La cafetería

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Me despierto y por fin me siento descansada, hacía tiempo que no dormía tan bien y lo más importante, no tengo resaca. Ayer por las horas de viaje caí rendida en la cama, no tardé en dormirme.
Me incorporo y cojo mi móvil de la mesita, algunos mensajes de los fans en las redes sociales preguntándose qué qué hago en Madrid. Siento el deseo de poner algún post pero me contengo, prefiero mantener el silencio de momento. Mi madre también me ha enviado algún WhatsApp insistiendo en que nos veamos. Yo tengo ganas, de verdad, pero ahora mismo necesito tranquilidad, y quedar con mi madre no me la aportaría.
Dejo el móvil a un lado y me levanto de la cama, hoy será un gran día. Me dirijo a la cocina ya que Ricky canturrea alguna canción, sigilosamente me pongo detrás de él y le asusto.

- La madre que te parió, ¿Tú quieres que me dé algo o qué?- me dice dándome un manotazo en el brazo mientras yo río.
- Anda cállate abuelo, ¿Qué estás preparando?
- Pues algo ligerito, tostadas y café.- intento quitarle un trozo de aguacate pero me pega un manotazo en la mano.- oye, pon la mesa o algo. ¿Tienes pensado hacer algo hoy?

Me dice eso mientras voy poco a poco al salón a poner los vasos en la mesa. La verdad es que no tengo nada pensado, esperaba que él me guiase. Solo había estado en Madrid una vez y para qué engañarnos, no lo recuerdo.

-Pues esperaba que tú dijeses algo, no tengo mucha idea de Madrid.
-Tengo que arreglar unos papeles con la productora y luego estoy libre, sobre las 19h o así.

Esa hora es bastante tarde, no sé si podré aguantar todo el día sola, encerrada entre esas cuatro paredes que poco a poco se hundían sobre mí. Creo que iré a dar una vuelta yo sola y a perderme, me pondré unas buenas gafas de sol, una gorra y una sudadera; no creo que me reconozcan.

-Vale, yo creo que daré una vuelta.
Mi contestación desde el comedor hace que Ricky deje lo que está haciendo y me mire.
-Mmm, ¿Estás segura? Aún están las cosas alteradas. Yo si fuera tú me quedaría hoy en casa, Mimi.
-Pero aquí me agobio, necesito salir y respirar.
-Bueno, yo solo te aconsejo, creo que es lo mejor para ti.

Ricky sale de la cocina con los platos en la mano, se sienta a mi lado y desayunamos.
Las horas van pasando y Ricky se va del piso, me quedo sola así que decido invadir un poco su intimidad rebuscando por su casa, perdón, nuestra casa. No encuentro mucha cosa, solo algunos papeles y una libreta con números de teléfono. Comienzo a investigar la libreta y encuentro un nombre que me resulta familiar. Decido llamar.
Suenan dos tonos y alguien al otro lado responde.

-¿Sí?
-Hola, ¿Nerea? ¿Qué tal? Soy Mimi, no sé si te acuerdas de mí.- no sé muy bien por que la he llamado, quizá necesito hablar con alguien conocido.
Después de nuestro encuentro en aquel baño, la tensión, igual que con Ricky, fue menguando. Quedamos algunas veces y, pese a no tener una relación muy estrecha, me caía bien y yo a ella.- no sé si te pillo ocupada, es que estoy en Madrid y Ricky está haciendo cosas, era por si querías quedar.
-Hola Mimi, pues ahora mismo estoy aburrida así que vale, ¿Dónde nos vemos?- no tengo mucha idea de Madrid pero conozco una cafetería al lado de casa de Ricky.
-Pues hay un sitio cerca de casa de Ricky que se llama La Laguna, ¿Nos vemos allí?
-Vale, además allí trabaja un amigo mío, ya que estoy lo saludo. Nos vemos en media hora. Un beso.

Cuelga el teléfono al otro lado y yo voy a vestirme; me pongo unos vaqueros y una sudadera, no quiero llamar mucho la atención. El sitio esté cerca de aquí así que voy a ir caminando.
Cojo mi juego de llaves, cierro la puerta y bajo enérgicamente por las escaleras. Tengo ganas de salir de mi prisión.
Durante mi camino, pongo algo de música a través de mis auriculares y las gafas de sol ocultan mis ojeras ya perpetuas. Parezco una más entre la multitud de gente que mueve Madrid. Decido mirar al frente y apresurar el paso, cuanto antes llegue antes bajará mi ansiedad.
Llego a la cafetería y entro, mejor esperar a Nerea sentada, normalmente se retrasa. Me siento en la primera mesa que encuentro libre al fondo de la cafetería, no quiero llamar la atención. Me quito las gafas y los auriculares. Saco mi móvil y envío un mensaje a Ricky.

Mimi:
Oye, que he quedado con Nerea.
No aguantaba más en ese piso
No te preocupes, todo está controlado.

Guardo el móvil con la llegada de un camarero. Le sonrio y él se me queda mirando un buen rato, intentando adivinar y recordar quién soy. Parece que algo dentro de él se enciende y con mi recuerdo en su mente, me pregunta que quiero tomar; yo le digo que estoy esperando a una amiga pero que me puede traer una tila. Prefiero relajarme un poco antes de ver a Nerea, sé que me va a avasallar durante toda la tarde. El camarero asiente y se marcha. Mi móvil vibra y lo saco de mi bolsillo.

Ricky:
Bueno, como siempre, haces lo que quieres.
Dime cosas cuando llegues a casa.
A mí me queda aún bastante tiempo aquí, va para largo.
Un beso ❤️

Mimi:
Vale, un beso, no te preocupes ❤️

Ahora sí que guardo el móvil para siempre ya que veo entrar a Nerea. Ella saluda efusivamente a uno de los camareros y yo dudo en si ponerme de pie. Finalmente me levanto y la espero con una sonrisa.

- Tía, cuánto tiempo. Más de un año, ¿No?
- Pues no sé, hace bastante, sí.

Nos sentamos y el camarero de antes trae mi tila y Nerea pide un café con leche. Pasamos la tarde tranquila, ella sabe todo lo que estoy pasando y no profundiza en el tema; yo le pregunto que como lleva su vida, me cuenta que ahora está trabajando en el teatro, en un musical bastante prometedor.
En un primer momento, yo no sabía del don que ella tenía pero al descubrirlo, decidí mover algunos hilos y conseguirle oportunidades de castings. Se merecía todo lo bueno que le pasase.
La tarde ya llegaba a su fin y ella me propuso seguir en contacto y quedar de vez en cuando, me dijo que me iría bien. Yo la invité, le agradecía muchísimo el haber venido a verme y tratado tan bien.
Fuimos hacia la puerta y yo, mientras se despedía de su amigo, salí a la calle a tomar el aire. La esperé, nos despedimos y cada una tiró hacia su casa.
Al llegar a casa, vi que Ricky no había llegado aún así que me hice la cena, vi la tele y acabé en la cama mirando el techo de mi habitación, pensando en mi vida. Un mensaje interrumpió mis pensamientos, me giré y cogí el móvil.

Nerea:
Me lo he pasado muy bien hoy.
Por cierto, mi amigo mañana va a organizar una pequeña cena en la cafetería, vente si quieres.

Mimi:
Que vergüenza tía.
No lo conozco de nada, además de que no pintó nada ahí.

Nerea:
Venga, no seas tonta.
Ricky viene así que no tienes excusa.
Es mañana a las 20h, no acepto un no por respuesta.

Finalmente accedí a la cena ya que, para variar, no quería que siguiese insistiendo. Bloqueé el móvil y me giré para dormir.

Hello, estoy en mi casa que he vuelto para vacaciones y quizá las horas de los posts vayan variando. Intentaré que haya uno cada día aunque sean un poco más cortos. Un saludo 🤘

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