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24| A reason to smile

24| A reason to smile

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1 semana después

MARGARET P.O.V

DESPUÉS DE SALIR DEL PEQUEÑO HOSPITAL me dirigí a casa. Tessa y mi madrastra se habían tomado la molestia de limpiar todo el desastre, incluso me habían insistido para que me quedara en una de sus casas pero no acepté, si quería lidiar con esto lo haría a mi manera.

Ahora cuando salía al trabajo o a cualquier lugar la gente me miraba, no con asco, ni con odio, me miraban con lastima, yo era la pobre chica que casi la mataban. Soltaban murmullos, esas personas solo hacían la vida un poco más difícil.

No había ido al trabajo por una semana, había dejado encargada a Jane para que mantuviera todo en orden. Me fiaba de ella, me había demostrado que tenía lo que se necesita para mantener a unos chiquillos en orden.

Salí de tomar una ducha, traía el cabello mojado y mi bata azul marino, me observe en el espejo, desde mi rostro hasta arriba de mis pechos. La piel seguía igual de pálida que siempre, mi pelo me llegaba por debajo de los hombros y mis ojos se veían descansados. Estaba viva, después de todo aún seguía aquí.

Me senté en mi cama y me dispuse a leer un poco, después de un rato me vestí con un vestido amarillo y amarré mi cabello en una coleta.

Salí de la casa y me dirigí con Joe, no vivía muy lejos de aquí así que decidí ir a pie en vez de a caballo. Mientras caminaba oía las hojas crujir al ritmo que caminaba, la tranquilidad era tremendamente abrumadora y el ambiente emanaba paz. En momentos así olvidaba los malos momentos, el miedo, la violencia, la pérdida.

Cuando llegue me dispuse a tocar la puerta de madera, cuando se abrió la puerta pude ver a una chica alta de cabello castaño y ojos verdes, su cuerpo era delgado y portaba un vestido verde con mangas abullonadas. Me miro seria por unos momentos, luego su mirada se suavizó y hablo.

—Maggie, ¿no es así?—dijo con una sonrisa y yo asentí.

—Maggie Yorke-Ford—le tendí la mano en un saludo y ella la tomó—Mucho gusto, Joe no me había contado que tenía pareja, es algo reservado en esos temas— dije y noté un leve rubor en sus mejillas acompañada de una pequeña sonrisa ladeada.

—Miranda Blossom, un gusto igual—hablo— Pasa, Joe quería ir a visitarte pero ya que estás aquí, podría hacer la comida— dijo mientras caminábamos y me sentaba en el sillón de tela color crema.

—¿Como se ha comportado Joe, Miranda?—pregunte.

—Excelentemente bien—hablo— Es bastante amable....

—E increíblemente apuesto— dijo Joe desde el pasillos mientras caminaba hacia acá.

Ambas soltamos una carcajada, cuando el tomo asiento Miranda fue a preparar la comida y unos té.

𝐖𝐀𝐓𝐄𝐑,    gilbert blytheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora