Mort

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  Y ahí estaba él, siendo
marginado por las
bocas de los demás.

Bocas de serpiente,
tan puntiagudas
como dagas.

Las dagas se alzaban
contra él dejándolo
herido.

Herido de muerte, con
múltiples tajos en su
cuerpo mientras que
su alma se la llevaba
el viento.

 El agua inundaba sus
paredes teñidas de rojo,
hasta el piso.

Adiós, adiós decía,
he encontrado un
lugar mejor.

La muerte vino en sus
peores momentos.

La muerte fue solidaria
y le impidió seguir sufriendo.

Etérea, magnifica,
fuera de otro mundo.  

Desnudista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora