Una Boda, Un Secreto, Un Funeral.

Inuyasha

Ahome después de arropar en la cama a Rin y leer una historia a Shippo fue a su habitación se dio un baño relajante al salir con su bata puesta habría sido falso decir la sorpresa que se llevó al ver a oji dorado esperarla su pecho y vientre se encontraba expuesto la Luz podía y permitía ver el resultado de una serie de cambios que tubo a lo largo de los años.

–Veo que te encanta verme el dejar las fiestas y hacer un poco de deporte me ayudo a mejorar. –Si ya lo veo. – ¿Por qué creo que es injusto que yo esté semi desnudo y tu no?

–No lo creó. –Ella contestó al momento que apago la luz. –Está bien me conformo tenerte cerca y tocar tu hermoso cuerpo. –El comento al momento que ella ingresaba a su cama y la cubría con la frazada. El, la beso mientras sus manos ágilmente se deshacía del camisón. Ella sentía desfallecer con ese beso al cortar el beso ella sentía que su cuerpo reaccionaba a él.

–Ahome querida ¿puedo preguntarte algo muy personal?

–Claro. –Contestó sincera.

– ¿Cuántos hombres se han atrevido a tocar este cuerpo tan perfecto?

–Es curioso que preguntes, por qué solo un hombre eh permitido que me toque.

–Sesshomaru sorprendido respiro profundo y trago en seco, el comprendió porque ella reaccionaba de esa manera ante él. – ¿Ahome me estás diciendo que solo conmigo?

–Sí, Sesshomaru después de ti durante todos aquellos años, no pude estar con hombres, era contradictorio porque te recordaba como un hombre pero también tu rechazo me afecto.

–Por Dios Ahome yo... No pensé afectar tanto tu vida al actuar de esa manera tan miserable.

–Sesshomaru... Tranquilízate ¿Sí? Eso ah quedado en el pasado. – Ahome acaricio la espalda del peli plata, tuvo que sentarse para poder asimilar lo dicho por ella.

–Sesshomaru, no te perdonaría si no me tomas ahora.

– ¿Estas segura?

–No estoy dudando a fin de cuentas nos casaremos.

En la mañana siguiente Irazue en el desayuno comentó. –Inuyasha ya puede tener más visitas, Sesshomaru quiera que fueras a verlo y le des apoyo. –Madre iré en cuanto pueda. Por ahora quiero enfocar en Rin y Shippo a sus estudios.

–Es verdad abuela Tía Ahome y tío Sesshomaru prometieron comprar nos un helado después de estudiar.

–Magnífico, entonces vallan por sus mochilas y esperen los en la biblioteca. –Irasue dijo, sonriente y vio que ambos niños corrían a las escaleras.

Una vez solos los cuatro adultos, la peli plata habló. –Es importante que acudas a ver Inuyasha en realidad no la está pasando bien, el insiste en vallas a verlo solo.

–Si lo deseas puedes ir a verlo yo te excusaré. –Ahome dijo.

–No, dame primero las dos primeras horas con ellos y les explicaré que tu los llevaras por el helado.

–Buena decisión. –Por fin habló Toga.

– ¿Padre te encuentras bien? no has hablado mucho.

–No, tengo mucho que decir. –Respondió con un tono vacío.

Posteriormente de las horas que Sesshomaru pidió exclusivamente par el, explicó y pidió que se comportará con Ahome, recordándoles que ellos dos son la única familia que le queda.

Ahome aprovecho el tiempo que pudo para seguir interactuando con ellos.

A pesar que fueron llevados por uno de los guardaespaldas que Toga asigno, ella sentía que era para que la vigilarán y no se llevara a los niños, ya que el lugar era muy tranquilo, después que comieron sus helados los dos niños querían ir a caminar, entre las tiendas les llamó la juguetería por lo que entraron a ver.