Capítulo 12

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La gala supuso un antes y un después en Camelot. Todo el mundo supo que habría cambios en el reino con el descubrimiento de la supervivencia de un miembro de la familia Emrys. Hasta el momento, era el mismo Rey (o el príncipe) quien gestionaba lo que era la extracción del hierro, así como los metales preciosos, y algunas gemas raras que había en sus tierras; pero con el regreso de los Emrys, la responsabilidad estaba con ella, así como su precio e incluso podía pedir el por qué del envío y negarse a darlo.

Habían pensado que sería una presa fácil para sus juegos políticos y conseguir contratos "muy ventajosos" para ellos, o lo que era igual a aprovecharse de su ignorancia para robarle poco a poco. Por desgracia, parecía que el viejo Guardián de los Archivos la había preparado para lo mismo, o incluso su madre, sabiendo su origen noble, la había educado bien, porque no habían sido capaces de engañarla ni una sola vez. Ni siquiera había hecho falta la intervención del príncipe, ella sola había logrado vadear a los lobos.

Aquello había hecho que la joven se ganara una fama de ser muy inteligente, además de hermosa, y que era alguien con quien no se debía jugar si no querías salir mal parado. Muchos lo habían descubierto de forma difícil; habían tratado de ser condescendientes, y ser sutilmente insultantes, y habían descubierto como ella con tan solo una mirada había descubierto como eran y de que pie cojeaban, y como con su mismo juego les había puesto al descubierto todos su defectos y puntos débiles. No, era muchísimo mejor ni tan siquiera intentarlo, era mucho mejor para su vida social y autoestima.

Y luego estaba el príncipe Arthur.... era obvio hacía cualquiera que hubiera querido mirar que estaba prendado de la joven. Lo que obviamente había sido cortesía hacia la dama, se había transformado en lo que era una obvia fascinación por ella, por lo que siempre que le era posible estaba a su lado, enseñándole algo del castillo, la ciudad o incluso llevándola a pasear a caballo. Sí, era muy claro para todos la fascinación del príncipe hacía la joven.

Aún así, la vida en el reino continuó como si nada, con sus idas y venidas junto con los rumores que corrían por todos lados sobre Lady Merlín.

Fue aproximadamente tres semanas después de su "llegada" a Camelot que Merlín planteó una situación al príncipe en uno de sus paseos "privados", o sea ella y el príncipe por un lado, y Gwen y Lancelot (las carabinas) por otro.

- Arthur.

- ¿Mmm?

- Geoffrey considera que estoy lista para hacerme cargo de mis tierras.

- Eso es algo bueno. Geoffrey es un maestro duro y nunca consideraría dejarte sola si no fuera cierto.

- Lo sé.

- Entonces, ¿por qué estás así de preocupada?

- Me ha aconsejado que vaya a mis tierras.

- ¿Qué?

- Dice que sería bueno que mis súbditos me vean, me conozcan y se familiaricen conmigo y yo con la zona. También dice que debería hacerme cargo del castillo de mi familia y ordene las reparaciones pertinentes.

- Y mal que me pese, tiene razón. Ahora tienes esa responsabilidad, y tal y como circulan los rumores por Camelot, estoy seguro que les habrá llegado la noticia de su nueva señora, y se preguntarán el por qué no ha ido a verlos todavía.

- Eso fue lo que me dijo Geoffrey... eso quiere decir que tendré que ausentarme durante algunas semanas...

- Lo sé.- Suspiró el príncipe.- Quiero que Gwaine, Lancelot y Percival te acompañen.

- Arthur, puedo protegerme

- Lo sé, pero hazlo por mi tranquilidad, por favor.

Así pues, un par de días más tarde ,se reunieron en el patio con tal de despedirse del grupo. Por petición de la bruja, no se habían enviado soldados a pie, y tan solo irían con ella Gwen y los caballeros. Su excusa había sido que así no solo irían más rápido sino que era demasiado arriesgado alejarlos de la ciudad por si había un ataque.

Lady EmrysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora