Al bajarme del taxi, me alejé bastante de ellos para evitar que algún paparazzi o alguien importante me viera y arruinara más me reputación. Traté de arreglar mi apariencia. Una dama de alcurnia como yo, no debe verse mal aunque la situación no sea favorable.
Al terminar de sacudir y tratar de verme menos horrenda, noté que no estábamos absolutamente cerca de la mansión o a la entrada principal. Es más, nos encontrábamos en la calle.
- ¡Un segundo! ¿Dónde estamos? ¡Este no es mi hogar! ¡Ni siquiera cerca! ¡Taxi! ¡Exijo que me... - Apenas intenté terminar mi oración cuando el taxista echo a correr mientras le daba unas ultimas palmadas a Roxter.
-Amigo Rox, yo me largo de aquí- El taxista corría agarrándose su peluquín , mientras su ropa: pantalón café y su saco gris ondeaban con el poco viente que el creaba, mientras se alejaba de mi.
-¡Oiga! ¡Alto! - Corrí detrás suyo para intentar detenerlo, pero sólo logré que subiera rápidamente al taxi y echara andar.
Por otra parte, sólo pude oír a lo lejos las risas de Elliam Federlok. Quería matarlo en ese instante.
- Bueno señorita Whirgutt, me despido, es aquí hasta donde puedo acompañarla. -Decía Roxter mientra se alejaba junto con su nieto.
-¡Bien! ¡Váyanse! ¡No los necesito! - Les gritaba con tanta ira mientras me acercaba a la entrada principal.
Mientras ellos se alejaban, me disponía hablarle a Yanil a través del citófono, el cual se encontraba en la entrada principal. Presioné el botón una vez y nadie respondía.
-¡Qué descaro!¿Por qué nadie responde? ¡Qué incompetente servidumbre!- Me decía a mi misma ya que me estaba empezando a desesperar.
- Mansión de la familia Van Whirgutt ¿Qué desea? - Escuché una respuesta.
-¿Yanil? ¡Soy yo, Ellesa! ¡Ábreme la puerta y llévame a mi cuarto! ¡Rápido!¡Ya!- Contesté muy irritada.
- ¿Señorita Whirgutt? ¿Cómo es que...? -
-¡Cállate y date prisa! - Le grité.
-Amm... ¿señorita Whirgutt?- Preguntó Yanil.
-¿Qué sucede? ¡No me hagas perder más mi tiempo y dilo ya!- respondí muy enojada.
- Darko, no se encuentra, así que no podrá ir a traerla. - Decía Yanil un poco apenada.
-¿Qué?¿Cómo se atreven?¡Llama a Zulan!¡Date prisa!- demandé.
-S... sí.... señorita, enseguida. -Decía Yanil apurada.
- Ufff... ¿Cómo puedes ser tan tonta Yanil? - Me preguntaba porque estaba perdiendo los estribos.
Yanil era mi mucama personal, tenía aproximadamente mi edad. Ella era tonta, realmente torpe y bastante tímida. Su color de piel blanca y su rubio cabello me hacían sentir un poco de envidia, pero sólo un poco. Por supuesto yo era más hermosa que ella y mucho mejor.
- ¿Señorita Whirgutt? - Decía el citofono. Era la voz de Zulan.
-¡Oh Zulan! ¡Al fin alguien competente! ¿Dónde rayos estabas? ¿Sabes por cuantos problemas tuve que pasar? - Le grité.
-Sí... señorita Whirgutt, con respecto a eso, sus amigas le estaban esperando y estuve atendiéndolas el mayor tiempo posible junto con Yanil...- Contestaba Zulan algo preocupada.
-¿Qué? ¿Mis amigas? ¿Aquí y ahora? - Pensé.
Fue en ese momento cuando recordé la ansiada pijamada que habíamos planeado con cautela.
-¡Zulan tonta! ¡No me hagas perder más mi tiempo y ven por mi... AHORA! - Grité tan fuerte que seguramente me escucharon todos.
- Señorita Whirgutt, ese es el problema, no hay nadie ni nada que la pueda traer hasta la mansión, tendrá que caminar por su cuenta.- Al finalizar, Zulan corto en seco.
-¿Zulan? ¡Zulan! ¡ZULAN! ¡No me puedes dejar aquí! ¡No pienso caminar!- Grité.
Las puertas de la entrada principal se empezaron a abrir y no tuve otra elección más que caminar.
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Princesa de hielo
Teen FictionDespués de su inesperado quiebre en tan famosas empresas, la familia Van Whirgutt debe salir adelante para sobrevivir en la sociedad. Sin embargo, Ellesa Van Whirgutt, hija única de la adinerada familia, y conocida como la "Princesa de hielo" en su...