Prólogo

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Tú estabas allí cuando sucedió... tú estabas allí cuando tu madre comenzó con las contracciones...
Tú estabas allí cuando fueron al hospital...
Tú estabas allí cuando comenzó el parto...
Tú estabas allí, y desearías no haber vivido lo que viviste.

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- Señorita... El doctor quiere hablar con usted.

La voz de la enfermera te despertó del ligero sueño que habías logrado tener. Tenías la fuerte impresión de que algo andaba mal con tu madre. No por nada le habían hecho una cesárea urgente y se la llevaron dentro de la sala de las cortinas negras.
Seguiste a la mujer por un pasillo. Pasaste por las salas del ala de maternidad, y sentiste un aura oscura que se cernía sobre ellas. Algo estaba mal. Algo estaba andando MUY MAL.

Te pareció ver una sombra filtrarse rápidamente por una puerta abierta. Apenas habían dado unos pasos siguiendo su camino, cuando escucharon un grito desgarrador. Un grito de dolor. Pero no dolor físico, si no ese dolor que pareciese que te depedazara por dentro.
La enfermera se alarmó, y fue hasta la habitación. Tenías miedo. Siempre te dieron escalofríos los hospitales, pero ahora lo que sentías era miedo puro.

-Oh por los dioses.

Te habías asomado por una rendija, y el espectáculo era lo más aterrador y triste que podrías haber presenciado nunca. Un pequeño bebé colgaba inerte de los brazos de su madre, quien lo sacudía desesperadamente para hacerlo reaccionar.
Las parteras que estaban allí se cubrieron la boca horrorizadas.
Tú solo tragaste duro y te diste la vuelta, queriendo encontrar a tu madre y abrazarla lo antes posible.
La enfermera salió un momento después, con lágrimas en los ojos.

-Siento mucho que haya presenciado esto, fue tan de improviso.

-E-está bien... Solo llévame con mi madre por favor.

La enfermera agachó la cabeza y me indicó el camino. Parecía conmovida por ti, más que por lo que acababa de pasar.

Entendiendo que había malas noticias, la miraste un momento, antes de girarte y correr hacia la oficina del doctor.
Cada zancada que daba se hacía un camino demasiado largo.
Rezabas para que tu pequeña hermanita y tu madre estuvieran bien.

-Diosa de la Vida, ayúdame ahora... Por favor, ayúdame...

Pasaste por otras salas con partos en proceso, el hospital estaba casi lleno.
Apenas corriste unos metros más, se elevó en el aire otro grito tan horrible como el primero. Tu piel se erizó. Luego otro, y otro más. Que rayos estaba pasando?

Tu corazón se encogió recordando lo que acababa de suceder con el bebé. Tan pronto estuviste a punto de soltar la primera lágrima de desesperación, ya te encontrabas frente a la puerta de esa oficina. De lejos se escuchaban gritos y lloros de mujeres.

Tomaste el picaporte y lo giraste con brusquedad, y allí estaba el médico, con muchos papeles en una mano y el teléfono en la otra. Te miró.

-Siento decirte esto de la peor manera posible, pero estamos ahora mismo en una emergencia sanitaria mundial.

-Decirme qué?

-Tu madre y tu hermana acaban de fallecer. La beba nació inerte y tu madre sufrió un ataque al corazón por el esfuerzo y la mala sorpresa, lo siento.

Te quedaste congelada. Realmente... Ellas ya no estaban?
La niñita, a la que tanto habían esperado... Y tu propia madre...

En ese instante tu vida se sintió como un globo. Ahora el globo era negro. Y había explotado.

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Hola todo el mundo!!!!
Venía pensando en una historia de Reaper x reader (xD) pero no sabía cómo comenzarla sin perder la inspiración para la de PJ, pero bueno, aquí me tenéis, haciendo lo que (espero) sea una historia de 40 capítulos más o menos... Una historia llena de oscuridaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah okno, pero si
Bueno eso es todo, si te gustó, pégale a la estrella, y Outertale!Sans te amará por siempre, y si no, también!! Comenta, que me da mucho, muchísimo apoyo para seguir escribiendo...
Con cariño

TaTo

Equilibrio (Reaper!Sans x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora