1 - Rainy day

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Un día de lluvia es aquel que te da un motivo para no salir de casa. Coger una mantita, poner Netflix, HBO o alguna plataforma un poquito más ilegal para ver tus cosas y pasas ahí todo el día. Las gotas que llegaban hasta la ventana de un apartamento "con encanto" del centro de la ciudad (que es como decir un pequeño cuchitril excesivamente caro) hacían su carrera hasta el alféizar de la misma. El dueño de aquel apartamento tenía planeado un domingo tranquilo, para lo que suelen ser sus días y, sobre todo, sus noches. Pero ese plan parecía empezar a torcerse cuando, a través de la pared de su dormitorio, empezaron a escucharse golpes, como se arrastraban muebles y alguna que otra palabrota bastante suave.

Harto de aquel tambor que, a cada sonido, arremetía contra su cabeza puesto que aún arrastraba la resaca del día anterior, fue a cantarle las cuarenta a quien fuera que estuviera haciendo ruidos en el piso de al lado. Recordaba que el anterior propietario era bastante... horrible y por eso le echaron. Una vez se encontró una bolsa de basura colgando del pomo de la puerta de aquel piso... Sí, repugnante.

Al tratar de abrir su puerta está chocó con una caja (Sí, puertas que se abren hacia fuera, hablen con el constructor)


— Qué coño. —Salió como pudo de su apartamento, había solo un par de cajas bastante grandes y un hombre tratando de pasar un sofá al apartamento de al lado.— Oye, tú.


Fue su primer error, puesto que al enderezarse aquel hombre le sacaba como cabeza y media además de esa mirada con cierto desdén. Alzó su pecho, algo que no entendía muy bien, tal vez solo trataba de buscar seguridad en si mismo.


— Haces ruido.


El otro miró su reloj, que estaba mal colocado y suelto en su muñeca.


— Puedo hacer ruido.


Y, efectivamente, aún estaba dentro de la franja horaria permitida para ello.


— Ya... pero molestas... y ¿estás de mudanza?

— Muy suspicaz.

— Ah, bueno, da igual. —Añadió un movimiento de mano par restarle importancia.— Tendrías que ser un poquito más considerado con tus nuevos vecinos.

— ¿Eso lo dices por ti?


El más bajo le lanzó esa típica mirada desafiante pero, la verdad, no pareció cuajar demasiado en el otro puesto sus ojos seguían una neutralidad perfecta en aquellos momentos.


— Gracioso.

— ¿Puedo seguir con mi mudanza o quieres algo más?

— Que dejes de hacer ruido.

— Negativo.

— ¿Qué?

— No estoy haciendo más ruido del necesario y aún me quedan cajas.

— ¿Entonces yo me tengo que joder?

— Más o menos, pero no me gusta usar palabrotas a no ser que sea en un uso cómico. —Y volvió a su misión de meter en el interior del apartamento uno de los muebles.

— ¿Si te ayudo dejarás de hacer ruido?

— ¿Es una buena opción para que dejes de quejarte?

— Sí.

— Entonces vale.


Con gran esfuerzo por parte de ambos y una técnica digna del mismísimo campeón mundial de tetris, pudieron meter el sofá y el resto de muebles por aquella diminuta puerta. La verdad es que aquel tipo se había lanzado a una aventura maravillosa que es hacer una mudanza completamente solo. Resultaba, como le había comentando entre empujón y empujón, que al amigo que había liado le había surgido algo mucho más importante que evitarle una ernia. Pero todo se perdona en esta vida, salvo romper un vinilo.


— No me has dicho cómo te llamas ¿Puedo saber el nombre de mi nuevo dolor de cabeza?

Dallon y apestas a ginevra.

Brendon y apestas a borde.


El comienzo de una bonita amistad.. bueno, no realmente. Pero como no tienen más remedio que convivir pared con pared; deben aguantarse. Además, el dormitorio de Brendon estaba pegado a la sala principal de Dallon. Y es gracioso porque son los dos lugares donde ambos más tiempo pasan.

Ambas casas son prácticamente iguales. Un baño, una habitación y la sala más grande que hace de comedor, cocina y salón.. lo normal cuando vives solo y tienes un trabajo de mierda donde cobras lo mínimo para seguir respirando.

Los dos volvieron a sus respectivos hogares, como si no hubiese pasado nada. Brendon disfrutar del relajante sonido de las gotas de lluvia, tumbado en la cama, y Dallon desembalar todas sus cajas para ordenar todos sus trastos. Pensando en lo tedioso que sería para él ir mañana al trabajo.

And Now... What? - Brallon AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora