No sabes cuánto azul es el cielo hasta que te prohíben verlo
Al despertarse todo tenía peor apariencia, su ojo derecho y ya no tenía aquel color verde que le hacía ver que el moratón se estaba esfumando, si no, un morado intenso que cualquiera que le viera pensaría que en cualquier momento estallaría. El corte en el labio se había hinchado y sus costillas amenazaban con no dejarle moverse con naturalidad. El diamante que había sido tatuado a la fuerza en su brazo era lo que mejor pinta tenía, se estaba cerrando, formando una fina costra en cada corte, la cual estaba rodeada de piel rojiza avisando de una posible infección.
–Princesa, ¿Estás despierta?
Jones llevaba observando el techo desde mitad de la noche, recordando todo lo sucedido la tarde anterior y arrepintiéndose de que no hubiera sido el moreno quién le hubiera suplicado marcarle.
Amaba que le suplicaran.
–Si– susurró William tapándose aún más con las sábanas, no tenía intención de levantarse hasta que el guardia hiciera su aparición y por los débiles rayos de sol que se colaban por las ventanas, podría jurar que no tardaría en hacerlo– ¿Qué quieres?
–Sube a mi cama
Iba a negarse, pero no quería enfadarle y empezar el día con mal pie. Al levantarse gimió de dolor, haciendo que Jones se sentara en la suya y le mirara con preocupación.
–¿Te ayudo?– William asintió– ven
Agarrándole la mano y tirando despacio, consiguió que subiera sin quejarse demasiado.
Cuando por fin consiguió tumbarse junto a Jones, suspiro, había sido lo más difícil que había hecho en todos esos días y solo con pensar que en menos de 2 horas tendría que volver a bajar se le erizaba el vello y le entraban nauseas.
–¿Qué quieres?
–Acabar con lo que empezamos ayer
–¿A qué te refieres?
William giró sobre sí mismo para quedarse cara a cara junto el rapado, quien apoyado en su costado se delineaba el tatuaje de su brazo despacio como si quisiera volver a pintarlo.
–Ayer entraste en un nuevo mundo, tendrás preguntas– el moreno negó– ¿seguro?– asintió– me da igual, quiero explicártelo, con esto– señaló el brazo del chico– todo el mundo sabrá que eres mío, por tanto no te tocara nadie salvo yo
–¿Es algo así como una señal de identificación?
–Más bien de posesión
–¿Cómo sabes que es una marca y no un tatuaje? Aquí hay miles tatuados
–Por dos razones, una, estos se hacen a base de cortes y dos, normalmente todos saben las marcas de los demás.
–Yo no tengo marca, nadie sabrá cuál es la mía
Jones río mientras apartaba un mechón rebelde de la frente del moreno.
–Todos saben que eres un protegido desde el momento en el que pusiste un pie aquí– William le miro sorprendido– no me mires así, es verdad.
El chico asintió desviando la mirada al techo, acostándose sobre su espalda, postura que le hacía mucho más fácil el poder respirar sin dolor.
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Complicado (+18)
Teen Fiction˷Segunda parte de WhatsApp˷ ¿Una persona es capaz de cambiar simplemente por estar en un lugar diferente? La respuesta es sí y aún William no ha decidido si para bien o para mal, pero lo único que quiere es salir de allí y hacer justicia. "Cómo qui...