Capítulo 33- A todos nos llega el amor..

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Después de una semana admitimos lo que nos pasaba y al fin nos hicimos novios- al primero que se lo dije fue a Thomas, en otro momento me hubiera importado una mierda... pero realmente quería que las cosas estén bien, sobre todo con mi familia

-Christian: oye ¿Tom podemos hablar?- el me miró y asintió- creo que te debo unas cuantas disculpas después de todas nuestras peleas, mis insultos y... el me interrumpió-

-Thomas: Chris, tu sabes que ya no importa todo eso, sólo quiero que estés bien...*¿en qué familia no hay peleas entre hermanos?

-Christian: eso lo sé... pero hay algo más, mierda no sé cómo decirlo-

-Thomas: ¿qué estás saliendo con Vanesa?* sólo dilo tonto- me sorprendió- ella es tuya desde el primer día que se vieron, tu tardaste un poco más en decidirte pero ella siempre te amó... siempre lo supe- el bajó la cabeza- siempre me hablaba de ti y sabes que... me enfermaba, me moría de celos, por eso te provocaba, aunque sabía que era en vano porque ni ella me iba amar como a ti, ni yo iba a vencerte nunca. Cuando pasó lo del motor home al principio me sentí orgulloso porque al fin yo te había lastimado y no al revés... pero luego juro que me arrepentí, ver a mamá sufriendo me partió el alma, y todo lo que vino después... Christian... no merecías todo lo que pasaste, lo lamento mucho de verdad- se puso a llorar como un niño- yo soy tu hermano mayor y se supone que debo protegerte, aconsejarte y acompañarte-

-Christian: ya basta, fuimos dos idiotas... ¡pero no te voy a negar que quería matarte!- reíamos- y no te hubiera dejado cuidarme ni de coña... sabes que prefería arreglármela siempre sólo-

-Thomas: si... siempre fuiste un chico rudo... lo que nunca me imaginé es que construiste esa personalidad a base de odio y resentimiento*yo no hubiera sabido que hacer Christian... sabes lo tonto que fui toda mi vida... siempre callado y tranquilo... capaz terminaba meándome de por vida- solté una risa- pero tu no... Siempre ocultando tu debilidad y mostrándote fuerte, invencible... nunca te acojonabas por nada... ¿y cuando empezaste a entrenarte físicamente?... el abuelo hacía esas bromas de que te preparabas para matar y yo ya me veía internado por tus golpes- ambos empezamos a reír-

-Christian: bueno ya es suficiente, me admiras y me tienes envidia porque fui el chulito toda mi vida...reconócelo y ya- soltó una carcajada- entonces a lo que íbamos... ¿no te jode que salga con Vanesa entonces? -

-Thomas: claro que no... Me alegra que al fin sientes cabeza tonto... pero debes cuidarla Christian porque en donde te haces el idiota sabes que la pierdes, no por mí... debo aclararte que nunca pasó nada entre nosotros y además sabes que estoy saliendo con alguien... pero hay muchos revoloteando a su alrededor... además que darían la vida por ella-

-Christian: ¿cómo es eso? ¿Quiénes son?- ¡¡me lleva la mierda!!- ¿los conozco?

-Thomas: yo que sé... tú no te sentirás inseguro no?... tienes todo lo que ella quiere así que ni te preocupes... sólo hazla feliz-

Una vez aclarado el tema, lo comunicamos al resto de la familia, estaban todos contentos y nos deseaban suerte... si como si fuéramos a jugar un partido de fútbol no sé...

Reconozco que nunca creí que se sentiría tan bien estando de novio... ella era la mujer más dulce que vi en mi vida... y yo pasé de ser el tipo insensible al más enamorado del mundo- me tenía loco... y los demás se reían de mi - era otro yo... una versión desconocida del Christian rebelde y despreocupado, cuidaba más de mi familia, pasaba tiempo con mi padre, acompañaba en muchas cosas a mi madre, por ejemplo cuando hacia las compras para la casa... la llevaba al súper, cargaba el carro... era muy divertido-

La Dra. Mónica con quien seguía teniendo sesiones aún después de casi un año de mi salida del instituto estaba feliz por mi evolución, cada tanto iba al instituto a visitar a Ezequiel, a Ester, a alguno de los chicos con los que podíamos compartir una tarde en el parque tomando mate, la bebida caliente que toman los argentinos así hagan 40 grados de calor... me había acostumbrado a eso. En ocasiones veía a Micaela, había tenido una recaída, me dijeron que lloró cuando me fui... se retrajo y eso no ayudo en la evolución, cuando pude hablar con ella le pedí que pusiera voluntad... que si lo que quería era salir de ahí era estando bien... así que esperaba verla en una cafetería para compartir algo. Se puso triste cuando le dije que me había puesto de novio, que estaba enamorado realmente... me prometió salir adelante y visitarme-

Mi puesto en la distribuidora lo había perdido, un chico de unos 20 años en mi lugar... con 27 años no tenía trabajo así que era el momento de buscar uno. Para mi suerte me aceptaron en uno muy rápido... era el asistente de un contador muy reconocido de la zona, llevaba la economía de muchas empresas importantes de la ciudad y de alrededores, eso me iba a servir de experiencia porque me propuse a inscribirme en una carrera universitaria, Administración de empresas-

Todo iba muy bien, Vanesa y yo estábamos cada vez más unidos, ella se quedaba en casa y a veces me iba a la suya, como no había niños revoloteando ni mucha gente allí, podía ir a concentrarme a estudiar para mis exámenes. Betty pasaba horas al lado mío sirviéndome café, tomábamos mate, repasaba mis lecciones con ella, era mi segunda madre. Claire ya tenía a su pequeña niña, Maia, era la cosita más bella que vi en mi vida... una bebota con los cachetes rosados, la boquita más pequeña y roja jamás vista... la piel clara y su voz era como de la de las caricaturas... bella, tierna y mi primer sobrina... estaba encantado con ella... más bien tonto.

Mi mente estaba ocupada, mi corazón y mis horas... no tenía que pensar en nada más que en hacer feliz a las personas que me rodeaban... ¿raro? totalmente, pero para mí era lo más normal... no podría concebir mi vida sin ese rumbo...

Las noches eran de pura pasión, Vanesa y yo prácticamente vivíamos juntos... yo tenía la habitación para mí sólo porque mi tía y mi prima se habían mudado a un departamento, por lo que Thomas se fue a la habitación que ellas ocupaban.

Nuestras noches de amor, de fiestas... juntos claro, era de lo más divertido con ella porque hacíamos payasadas y la pasábamos muy bien sin necesidad de consumir porquerías... verla apenas ebria me llenaba de ternura... y aparentemente éramos muy graciosos porque todos reían con nosotros. Sobre todo cuando llegaba cargándola en mis hombros, o aparecíamos dormidos en el sofá porque nos dolían los pies de tanto bailar y no podíamos subir las escaleras. Y las noches de pasión era para descubrir algo nuevo, por ejemplo que la ponía cuando mordía debajo de su oreja, o apretaba su entrepierna mientras la besaba... lo último... le gusta verse en el espejo mientras la agarro por detrás, su cara de pervertida me pone loco, la manera en que se viene cuando estamos con las piernas enredadas, en poses fuera de lo convencional... Éramos uno sólo, podía caer el mundo entero y nosotros estábamos conectados en cuerpo y alma... no existía nada ni nadie más. Despertarnos abrazados con la confianza de que no existían olores mañaneros, ni malos aspectos ni nunca mal humor. Muchas mañanas uno de los dos estaba perdido en la zona sur del otro para darnos los buenos días, era sin dudas la mejor manera de empezar el día...

 Muchas mañanas uno de los dos estaba perdido en la zona sur del otro para darnos los buenos días, era sin dudas la mejor manera de empezar el día

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