"Llegando al final"

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-Nuestras bellas concursantes deberán limpiar estas vasijas sagradas con el mayor cuidado- anuncia el presentador - de romperlas o no limpiarlas adecuadamente, se les cobrará el costo del jarrón a sus familias, además de que perderá la competencia.
Todas las concursantes toman sus productos de limpieza de su preferencia, y se ponen a frente a su vasija.
-Que empiece el concurso- dice el presentador dando pie al concurso.
Todas se acercan con sumo cuidado y respeto a las vasijas y comienzan a quitarles el polvo y manchas que tenia.
Pero les era casi imposible, las vasijas eran muy antiguas y delicadas, con las más mínima presión podrían romperse.
-Debo hacerlo- dice Miho, dándose ánimos a si misma- por mis padres.
Con sumo cuidado va limpiando la parte exterior del artefacto.
-Oh no- dice el presentador mientras el público murmuraba- una concursante acaba de romper una vasija- dice señalando a una joven que lloraba arrodillada frente a la vasija hecha añicos.
Miho siente nervioso y terror al ver que ya una había terminado con la existencia de algo casi invaluable. Si ella rompía su vasija, Katashi se enfadaria y posiblemente no le daría el dinero para pagar la, y ella no podría pagar ni en toda su vida algo tan valioso.
Miho comienza a temblar, cosa que la angustia a más, pues el tiempo pasa a a prisa y al temblar podría romper o dejar caer la vasija. Debía controlarse.
Mira a todas partes mientras el público abucheaba a dos concursantes más que acababan de romper sus artefactos.
De pronto, siente sobre ella unos cálidos ojos llenos se confianza. Rápidamente voltea y ve a Ryuji a lo lejos dandole ánimos con la mirada.
-Tengo que hacerlo bien- dice Miho nuevamente - yo lo haré.
Con gran delicadeza va tallando la vasija, limpiando por todas partes suavemente con un paño húmedo.
-Oh señores - dice el presentador - la señorita Yuka acaba de romper su vasija- anuncia mientras Yuka yacía en el suelo cubriendo su rostro lleno de lágrimas- ahora solo queda la señorita Miho, quien sorprendentemente esta logrando un gran trabajo.
Al sonar la campana, Miho había terminado.
El juez se acerca a su vasija a revisarla y así dar su veredicto.
-Hasta ahora- dice el juez haciendo la revisión - ni una sola joven cita había logrado pasar esta prueba - dice muy sorprendido - felicidades- dice dándole la mano.
El público aplaudia mientras Miho era presentada como la ganadora de la prueba.
Kakashi no podía quejarse, ella había logrado lo imposible.
Durante un par de días, las demás pruebas fueron dándose. Desde la de bordado hasta la de pintura. En ellas Miho se había coronado como la ganadora.
El último día de pruebas se acercaba, pero antes, se daría una fiesta para todos los presentes, en el cual las concursantes debían socializar con el público y más con los dueños de las compañías. Debían demostrar sus valores, carisma y gran talento para los negocios. Ya que la ganadora, al convertirse en esposa de un gran empresario, debía ser un apoyo para él, un pilar fundamental, y debían demostrarlo.
Miho se arreglaba muy tranquila en su habitación, mientras pensaba en Ryuji. Durante esos días, el había buscado salir nuevamente con ella, pero no podía darse el lujo de distraerse, ya que debía ponerle mucho empeño en ganar el concurso y obtener apoyo para sus padres. Además que Ryuji la dejaría en cuanto se enterará de lo que ella era, a pesar de que aún no había consumado nada, el simple hecho de tener ese título, la había condenado.
-¿Estas lista? - pregunta Katashi entrando a su habitación.
-Es peligroso si te ven aquí - dice Miho sin mirarlo.
-Yo se escabullirme - dice Katashi - hoy debes lograr ganarte la confianza de mi padre- dice acercándose a ella - debes hacer que se interese por ti y te de su voto.
-Tengo las demás pruebas ganadas, si hoy no hago nada no afectará en nada - decía Miho.
-No, debes ganar lo de esta noche - dice Katashi - ya perdiste un par de pruebas, así que no vengas con que tienes todo ganado.
-Vale- dice Miho suspirando- y dime como hacer para que tu padre confíe en mi.
-Solo ve y sonríe le un poco- dice Katashi - a él solo le importara que seas bella y con algo de cabeza, además ya está sorprendido por tus habilidades.
Miho lo ve y se acerca a él -¿ te parece bien?-pregunta por su atuendo.
-Te ves bien- dice Katashi apenas mirandola- ahora sonríe y baja conmigo.
-¿Porqué contigo? - pregunta Miho.
-¿Pensabas bajar con alguien más? - pregunta Katashi molesto- no me digas que sigues pensando en mi hermano, ya te dije muy claramente que a él no le interesa una cualquiera como tú.
Miho intenta abofetearlo pero Katashi la detiene en el aire.
-No te hagas la ofendida- le dice fríamente mirándola a los ojos- tu eres lo que eres y no vas a cambiar eso.
-Tu eres el hombre más cruel que jamás he conocido- le dice Miho con lágrimas en los ojos y rabia en su voz- si tan solo hubiese contado con el dinero que mis padres necesitan para no morir, jamás hubiera aceptado esto- dice quitando su mano de la suya- no sabes cuanto me duele todo esto- dicho esto pretende irse.
Katashi la detiene del brazo otra vez y la gira hacia él para besarla sujetando la de la cabeza.
-¡Suelta me! - grita Miho y lo empuja, para salir corriendo de ahí.
-Damas y caballeros - dice el presentador- nuestras damas están listas - dice sonriendo- les pido a los jóvenes que vayan sacando a las señoritas al centro de la pista y así comenzar el baile.
-¿Bailas? - pregunta Ryuji acercándose a Miho.
Ella le sonríe y le da la mano, si él al final la despreciaria, al menos se llevaría bellos recuerdos con él.
La música comienza a sonar mientras Miho y Ryuji comenzaban a bailar. Poco a poco los jóvenes van sacando a bailar a las demás.
Todo era bello en ese momento, las luces, la música y Ryuji. Si tan solo ella fuese lo que pretendía ser ahí, todo seria perfecto.
-Miho - dice Ryuji llamándola.
-¿Si? - pregunta ella levantando la mirada.
-Miho, a lo largo de este tiempo a tu lado, me enamoré perdidamente de ti - le dice amablemente - tu me has cautivado con tu modo de ser, no me importa si ganas esto o no- dice acercando sus labios a su oído - quiero que seas mi esposa.
Miho siente el corazón salir de su pecho, debía ser un sueño que algo así le estuviera pasando.
Pero en ese momento la realidad se estrella con su mente, apagando sus sueños.
-Ryuji, yo - dice Miho mirándolo a los ojos - ven conmigo - dice llevándolo hacia afuera - debo decirte algo...

Un objeto sin valor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora