Capítulo 4: "La biología del qué"

18 0 0
                                    

Podía escuchar su corazón latir tan rápido como el mío

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Podía escuchar su corazón latir tan rápido como el mío. Probablemente él también experimentaba lo mismo. El olor de su fragancia se impregnaba en mi ropa. Aún no podía creer que me tenía sujeta del brazo como si temiera que me apartara de su lado. Seguía sin creerlo.

El auto paso de largo, dió una vuelta y regresó de donde provenía.

-¡Qué alivio! Ya se fueron...- Decía agitado y calmado.

De la nada me hizo a un lado como si fuera un costal de ropa sucia. Aquella sensación que había sentido se esfumo en un parpadeo. Y volví a mi realidad.

-¡Qué te pasa niño torpe!- Le reclamé.

El me miró con una expresión en su cara de no entender lo que pasaba.

-¿De qué hablas?- Preguntó.

- ¡Eso no es digno! ¡No puedes tratar así a una dama! ¿Tienes idea de quién soy yo? - Le volví a reclamar insistentemente.

Para mi sorpresa, usó una respuesta que jamás había escuchado.

-Eres una persona- Respondío y siguió con lo suyo.

-¿Eh? ¡No! Me refiero... a.. tú... yo ¡Podrías prestarme atención!- Balbuceaba a semejante respuesta, pero lo que él hacia me llenaba de curiosidad.

- Espero que sea lo que sea que estés haciendo sea mejor de lo que te comento, porque digo: YO SOY MUY IMPORTANTE y... ¿Qué estás haciendo?- Pregunté.

- Estoy buscando un bulbo- Respondió en corto.

- ¡Ja! Yo soy mucho más importante que ese bulbo... Así que exijo que me prestes atención...- Respondí de manera altanera. Sin embargo no obtuve respuesta.

-¿Qué es un bulbo?- Pregunté.

El chico dejo de excarvar un momento con sus manos y miró hacia el frente, tomó un respiro y me preguntó.

-¿En verdad no sabes qué es un bulbo?-

-No- Respondí.

-Tú eres un bulbo - Finalizó y continuó.

Pero antes de que fuera a contestarle por el semejante "insulto", no tenía idea de lo que eso era. Él continuó hablando.

- Eres como un bulbo: no sabes nada; estás enterrada; y encerrada en un mundo oscuro y frívolo, ¿o me equivocó?-

Sus palabras me llegaron y por ese mismo motivo me molesté.

-Niño tonto, tú no sabes quién soy yo... soy Ellesa Van Whirgutt, la hija del empresario más rico de está ciudad, la...- Le respondí y me interrumpió.

-Princesa de hielo ¿no?-

No sabía cómo es que él se había enterado, tal vez y porque portaba el uniforme de mi instituto. Me había quitado las palabras de la boca.  Sólo me quedé observándolo.  Por un momento me alegré, mi reputación era tan grande que hasta los menos ricos sabían de mi, pero no mucho, ya que no me agradaba para nada ese apodo.




Princesa de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora