"La amenaza"

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La hora de la cita había llegado, Miho se arreglaba muy contenta frente al espejo.
-¡¿Qué demonios piensas que haces?! - grita Katashi entrando de golpe a su habitación.
-¿No es peligroso que vengas a mi habitación, a esta hora? - pregunta Miho muy calmada.
-No juegues conmigo niña - dice Katashi tomándola de los hombros y acercándose a ella- se bien que te arreglas para una cita con el tonto de Ryuji, solo te recuerdo tu posición y deber en este lugar.
-Si lo recuerdo bien- dice Miho- ganaré el concurso para ti y luego ¿que?¿Que pasara? - pregunta Miho.
-Nada, te iras de aquí y listo- dice Katashi muy cortante- ¿Qué piensas? ¿Qué ese tonto te aceptará una vez que salgas de aquí y el hechizo de cenicienta se te acabe? - pregunta burlonamente- él te rechazará, jamás tomaría como esposa a una prostituta.
Es callado de repente por una bofetada de Miho, quien se sentía arrepentida ese mismo instante.
-Yo- titubea Miho tapándose la boca con las manos y luego intentando tocar la mejilla roja de Katashi - perdón.
-¡Cállate! - grita Katashi tomándola de la mano con fuerza - te crees una doncella al vestir como una ¿no? - pregunta - yo te recordaré lo que eres- dice sujetando la para empujarla a la cama y ponerse encima de ella.
Miho comenzaba a forcejear para que la soltase, pero Katashi siendo hombre y estando molesto, tenía una fuerza imposible de detener.
-¡Por favor! ¡Para! - gritaba Miho.
Mientras Katashi le recorría la garganta con besos intentando llegar a su boca, sin lograrlo, él toma su vestido y lo rompe, dejándola con la ropa interior puesta.
-¡Katashi! - grita Miho sacando a su atacante de su irá.
El se detiene y la mira. Tenía el rostro lleno de miedo, de terror, con las lágrimas brotando de sus ojos, al verlo, al ver a un monstruo. El no era eso, no lo era.
La mira por un momento, mientras ella se va calmando e intentando cubrirse.
-Espero que hayas entendido bien cual es tu posición - dice Katashi con frialdad- no te lo diré otra vez- dice levantándose de encima de Miho, para irse de ahí.
Miho toma una sabana y se cubre, aun llorando del miedo, de la vergüenza que acababa de pasar.
Llorando y repitiéndose que hacía eso por sus padres, se quedó dormida, Olvidando a Ryuji, por completo.
A la mañana siguiente, un sirviente despierta a Miho, indicándole que debía bañarse, cambiarse e ir corriendo al siguiente concurso.
Miho ve la hora y se apresura. La prueba de equitación era la primera en realizarse.
-Mis estimados señores - dice el presentador- aquí tenemos nuestra tabla de concursantes, desde la primera hasta la última - dice indicando una gran pantalla - ahora veremos la prueba de equitación- dice recibiendo aplausos.
Las concursantes ya estaban en la línea de salida, montando sus caballos.
Katashi había conseguido un bello caballo blanco para Miho, era el más veloz, ganar estaba asegurado.
El disparo se oye y los caballos guiados por sus jinetes salen a toda prisa.
La carrera había empezado, a cada momento se podía ver que el primer lugar se disputaba entre Miho y Yuka.
A diferencia de Yuka, Miho no había recibido más que unas clases de un maestro en la escuela, cosa que para Katashi significaba un punto a favor de él.
La última vuelta comienza, e igual que durante todaa carrera, Miho y Yuka peleaban por el primer lugar.
Miho piensa en lo que había pasado la noche anterior, en el ataque de Katashi, en que dejó plantado a Ryuji por causa de eso. Sin pensarlo más, antes de llegar a la meta como primer lugar, frena un poco el caballo dándole paso a la meta a Yuka.
Todo el público queda algo aturdido, al ver eso. Miho estaba a un paso de ganar y lo había perdido.
-Se vengó - dice Katashi entre dientes mirando desde su asiento.
La carrera acaba y Yuka es anunciada ganadora, con eso tomaba el primer lugar en la tabla.
-Señores tendremos un descanso y luego seguirá la competencia de limpieza- anuncia el presentador.
Miho baja de su caballo y se encamina a su habitación para prepararse para la sigue it e prueba. Pero inmediatamente siente una mano tocándole de hombro.
-Dejame en paz- dice ella muy molesta alejando la mano con brusquedad y voltea.
-Si eso desea- dice Ryuji disculpándose.
-No- dice Miho deteniendo su partida- perdona, creí que eras alguien más - dice disculpándose.
-No preguntare, más que tu motivo por el cual dejaste que Yuka ganará - dice Ryuji - y también el porque me dejaste plantado- ríe.
-Lo lamento tanto - dice Miho haciendo una reverencia - paso algo y no pude.
-Ya, no te disculpes, solo jugaba- dice Ryuji riendo suavemente- no te cuestionare como si fuese tu dueño, aunque eso desee, pero dime lo otro.
Miho se sonroja ante ese comentario- solo pensé que debía tener un momento de gloria - dice refiriéndose a Yuka.
-Fue lindo de tu parte pero - dice Ryuji - Si sigues haciéndolo, no ganarás - dice - y yo estaría más que encantado de desposar a la mujer ganadora- sonríe.
Miho se queda aturdida, ya no sabia si reír o llorar, era una propuesta de matrimonio, lo era. Sonríe emocionada, pero inmediatamente se le viene a la mente las palabras de Katashi. Tenía razón, Ryuji, jamás la aceptaría como en verdad era.
Como caído del cielo, el sirviente de ella se acaece a insistir le que debía estar alistando se.
-Lo lamento, pero debo irme- dice Miho sintiéndose apenada- hablamos luego- dice y se despide para casi huir de ahí. No quería estar en ese momento, deseaba desaparecer, Katashi tenia razón, ella era una pérdida y no tenia oportunidad con alguien como Ryuji.
Entra a su habitación aun sumergida en sus pensamientos. Ignorando a quien estaba ahí.
-¿Te sentiste bien al mandarme esa indirecta? - pregunta Katashi sorprendiendo a Miho.
-¡Que susto! - grita Miho sorprendida - no lo hice- dice envano intentando mentir.
-Te lo voy a poner de otra manera linda- dice Katashi poniéndose de pie frente a ella- si no ganas y te conviertes en reina coronada, no sólo quitare mi cobertura a tus padres, sino que pediré un rembolso completo de todo lo que te di, hasta de la toalla de baño que pague por ti- la amenaza.
-No podría pagarte- dice Miho suplicante.
-Ese no es asunto mío - dice Katashi interrumpiendo la- es simple, gana y librate de esto y mantente alejada de mi hermano- le dice al oído y sale de ahí.
Miho se queda en shock, ahora si él le había dado justo en donde más le dolía. Debía ganar, debía esforzarse y ganar a toda costa.
-Debo hacerlo - dice levantando la mirada- se que lo haré...

Un objeto sin valor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora