Margaret debió morir en el agua, pero no lo hizo. Gilbert trata de ayudarla a superar los estragos de su pasado.
Publicada el 15 de noviembre del 2017 y terminada el 17 de mayo del 2018
➻A GILBERT BLYTHE FANFIC
➻BY ILOVEEPAO
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CAMINÁBAMOS A TRAVÉS DEL BOSQUE EN SILENCIO, podía sentir su mirada sobre mi en veces, para ser sincera era un poco incomodo sobretodo ya que estábamos solos y caminábamos sin rumbo, estaba esperando que el se cansara por que no quería que supiera donde vivía y que se se fuera a su casa pero este no lo hacia así que mientras caminábamos llegamos a un acantilado que daba a al mar y al llegar ahí me pare en seco a observar el hermosos paisaje luego empece a avanzar lentamente hacia la orilla con la mente en la luna hasta que se sentí un débil tacto en mi muñeca desnuda, voltee y vi a Gilbert con una pequeña sonrisa en su rostro.
—No creo que sea seguro que avances demasiado hacia la orilla no queremos que te lastimes, ¿verdad Maggie?—hablo Gilbert, me había llamado Maggie, mi padre ya no se refería a mi de esa manera desde que nos mudamos solo me llamaba así cuando Jesse estaba cerca.
—Eso creo... como sea mis piernas me duelen así que hay que sera mejor que te vayas a tu casa y yo a la mía—dije seca, se veía como un buen chico pero no lo conocía en absoluto.
—Quizá podría acompañarte para asegurarme de que llegues bien a tu casa—dijo, este chico es bastante terco.
Antes de poder contestar un dolor punzante en mis manos se hizo presente haciendo que hiciera una mueca y soltara un pequeño quejido.
Gilbert tomo una de mis manos con delicadeza, como si fuera una clase de joya costosa, temiendo lastimarla con su tacto, la examino con detalle sin expresión alguna y luego solo hablo.
—Creo que sera mejor que te lleve a casa para que tu padre pueda sanarte—dijo lentamente un poco dudoso, aun mirando mi mano mientras la seguía sosteniendo con delicadeza.
—Hummm, está bien—dije casi en un susurro, no estaba nerviosa, sino más bien confundida, ningún chico antes se había preocupado así por mi, menos sin conocerme. Seguido de un asentimiento con mi cabeza, nos dispusimos a seguir caminando.
Y de nuevo estábamos caminado en silencio solos pero esta vez teníamos una dirección, mi estupida casa.
No era que no me gustara mi casa,porque en realidad la amaba, la cosa era que desde el otro día donde Jesse y yo vimos a una mujer casi comiéndose a mi padre la cosa estaba bastante tensa e incómoda ahí dentro, hubiera preferido no verlos.
—Maggie, ¿estás bien?—dijo Gilbert y yo asentí sin mirarlo.
Solo se oían nuestras respiraciones y el crujido de las hojas mientras caminábamos, conforme al tiempo me acostumbre al silencio y a la paz que reinaba en ese lugar.
—Se que no quieres hablar, no te culpo has tenido un mal día y probablemente pienses que soy un chico molesto que solo habla y habla pero es que solo trataba de ser amistoso contigo—dijo algo apenado, yo pare en seco mientras lo miraba y el tenia una mueca de confusión en su rostro.
Gilbert no era el problema, era amistoso y cordial, bastante amable pero yo estaba de mal humor, como siempre, no quería ir a casa, tenia el cabello alborotado, unas grandes ojeras y mi vestido estaba lleno de tierra y mugre.
—Gilbert no te preocupes eres amistoso pero la cosa es que yo no lo soy, no estoy acostumbrada a esto—hable mientras ambos nos mirábamos esperando que uno de los dos dijera algo.
—¿A que Margaret?—continuo el.
— A esto— dije e hice una pequeña pausa—A que alguien de mi edad sea amistoso y cordial conmigo sin que busque nada a cambio o que me hable siquiera... es raro y aún más si es un chico—miraba el piso.
—Bueno, quizá podríamos ser amigos, es decir, si tu quieres— me dijo con una pequeña sonrisa y yo acepte con un bueno.
Estábamos en silencio,otra vez los se pero no había mucho que platicar además me era difícil sacar un tema de conversación, era bastante incomodo, así que tome iniciativa y volví a caminar hacia mi casa, al llegar despedí de Gilbert con un asentimiento ya que las palabras no salían de mi boca.
Al entrar vi a Jesse sentado sobre la mesa, lo había olvidado por completo, también vi a a mi papa curando su pequeño pómulo golpeado, ambos voltearon a verme en cuanto pise la entrada.
—¿Donde has estado Margaret?, te hemos estado esperando desde a hace tiempo, ¿sabias que hoy golpearon a tu hermano?, el tuvo que venirse por su cuenta, solo, así que sube a tu habitación,reflexiona un poco y considérate castigada saliendo de clases— dijo mi padre enojado sin siquiera notar el estado de mi mano o preguntarse lo que había pasado, podía protestar pero ya había arruinado muchas cosas hoy.
