Capítulo 10: "El reino de la princesa se derrumba"

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Noté que Yanil no llegaba de inmediato a mi llamado, así que hice lo que mejor se hacer: Enojarme

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Noté que Yanil no llegaba de inmediato a mi llamado, así que hice lo que mejor se hacer: Enojarme. 

-¿Otra vez tengo que atenderme sola? ¡Qué horror! ¡Todos son unos inutiles! No sé por cuanto tiempo podré soportar esta situación!- Me decía mientras preparaba mi baño. 

Lamentablemente no salió como esperaba: El agua salia tan helada que mi tersa y aperlada piel se volvía morada y después de un breve momento, se podía sentir demasiado caliente como la lava hasta el grado de quemarme, a pesar de ello, continué mi baño, cuando finalmente terminé y decidí aplicarme una mascarilla para mi hermoso rostro, noté que mi cara estaba tan roja. No lo soporté más y grité. Salí del baño con mi bata rosa y una toalla blanca sobre mi cabeza, realmente estaba demasiado molesta.

Hasta que escuché unos pasos corriendo hacia mi.

-D-d-disculpe señorita Whirgutt, Zulan necesitaba mi ayuda y...- Decía muy preocupada y alterada mientras toma aire Yanil.

-¡A mi no me importa lo que estés haciendo!¡Tú tienes que venir cuando te llame, ese es tu único deber! ¿O acaso olvidaste quién te acogió cuando necesitabas tragar? ¡Por tu culpa mi bello cutis quedo arruinado! ¡Por tu culpa! - La regañaba con tanta euforia.

-No señorita Whirgutt, pero es que...- Me alegaba con una sensata timidez Yanil que no lo podía creer.

- ¿Te estás revelando contra mi? - Le grité.

-¡No señorita Whirgutt, no es lo que piensa! - Me decía con suplica casi sollozando.

-¿Así me agradeces después de todo este tiempo dándote un digno trabajo? ¿Esa es tu forma más impertinente de pagarme? - Le decía tan exaltada que no lo podía creer. Mi cara mostraba un rojo intenso de la quemadura pero aumento más con mi rabia hacia ella.

-Señorita Whirgutt, discúlpeme no volverá a pasar...- Decía llorando Yanil.

- Tienes razón, no volverá a ocurrir porque ya no importa, es más, toma tus cosas y vete ahora mismo. Estás despedida - Le dije firme y segura sin mirarla, señalando las escaleras que daban hacia la salida.

Yanil rompió en llanto y salió corriendo por las escaleras. Se escuchó un ruido, al parecer, eran mis amigas quienes habían abierto la puerta de mi habitación para escuchar todo el drama.  Me dirigí hacia ellas y sin gran disimulo preguntaron sobre lo ocurrido.

-¿Qué sucedió Ellesa?- Preguntó Roselly con cierta malicia.

- Odio la impertinencia y Yanil lo tenía muy merecido. - Respondí con dignidad mientras cruzaba mis brazos.

-Mira tu rostro querida, pareces una manzana...- Decía la pequeña Farily.

-¿Qué? ¡Necesito mi crema ya vuelvo! - Repliqué y apurando mi paso me regrese al baño mientras mis amigas se metían a mi cuarto. Sin embargo, al llegar al tocador me percaté que ya no tenía mi crema especial, así que opté por preguntarle a mis queridas amigas si alguna poseía un cosmético especial para mi. 

Con pasos suaves me dirigí de nueva cuenta a mi dormitorio y antes de girar la perilla de la habitación escuché sus risas y me detuve un breve momento para escucharlas hablar.

-¿Pueden creer que sainete acaba de ocurrir? - Preguntaba Roselly con descaro e indignación.

-Lo sé, siento lastima por la sirvienta, yo no trato de esa manera tan salvaje a mi servidumbre ¡Qué barbaridad! - Refutaba Staniffer.

-Si yo fuera Ellesa, metería mi enorme cabezota en un agujero para que nadie me viera - Volvía a replicar Roselly mientras echaba a reír.

- ¡Qué buena idea! ¡Muy merecido tiene el apodo de princesa de hielo! - Decia Roselly con cierta gracia.

- Debe ser tan cruel  y tener hielo en las venas para que la llamen así...- Opinaba la pequeña Farily.

-Aún sigo sin creer que haya rechazado al apuesto Yacktter...- Comentaba Surlee

 Por otra parte, no podía creer lo que escuchaba. ¿Mis mejores amigas criticándome tan descaradamente? Ellas no serían capaces, me aman, me idolatran. Nadie podría odiarme si soy tan hermosa, rica y perfecta. Nadie. Iba a entrar para esclarecer la situación cuando la pequeña Farily preguntó:

- ¿Pero por qué siguen siendo amiga de Ellesa, si ella es muy cruel? -

- Porque "dah" ¿Qué no es obvio? Se llama dinero, niña.- Contestaba Roselly algo molesta.

- ¿Tu crees que nuestros padres nos dejarían derrochar por cosas tan absurdas el dinero, Farily? ¿Recuerdas que de cumpleaños querías comprar un parque de diversiones para ti sola y sólo recibiste 150 peluches?- Preguntaba Surlee para darle a entender lo que pasaba. 

-Así es niña, mientras Ellesa crea que somos sus amigas obtendremos todo lo que queramos, ya deseo que sea Diciembre para decirle a Elle que me compre... ¡Ups! Reafirmo lo que dije, se compre cinco hermosos y más costosos yates para hacer una excepcional fiesta en su honor.-  Expresaba con tanta satisfacción Roselly.

Continué parada detrás de la puerta, inmóvil como si el tiempo se hubiese detenido. Sentía que dentro de mi algo se derrumbaba a pedazos. 

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