Capítulo 6. Pasión desenfrenada. (II Parte)

124 8 0
                                    

Llegamos a la casa y lo único que quiero es correrme duro, como nunca lo he hecho, esta mujer me tiene con las bolas azules y para colmo nos manda a sentarnos ¿Será que cree que es nuestra madre y nos va a regañar?

Mientras que va hablando mi mandíbula se va desencajando. Que sorpresa, jamás imaginé que Tessa y Becca fuesen capaces de tirarnos esta encerrona, ahora si entiendo porque no querían que conociéramos la casa, esta inauguración de verdad que cambiará nuestra vidas, las casas de ellas se comunican por el patio así que podemos hacer lo que queramos durante estas 2 semanas, ella habla que el juego dura sólo 1 semana, pero para mí puede durar por el resto de la vida.

Mientras que nos explica las reglas del juego nos vamos desvistiendo los 3 y al final esconde nuestras ropas, menos mal que no necesitamos condón cuando lo hacemos, porque en este momento lo último que quiero es un plastiquito en mi miembro.

Vamos al cuarto y me amarra las manos atrás, no me explica para que todavía, me pide que me arrodille a la altura de su vulva y es cuando caigo en cuenta que voy a ser un simple espectador mientras que Ian se la come y ella le hace una felación.

Veo como Ian la lame, la muerde y la penetra con su lengua, mientras tanto me voy acercando cada vez más y lamo y muerdo desde sus tobillos hasta sus caderas, se me hace difícil moverme, pero como soy triatlonista tengo ciertas facilidades, vuelvo a bajar lamiendo, succionando y clavando los dientes cada vez que puedo.

Estamos completamente sudados y el placer hace presa de nosotros, acerco mi boca a su vulva y lamo desde su orificio anal, sé que le gusta el juego cuando siento como se mueve debajo de Ian, muero por penetrarla, jugamos los dos con su vulva hasta volverla loca, nuestras lenguas se rozan y nos vemos fijamente a los ojos ¿qué es esto? Cerramos los ojos para no vernos y sólo sentir, cuando de repente no es sólo roce, sino que se buscan nuestras lenguas, ya estamos a punto de explotar una vez más, no lo quiero hacer en el piso, quiero correrme dentro de ella. Justo en ese momento ella me pide que la folle duro y le advierto, como puedo porque casi no tengo voz de lo excitado que estoy, que no voy a durar mucho. La penetro duro, mientras Ian y yo nos vemos fijamente a los ojos y justo en ese momento nos corremos los 3 -Ian en su boca, ella envolviéndome y yo dentro de ella-, con el grito de placer más desgarrador que he escuchado en mi vida.

Tessa me desamarra y nos subimos a la cama, ella en medio de nosotros 2, no decimos nada, no hay palabras para explicar esta experiencia, solo nos besamos y acariciamos hasta quedarnos dormidos.

Pasión desenfrenada entre 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora