solo he trabajado muy duro para cuando tu llegaras, he hecho de esta corona las más ligera para ti.
-Te agradezco mucho pero ahora que Ka Suo no está, no hay motivos por ser un rey.
-Pero fueron los deseos de Ka Suo, el predijo tu regreso y quería que tú lo reemplazaras; comento en un tono serio.
-Estoy enamorado de Yan Da, quiero estar a su lado en todo momento y apoyarla, ahora que será reina la protegeré y velare por la paz de la tribu del fuego.
-Sabía que me dirías eso, lo note en cuanto los vi, me siento feliz por ustedes pero aun así tengo que pedirte que aceptes el trono, no por mí, por la gente quien ha estado esperando por ti.
-¿Por mí? ¿Por qué me esperarían a mí?; pregunte confundido.
-Eres el héroe de todos los reinos, el hombre que venció dos veces a Huo Yi, quien acabo con la tribu del fuego y al final sacrifico su vida por el Rey Ka Suo, todos aquí esperaban tu reencarnación.
-Yo no puedo hacerlo, quiero estar con Yan Da; conteste seriamente.
-No, esa no es la causa; contesto muy seria. -Sé que ser el rey cambiaria los planes de estar con Yan Da, será más difícil verse y estar juntos pero buscarían la solución, sé que la encontrarían; camino hacia mí. - Hay otra razón por la cual no quieres aceptar el trono.
-No hay sangre real en mí, ni siquiera soy un Dios de hielo, sé que mi hermano hubiese querido que yo gobernara pero mi padre o a quien creía mi padre no lo permitiría, el me odiaba y por respeto a su memoria o tal vez por el cariño que le tengo no puedo hacerlo.
-Ying Kong Shi; Lan Shang levantó la mano y elevo la corona transformándola en una caja de hielo color azul rey. - Xing Jiu me lo dio antes de marcharse, me dijo que lo cuidara como el tesoro más grande de todos los reinos, por eso lo escondí en la corona; coloco la pequeña caja en mis manos. –Xing Jiu me dijo que te lo diera solo a ti, que algún día regresarías.
-¿Qué es eso?; pregunte curioso.
-No lo sé, no me lo dijo; camino algunos pasos lejos de mí. -¡Descúbrelo!; desapareció en el aire.
-Su magia ha mejorado; hable en voz alta.
Tomé la caja de cristal, la observe por varios minutos tratando de adivinar su contenido, la gire buscando como abrirla pero fue en vano, utilice un poco de magia sin embargo no logre abrirla, únicamente se formaron pequeños cristales puntiagudos alrededor de la caja, trate de tomarla de nuevo pero uno de esos cristales roso uno de mis dedos produciéndome una herida en mi dedo índice, pequeñas gotas de sangre cayeron sobre la caja, produciendo de esta un gran brillo y de repente se abrió. Era un rollo, lo abrí lentamente empecé a leer, me di cuenta que era una carta.
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Ice fantasy; una oportunidad.
RomanceYing Kong Shi se le otorga una última oportunidad para corregir sus errores cometidos con la persona que lo amo más que a su propia vida, Yan Da, quien ahora ha reencarnado en la tierra de los mortales. Ying Kong Shi se trasformara en Yun Fei para...