➣¿Tienes corrector? //TaeKook

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Apretó fuerte los ojos y en su mente solo había una frase...

《Que JungKook nunca me olvide》

Había recordado las veves en que Jimin le pedía deseos a las estrellas y sobre todo, recordó cuando este pidió jamás separarse de TaeHyung, y así pasó. Por largos años habían mantenido su amistad intacta, ¿entonces realmente las estrellas concedían deseos?. Cruzó los dedos e incluso las piernas y con mucha fuerza repetía frecuentemente dentro de el: Jamás ser olvidado por Rabbit. Pero luego el pensamiento de que pronto se alejaría de Jimin inundo su mente y ahora solo la duda se hacía presente ¿entonces los deseos no duraban para siempre?.

— Jungkook, hagamos un trato —el rubio sonrió maliciosamente y Kook no pudo evitar reir luego de asentir con un leve movimiento de cabeza —. Hagamos una carrera, si yo te gano saldras conmigo y si tu me ganas... —

— Si yo te gano me tendrás que comprar un cómic de Iron Man —el castaño sonrió y le extendió la mano, perfectamente confiaba en sus habilidades como deportista y sabía que ganarle a Tae sería fácil.

(...)

— ¡Listo, me debes un cómic! —gritó con euforia el castaño mientras apoyaba las manos en su dimiunta cintura. TaeHyung aún venía corriendo tras el y cuando por fin llegó hasta el castaño, se derrumbó en el suelo.

— Eres extraordinario, Jeon JungKook —murmuro tratando de recuperar su cortada respiración, Kook sólo sonrió aunque un pensamiento aún cruzaba por su mente, ¿Qué habría pasado si TaeHyung hubiese ganado?

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Sorbió su pequeña nariz y talló su manita contra sus ojos —. Y entonces el... el se irá, realmente no se porque te estoy contando esto a ti —lloró más y se derrumbó en el torso del pálido, Park Jimin era lo bastante sensible como para ponerse a llorar incluso frente a quien necesitaba que pensara que era realmente fuerte.

YoonGi lo miró con algo de preocupación y sin saber que hacer lo apretó fuerte en sus brazos, sin malicia y con delicadeza, dejó que Park Jimin se desahogara, incluso cuando el estaba aún más estancado.

— Siempre es bueno desahogarse —susurró sobre la cabeza de su amigo —. Siempre puedes desahogarte aquí —luego de un largo suspiro, cerró los ojos dispuesto a seguir escuchando al chico de rosadas mejillas, pero no obtuvo respuesta y luego de unos minutos más de silencio se dio cuenta de que Jimin se había quedado dormido sobre el, abrazándolo con fuerza. Y en ese momento solo vio como su vida podía dar un giro enorme tan solo con las pequeñas manitas de Jimin rodeando su cintura, sintió el enorme hueco que había si no escuchaba al menos una vez aquella dulce voz y sobre todo, se dio cuenta que su vida carecía del encanto llamado "Park Jimin".

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