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<< Mierda, es él, él chico a quien casi le quito su maleta>> pensó Taehyung y tragó duro, ahora no podía describir muy bien lo que sentía, no sabía sí era felicidad de volverlo a encontrar o vergüenza de pensar que era él. Quizá era una mezcla de ambos.

— Creo que... Seremos compañeros de cuarto —ofreció una sonrisa rectangular y pasó su mano por su cabello, dándole un aspecto desordenado.

— ¡Wow, fantastic baby! —HoSeok rió y TaeHyung tuvo el sentimiento de que cuando aquel chico sonreía, todo el mundo iba bien. Pero no, eso sólo pasaba cuando Jeon sonreía, o al menos eso pensaba hasta ahora.

( 🍑 + 🐰)

Jungkook jamás se había sentido tan acompañado, vivo y feliz como cuando el rubio tonto estaba a su lado, pero tampoco se había sentido tan solo, apagado y vacío como cuando el rubio se marchó. Jamás una persona lo había hecho sentir tan miserable, nadie excepto el rubio.

— Diablos, que patético —sollozó sentado en el baño de la escuela, dónde acostumbraba a llorar cuando se sentía tan frustrado. Aún no entendía porqué había aceptado ayudar en los cursos de recuperación si ese no era asunto de el, más que de quienes habían pasado con pésimas calificaciones, ¿tal vez porqué el rubio le había enseñado lo que era ser solidario? Sin importar su frustración, siguió llorando en silencio.

O al menos eso pensaba, no hasta que escuchó un ligero toque en la puerta.

— Holaa... ¿estás bien? —una dulce voz inundó sus oídos. Inmediatamente pensó en alguna de las profesoras.

— S-sí —tartamudeó.

— ¿En serio? No me lo creo, sal para que pueda comprobarlo —canturreó la voz del otro lado de la puerta, que después de unos segundos se abrió, dejando expuesto al chico de nariz grande con ojos llorosos y también al chico de mejillas regordetas, era él quien estaba del otro lado y no una profesora.

— ¿Qué demonios quieres? No eres una profesora —escupió bruscamente el castaño.

— A partir de hoy, soy tu amigo —sonrió y lo abrazó fuertemente, casi como lo hacía con TaeHyung,  Jungkook no hizo nada, ni siquiera se resistió a tan empalagoso acto, que no duró más que unos segundos —. ¡Soy Jimin! —sonrió una vez más, borrando sus ojos.

— Jungkook —

— Ya lo sabía —el castaño lo miró sorprendido —. Fuiste quien me defendió de YoonGi hyung, ¿recuerdas? —hizo memoria y bingo, no era fácil olvidar una pequeña estrella como aquél simpático chico de hebras negras.

( 🐯 )

No tardaron más de unas horas para instalarse perfectamente en la habitación de litera de madera, la idea parecía perfecta para comenzar de nuevo y pensar mejor las cosas. Cuando por fin ambos estuvieron satisfechos, se sentaron a conversar.

— Soy TaeHyung —habló por primera vez luego de aquél extraño encuentro en la puerta.

— Lindo nombre, ¿puedo llamarte Tae? —a HoSeok se le daba muy bien el socializar, tal vez serían el dúo perfecto.

— Claro —sonrió enchinando los ojos, ese comienzo olía a maravilla.

— No se muy bien el inglés, ¿qué tal tú? —y es que después del "fantastic baby" con un raro acento, no hacía falta decir que el inglés no se le daba.

— Tengo un amigo demasiado inteligente, con tan solo verlo estudiar yo podía aprender —la nostalgia se apoderó de TaeHyung, nubladole los ojos, rompiendo en más trozos los trozos de su corazón.

— Ya veo... Supongo que tenías muchos amigos —HoSeok lo miró con envidia, pero envidia de la buena, pues, ¿quien podía desearle el mal a ese hermoso rubio?

— No eran amigos —respondió con brusquedad —. Eran hermanos —una lágrimas bajó de su ojo izquiero y se hundió en la comisura de sus delgados labios.

— ¿Es hora de ponernos sentimentales? Yo también quiero —rió un poco — Era yo el centro de burlas en mi antiguo colegio —respiró profundo, recordar el motivo por el cuál había dejado su vida atrás, no era fácil del todo.

— ¿Es en serio? —el rubio limpió el rastro de lágrimas y miró con sorpresa a HoSeok.

— Sufría toda clase se burlas y humillaciones, tampoco puedo olvidar los apodos —rió con amargura y de pronto su vista volvió a la nada —. ¿sabes porqué fue todo eso? —ahora su visita se posó sobre el rubio, quién negó con la cabeza.

— Por amar —soltó cruelmente, son una sonrisa falsa en su rostro.

TaeHyung estaba confundido, ¿Quién sufría bullyng por amar? Además, aún no comprendía quien querría dañar a la maraña de cabellos medio rizados color café deslavado que se encontraba frente a el, con lágrimas estancadas en los ojos pero una sonrisa permanente en el rostro.

— N-no entiendo —negó con la cabeza.

— Me gustaba un compañero, o al menos eso creía yo, y sí, por si te lo preguntas, era un chico —rió—. Digo que al menos eso pensaba yo, porqué cuando le escribí una carta, me di cuenta de la basura que él era —soltó cruelmente.

— ¿Qué pasó? —preguntó con curiosidad, pero al ver como se encontraba el chico de chinitos en la cabeza, decidió dejar hasta ahí sus preguntas —. Me gusta mucho comer galletas, ¿quieres? —gateo hasta su maleta y sacó un tuvo de galletas de chocolate, y decidió hacer de las galletas un amuleto de amistad entre el chico de chinos y el.

➣¿Tienes corrector? //TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora