—¡Estupendo! — Exclamó Itachi muy animado -. No lo lamentarás, Sakura, te lo prometo.
Sakura le devolvió la sonrisa mientras pensaba que era muy amable; parecía un hermano mayor.
—También puedo limpiar. Me ganaré el sueldo.
—Eso seguro, no queremos que estés allí de vacaciones.
—Nadie puede estar de vacaciones con estos dos - intervinó Izuna -. Ya verás lo en serio que se toman lo de las galletas.
Itachi y Sasuke le lanzaron a su hermano una terrible mirada.
—No me importa - se rió ella -. Me encanta cocinar.
—No somos tan horribles - prometió Itachi -. Es sólo que nos gustan mucho las galletas, pero haremos que te sientas como en casa.
Entonces Sakura se acordó de su padre y del trabajo, y la sonrisa se le borró del rostro.
—Pero tengo que solucionar unas cuantas cosas antes.
—Claro — aseguró Itachi -. Yo tengo que quedarme aquí al menos un día más, al menos eso es lo que ha dicho el médico - añadió impaciente.
—Te quedarás hasta que te digan que puedes marcharte - dijo inmediatamente Sasuke -. Estos golpes son muy peligrosos, ya lo sabes.
—Es que odio los hospitales - rebatió el enfermo riendo.
—Sí, a mí tampoco es que me entusiasmen.— Dijo Sasuke.
—El mundo sería un lugar muy triste si no existieran — opinó Sakura.
—Yo te llevaré a casa cuando estés lista – Sasuke pensó que parecía enfadada y no comprendió por qué.
—Llámame cuando puedas.— Pidió Itachi.
—Muy bien - contestó apretándole la mano a Itachi para despedirse, con un gesto que agradó a todos sus hermanos excepto a Sasuke.
—Recupérate. Hasta muy pronto.
—Gracias otra vez — repitió Itachi con sinceridad.
Ella respondió con una tierna sonrisa y después se dirigió hacia la puerta acompañada por Sasuke.
—Pensaba que tu hermano era alto hasta que he visto a los cinco juntos. ¡Madre mía! - Exclamó cuando estaban ya en el aparcamiento.
—Le gustas mucho a Itachi — le dijo de pronto.
—Me alegro, porque él a mí también me cae muy bien.
Aquello hizo que Sasuke se pusiera furioso, pero intentó que no se le notara. Por algún motivo que no lograba comprender, no le gustaba nada la idea de que Itachi y ella se gustaran.
—¿Tienes algún otro familiar aparte de tu padre? - Le preguntó una vez estuvieron de camino a su casa.
—Un par de primos cerca de Fort Worth - diciendo eso se quedó con la mirada perdida en el exterior del coche, intentando no tartamudear al responder —, ¿Cómo es Jacobsville? - Le preguntó para cambiar de tema.
—Pequeño y con un montón de ranchos en los alrededores. El pasto es muy bueno y hay mucha gente interesada en los piensos orgánicos, lo que nos da una ventaja a los que los utilizamos frente a los que no lo hacen.
—Me gustan los productos orgánicos - comentó ella -. Puede que tenga algún mordisquito de algún bicho pero, si no ha matado a ese bicho, tampoco me matará a mí.