Capítulo 18: Un plan malévolo (Segunda Parte)

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Zulan miró a su familia y con sus ojos los amenazaba para que despejaran el pequeño pasillo

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Zulan miró a su familia y con sus ojos los amenazaba para que despejaran el pequeño pasillo. Rápidamente se iban, sin mencionar nada del asunto. 

-¡Magnífico! ¡Simplemente, no puedo creerlo!- Alegaba de forma exuberante ante tal vil acto de mi padre.

Había dos cosas que me molestaban, bueno en realidad... demasiadas. La principal de ellas, que me pusieran en ridículo. 

- Señorita Whirgutt ¿Quiere que la acompañe has...- Decía Zulan pero la interrumpí abruptamente.

-No, no, por el momento quiero estar sola... en un momento saldré, ahora... ¿Te importaría dejarme sola? No puedo pensar si me miran - Finalicé.

Zulan salió de la habitación, rápidamente me puse a pensar en ideas para evitar quedarme en casa de mi abuela. 

-¿Y si me desmayo por un mes? ¿O me hago la muerta? Digo, puedo aguantar la respiración por 3 segundos... seguro podré contener el aire en un mes. ¿Y si escapo como en las novelas románticas y un apuesto príncipe me salva? Tan apuesto como... Elliam... Elliam...- Me preguntaba como si esperaba respuesta alguna.

-Elliam... Elliam... Elliam- Suspiré de forma romántica, imaginándolo vestido de príncipe y acercándose lentamente a mi para darme un beso, mientras me acercaba a la ventana contemplando la luz de la luna.

-¿Sí?- Respondió Elliam quién se asomaba por la ventanilla.

-¡Elliam!- Grité sobresaltada y caí de senton. 

-¿Q-q-qué demonios haces aquí? ¡No me asustes de esa manera, tonto! ¡Pude haber muerto! - Exclamé muy enojada.

-Tú me llamaste, además ya iba a dormirme ¿En qué te puedo ayudar? - Decía mientras entraba a la habitación por la ventana, estiraba sus brazos como si estuviera adolorido y contenía la risa.

-¿Eh? ¿Yo? ¡Je! Nada... ¡Fuera de aquí! - Espeté algo nerviosa.

-De acuerdo... - Contestaba Elliam con tono de satisfacción mientras se iba.

-¡No! ¡Espera! ¡Espera! - Grité y lo tomé por  la manga de su suéter rojo y continué.

- ¿No escuchaste nada al respecto, verdad?- 

Aunque hice la pregunta, realmente esperaba que respondiera con un "NO" o su singular "No me importa" y entonces, ocurrió:

Solté la manga de su suéter y él se alejó. Me guiñó de manera coqueta y respondió:

-Oí lo que quería y necesitaba escuchar -

No pude contener mi emoción y mi cara se puso tan colorada como una manzana. ¿A qué se refería con esa frase? ¿Qué trató de decirme? ¿Ya sabe mis sentimientos? ¿Por qué los chicos no son claros con sus ideas? Y dicen que las mujeres somos complicadas.

 Mi cabeza era un remolino de emociones, mis manos estaban tan sudorosas y el corazón volvía a latir como loco. Cada vez me gustaba más Elliam Federlock. Era la primera vez que me gustaba demasiado, y sin exagerar, un chico. Su personalidad; fría y áspera pero al mismo tiempo, dulce, torpe y alegre. 

- Seguramente, sientes lo mismo que yo, Elliam Federlock - Susurraba sin quitar las manos de mis mejillas aún ruborizadas.

-Señorita Ellesa Van Whirgutt de Federlock... Umm.. Ahora que lo pienso, no suena nada mal, es más, me agrada - Juntaba mis manos cada que pensaba en lo maravilloso que sonaba esa unión de nuestros apellidos y continuaba mezclando los nombres.

Sin darme cuenta el tiempo transcurrió tan rápido que había olvidado que iría a casa de ese "demonio con arrugas". 

- ¿Como llamaremos a nuestros hijos? ¡Ay, qué cosas piensos! Aunque me gustaría que se llamara...- Justo cuando había pensando el nombre, escuché el pitido de un auto.

Se escucharon los pasos de Zulan en mi dirección.

- Señorita Whirgutt, la limusina ha llegado por usted - Citó Zulan de forma seria.

-Yo... amm... este... no puedo...- Respondía con bastante nerviosismo.

-¿Por qué?- Respondía Zulan alzando una ceja.

-Porque... porque... emm... ¡Me rompí una uña! ¡Sí! ¡Eso! Y no quiero sacarle un ojo a alguien, ya sabes como dice el dicho "El que madruga, se lo lleva la corriente" ¡Ay, tu sabes el resto! - Vociferé mirando a todos lados y esperando que Zulan me creyera. 

-Como... usted diga, Señorita Whirgutt, pero mi último deber es guiarla hasta el auto, así que, acompáñeme-  Finalizó Zulan tan fría y triste. 

-¿Cómo que último?- Preguntaba muy preocupada mientras nos acercábamos a la entrada principal y veíamos el auto con un chofer esperando a fuera. 

Mientras subía al auto, el chofer, cerró la puerta y empezó a andar en marcha. 

-¡Zulan! ¡Responde! - Le gritaba mientras el auto avanzaba.

Toda la familia de Zulan salió y se despidieron de mi, todos, excepto, Elliam. Mi corazón se rompió en mil pedazos, al no verlo. 

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⏰ Última actualización: Apr 22, 2018 ⏰

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