El Chico Del Piano

Mémoire meurtrière

memoria asesina de precisión homicida,
murmullos eviternos,
una pócima de lucidez que me corrompe desde la cabeza hasta los pies.

Mémoire meurtrière; que rompes huesos, desgarras entrañas, bebes lágrimas y sangre,
viajero del tiempo y espacio,
lascivo fotógrafo de retratos demacrados que con los años deseamos enterrados,
quienes te pensamos nos volvemos pueblo en tu dictadura.

Mémoire meurtrière; nunca te vas y en nosotros vives,
y vives del deprecar de tus huéspedes,
pero el huésped eres tú, entre el pensar y el sentir.

Es una memoria asesina la que tengo,
La que no me deja en paz,
Me encamina a las tragedias de un dislate y a fenecer en la locura de tu recuerdo exánime presente en el pasado,
Pero aun caminas en los ojos de mi memoria asesina,
Hablas y callas,
Ganas y fallas,
Pierdes y hallas.

Respiras como besas y besas como respiras en estas retinas finas que no te dejan ir una vez se cierran las que de pieles son cortinas.
Para inhumarte de mí vida cuando se me pase la ceguera,
Si es que me dejan las memorias asesinas.

Deflagrare en tus restos y tú en los míos cuando nuestros cuerpos perezcan en deseos reprimidos,
Y todo pase con la vehemencia y destrucción de un tornado,
Cuando logre quebrarnos como porcelana,
Y mutilar nuestras promesas,
Cuando logre arrancar el corazón de nuestros pechos,
Y ver el cielo como una hermosa condena,
Para estar juntos cuando todo acabe y yo muera,
Si es que ya no he muerto a causa de mi memoria asesina,
Porque hace de tu figura un cuchillo para abrir de nuevo la herida.
Mémoire meurtrière.