Cap 07: ¿Es un regreso?

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Después de aquella noche, Ivan y Daniel compartieron cama, más cosas y química se desataba entre los dos jóvenes.

Ivan despierta y ve unas rosas, un peluche a su lado y escucha como en la cocina hay ruido —Daniel ¿Qué es todo ésto? —grita muy feliz desde la habitación para que lo escuche y dice con una sonrisa en el rostro.

Daniel deja de cocinar y entra al cuarto. —Es un pequeño detalle que te traje hoy cumplimos 7 meses y se que no es mucho lo que te regalo pero se que te gusta y que te hará feliz, y si a ti te tiene feliz, yo soy feliz, Te amo Ivan... Eres hermoso, me vuelves loco, eres perfecto —le observa muy feliz y se sienta en la esquina de la cama.

—Cada vez haces que te quiera más y más, pronto aprenderé a amarte, quiero hacer contigo todo, planes, viajes, fiestas —se sienta en la cama y se acerca a Daniel se sube encima de él, se sienta en sus piernas y besa sus labios— así como eres, me encantas y quisiera esperarme hasta el matrimonio pero tú haces cada cosa que haces me vuelves loco y quiero entregarme a ti porque se que nunca harías nada me que decepcionara, eres lo más bello que tengo. Abre el ropero y saca la caja es tuya, es tú regalo.

Daniel abrió el regalo del interior sacó unos cupones de valido por:
Un abrazo.
Un beso en los labios.
Un beso en la frente.
Un beso en la nariz.
Un beso en las mejillas.
Un beso en el pecho.
Un beso en el cuello.
Un beso en el abdomen.
Un masaje.
También había una caja más pequeña llena de dulces, un cuadro con una foto de ellos, una camisa, un pantalón y una almohada con el perfume de Ivan.

—Tú regalo hace patético al mío, lo bueno es que te conozco perfectamente y sabía qué harías algo así, por eso te compré ésto —buscó entre los cajones de su ropa y sacó una laptop nueva— es para la universidad, se que tu vieja computadora ya no funcionaba correctamente y por eso te compré ésta.

—Daniel. Ya te había dicho que me encantas. Creo que cada vez me haces pensar diferente y quisiera entregarte mi cuerpo y mi vida a ti —le dice muy feliz— pero no lo hago porque no lo sé, aún sigo algo inseguro.

Después de la plática desayunaron y vieron algunas películas en una plataforma de pelis y series, después al atardecer de aquel sábado habían quedado de verse Sáhara, Danna, Daniel e Ivan en una plaza para comer.
Al llegar a la plaza se encontraron con Danna y fueron al restaurante, Sáhara llegó algo tarde pero la esperaron para pedir la comida.

—Hola a todos perdón por llegar súper tarde pero necesitaba ver unas cosas de la empresa —saludó a todos de beso y después se sentó

El mecero se acercó y todos pidieron para comer.
Al terminar de comer a Sáhara se le ocurrió hacer un comentario.

—Ya después limar asperezas porqué no le intentamos volver a marcar a Omar, quizá también quiera limar asperezas —sacó su teléfono y empezó a buscar en los contactos, le marcó y nuevamente éste volvió a timbrar y volvió a contestar Omar.

—Hola muy buenas tardes ¿Quién habla?

—Hola soy yo Sáhara una amiga de la adolescencia ¿Me recuerdas?

—Oh si, claro que recuerdo ¿ayer también me marcaron verdad? Perdón por colgar, mi esposa me hizo una escena de celos.

Ivan escuchaba en silencio lo que respondía Omar pero eso de que tuviera esposa no le gustaba para nada.
Danna miró a Ivan y sabía que estaba molesto así que le causó un poco de gracia.
Daniel veía todo y le parecía gracioso y afortunado que Omar estuviera casado.

—Oye, hay alguien que quiere hablar contigo desde hace más de 2 años, ¿Puedes? —dijo Sáhara.

Ivan tomó el teléfono. —Hasta que te dignas a tomarme las llamadas, ¿Por qué no contestaste mis llamadas, mis cartas, mis mails? ¿Por qué?

—Hola Ivan también me alegro de escuchar tu bella voz —dice entre risas— se que te debo muchas explicaciones pero te las voy a dar, no te preocupes —murmuró en forma de chiste— y también las explicaciones.

—Ay sí míralo que gracioso —dice divertido.

Daniel no decía nada pero en su cara se le notaba lo furioso que estába, sólo estába callado esperando que colgaran.

—Bueno yo estoy listo tú me dices cuando y nos vemos —la voz de Omar ya no se pudo escuchar.

—Sáhara creo que se descargó tu celular, Danna, ¿No trajiste tú teléfono verdad? Tú si traes Daniel.

—Claro que si pero no tengo crédito, perdón. Bueno yo me retiro, te veo en una hora afuera de la plaza para ir a una sorpresa que te tengo —se levantó de la mesa y se fué molesto.

—Perdón por ésta escena Danna y Sáhara las veo después —se levantó también de la mesa y siguió a Daniel.

Éstos discutieron nuevamente como es de costumbre por culpa de Omar, después de la pelea y reconciliación Daniel pidió un taxi al hotel donde había reservado, fué al mostrador por las llaves y entraron al cuarto el cual estaba algo ordenado, había en la casa otro ramo de rosas y en las esquinas del cuarto sólo velas.

—Daniel, no lo voy a hacer, no creas que me vas a convencer...

Daniel abrió las cortinas y se veía las puertas de vidrio que conducían al balcón y se veía desde el cielo negro y obscuro y había luna llena. —Yo no te pienso a obligar a hacer algo que no quieras.

Ivan comenzó a ver la luna y las velas creía una perfecta combinación, besó a Daniel en los labios y lo condujo a la cama, éstos seguían besandose y pronto Ivan le quitó los pantalones a Daniel, y después Daniel a Ivan, Ivan le quitaba la camisa a Daniel mientras sentía los besos en el pecho y el cuello, Daniel se quitó lo que le quedaba de ropa e introdujo su miembro, Ivan rasguñaba fuertemente la espalda de Daniel era su primera vez después de dos años, Ivan sentía verdadero placer, un placer que nunca antes con nadie había sentido, y ya había estado con más chicos aparte de Omar, sentía un calor que quemaba pero le gustaba y hacia que todo le parecía más intenso como si fuera lo mejor lo más bello en todo el mundo, Ivan no paraba de arañar la espalda de Daniel, sentía más placentero del universo, Ivan sabía que parte de eso era por el amor que le tenía a Daniel, que ya se había enamorado, y descubrió que a Omar lo quiso mucho pero nunca lo amó.
Ivan gritaba. ¡Daniel, Daniel, Daniel, si te amo! Le dijo en respiraciones entre cortadas y a Ivan esa noche le duró un siglo, el siglo más bello de su vida.

Recuerdos de mi pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora