- Sabes que nos prohibió hacer esto otra vez ¿Verdad? - Preguntó el más alto.
- Lo sé, no tienes que decírmelo cada vez que salga - Rodó los ojos - No solo él nos los prohibió, también sé que es ilegal, pero esto es necesario.
Narra Stanley
Una vez terminada la reconciliación ambos nos paramos y con ver la simple y ligera sonrisa de Will me fue suficiente como para continuar con el recorrido. Si bien, siempre solíamos tener discusiones como estas nunca había itimidado con tal magnitud a mi hermano. Ver sus ojos irradiar un brillante color carmesí me afectó lo suficiente para que en un segundo sintiera culpa, temor y enojo hacia mí mismo.
Caminamos hasta la salida del callejón mas a unos metros de salir algo nos frenó. Un objeto frío y afilado se posaba sobre mi cuello amenazando con acabar mi vida, realmente no le tomé importancia. Mas me quedé sin aire al ver a Will en la misma situación; un cuchillo en el cuello y una mano enguantada tapando su boca, comenzó a temblar y sus iris por un segundo cambiaron para luego volver al color original.
- Denme todo lo que tengan valioso - Una voz aguda sonó a mis espaldas, supuse que provenía de la persona que sostenía el cuchillo, no contesté ni presté atención a lo que decía, pues prefería gastar esa concentración en hacer un rápido análisis de la situación y buscar una rápida solución para sacar a William de ahí - ¿Me has escuchado?
Sin perder tiempo mordí su mano causando un grito del oponente. Antes que cayera al suelo agarré la daga, volteé y empujé el delgado cuerpo bruscamente hacia la pared, escuchando el quejido de dolor del contrario. Lo tomé del cuello y, apoyado en la pared, lo levanté sin que pudiera tocar el suelo apuntando la daga en su estomago. La persona instintivamente llevó ambas manos a su cuello en un fallido intento de sacar mi mano y poder respirar. Sin darle mucha importancia volteé mirando al otro sujeto que tenía a mi hermano.
- Saca tus manos de mi hermano o lo asesino - Dije claramente sin parpadear, pinchando el estomago de su compañero lentamente. Este soltó lentamente a Will y dejó caer el cuchillo mientras levantaba las manos en forma de rendición. William se acercó a mí y dejé caer a la persona que por poco y se quedaba sin aire, pues se sacó la mascara negra que tenía para dejar ver su rostro morado y luego pasar a rojo hasta conseguir un tono más natural. Me llamó la atención que al sacarse el objeto del rostro dejó caer sobre sus hombros un largo cabello castaño claro, ya que él en realidad era una chica.
- ¿Estás bien? - Le preguntó en un murmuro su acompañante que aún tenía la mascara tapando su cara. La chica asintió y me miró con el ceño fruncido. Yo solo le dediqué una fría e intimidante mirada desde arriba. Su compañero la ayudó a pararse y se fueron en un simple parpadeo perdiéndose en el oscuro callejón.
- ¿Te encuentras bien? ¿Te hizo daño? - Le pregunté sin apartar la mirada del lugar por donde se retiraron los atacantes.
- Me encuentro bien ¿Y tú?
- Estoy bien, vayámonos de aquí - Él asintió y salimos del lugar para seguir vagando por las calles.
Después de un rato caminando sin rumbo, mirando todo a nuestro alrededor, fascinados y desconfiados de todo. Surgió la pregunta que realmente no quería escuchar.
- ¿Y ahora? ¿volvemos o nos quedaremos más tiempo? - Preguntó Will mientras tomaba asiento en una banca de una plaza que se encontraba cerca.
- No lo sé, yo planeaba quedarnos unos cuantos días, hay cosas que aún no hicimos ni conocimos - Will me miró preocupado, y yo disimulé el hecho de que también lo estaba.
- Está anocheciendo Stan ¿Dónde vamos a pasar la noche? - Desvié la mirada para ver nuestro alrededor escuchando el suspiro cansado y resignado del menor. No encontrando algo que me ayude una pequeña idea se me cruzó por la mente, que si fuera yo sólo no me importaría cumplirla pero no quisiera exponer así a Will.
- Tengo una idea, pero me gustaría tenerla como última carta - Me rasqué la nuca frustrado de no poder tener una idea mejor, no había muchas opciones - Podríamos dormir acá.
- ¿Acá? ¿Stan estás mal de la cabeza? ¡Hace rato nos intentaron robar! ¿Qué crees que nos van a hacer si nos encuentran indefensos durmiendo en la calle? ¿Y si te hacen algo Stan? - Suspiré y forcé una sonrisa.
- No serían capaz de hacerme ni un rasguño, nuestro padre nos enseñó a defendernos y confío en que si me hacen algo tú me rescatará - Una sonrisa sincera demostró Will - Tranquilo, como dije antes lo quiero como última opción, buscaré otro lugar donde podamos pasar la noche - En eso noto la presencia de alguien atrás mío y antes de que me tocara el hombro me corro, agarro a Will de la muñeca y nos apartamos del sujeto. Un adulto de cabello castaño, lentes y flacucho nos miró impresionado.
- Lo siento, yo no quise asustarlos - No contesté, solo lo miré alerta a cualquier movimiento sospechoso que haga - Lo único que les quería decir es que es peligroso que estén solos a esta hora en un lugar como este - Miró a los alrededores - ¿Y sus padres? ¿Vienen con alguien? - Sin bajar la guardia solo me digné a negar con la cabeza, ante la respuesta el sujeto cambió su expresión a una preocupada - Eso es preocupante ¿Tienen algún lugar a donde ir? ¿Un lugar donde pasar la noche? - Lo miré unos segundos desconfiando y analizando la situación, pues obviamente nos iba a ofrecer algo, así que no contesté - No los obligaré, pero tengo un lugar en donde pueden quedarse a dormir. Está a unas cuadras, es el orfanato Sagrada Familia, ayudo en ese lugar y les puedo ofrecer una cama y comida si ustedes quieren.
Sentir cinco toques seguidos en la espalda fue suficiente para aceptar.
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Por cierto, cinco toques seguidos significa SI en código morse. Lo aclaro por las dudas.
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Otro Cliché - 2° Temporada
Krótkie OpowiadaniaEllos crecieron con los cuentos de su padre, con la música de su madre, ellos crecieron con el amor que su familia les proporcionaban pero... Un día quisieron escribir su propia historia, tocar su propia música. Y qué mejor idea que hacer eso yend...