Evocar

30 3 0
                                    



Desde la comisura de tus labios,

Se derrama jugo de una pasión,

Húmedos de flébil llanto,

Con aire de deseo y suspiros cuan húmedos rosales.


Tu sonrisa burlona, que hipnotiza,

Un lampo que me hace estremecer,

Me hace palpitar,

Me hace odiar la vida,

Como si viviera sin ti.

Sus ojos negros,

Nido de cuervos, nido de pesadillas,

Un venusto tesoro, un profundo hoyo,

Puertas cerradas, balcones abiertos,

Me dejan inconclusa,

Me dejan hecha y deshecha,

Se mezclan en su mirada un elixir mortal.


Y lloras cascadas, sollozas conjuros,

Lago cerúleo,

Rosa del Nilo,

Llegaste en medio de mi idilio y dejaste en mí una yactura,

Hiciste de mi un desastre,

Hiciste de mi tu cadena,

Hiciste de mis lágrimas un naufragio,

Hiciste de mi corazón tu celda,

Hiciste lo que nunca nadie hizo y te volviste en mi cabeza una prisión.


Tu danzar letifico,

El cómo tu cuerpo baila en el retumbar de los tambores,

Tu alma conspicua,

El manifiesto de las llamas,

Yo estaba ahí, ardiendo por dentro,

Tú estabas ahí, viéndome arder.


Agua y fuego,

Se abrazan en el limbo,

Sin destino ni hogar,

Nos evaporamos,

Nos perdemos y como nubes nos lloramos.


¡karma del destino!

Un dios que no lo dejó ser,

Y ruego para que no sea un capricho,

Y si lo es, hay caprichos que no se dejan.

No se deja, como el pecado dejo su beso entre nosotros.


Dale fin al incausto,

Y a todo lo sereno,

Con tu discurso hazme trizas,

Con tus manos hazme añicos,

Mátame, mátame otra vez

Que la muerte es dulce porque sabe a ti,

A tu donaire,

A tu gloria.

El Chico Del PianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora