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(( L i a m ))

Después de cenar, Dylan y yo subimos las escaleras.

Yo estaba planeando ducharnos en la tina, darnos unos cuantos besos y dormir, pero el chico de Nueva York tenía otros planes.

Después de unos cuantos minutos de estar en el agua, Dylan cubrió mis clavículas con pequeñas mordidas y me llevó a un punto de locura rápidamente.

''Dios, te extrañé demasiado,'' gemí, mis dedos acariciando con cuidado su cuero cabelludo.

''Te extrañé también,'' canturreó, dejando un pequeño y suave beso en la abusada piel de la base de mi cuello. Mis manos se movieron de su cabeza hacia abajo, agarrado su cadera fuertemente. Él jadeó, sus caderas alzándose y botando agua fuera de la bañera. ''Sí, definitivamente estamos haciendo esto,'' murmuró, más para sí mismo que para mi, y su lengua entró en mi boca sin previo aviso.

Gemí silenciosamente, maneobrando para sentar a Dylan donde ambos queríamos que se sentara. ''¿Deberíamos hacer esto en la tina?'' jadeé, tomando la base de su miembro.

''Oh Dios mío, mueve tu mano,'' gimoteó, ignorando mi pregunta. El sexo era una gran parte de nuestra relación - pero no tan grande como para que todo girara alrededor de ello - y conmigo fuera, Dylan se había estado absteniendo. Y la verdad, yo también.

Moví mi mano rápidamente, mi mano haciendo cortos, rápidos y fuertes movimientos que lo tenían sacudiendo sus caderas entre mis puños. Él gruñó, sus manos moviéndose hacia mi espalda.

''Liam,'' siseó entre dientes, sus ojos revoloteando y cerrándose mientras mi mano libre lo rodeaba, haciendo su camino debajo de él. Dio un gemido agudo y se levantó a sí mismo, mi dedo de en medio entrando con facilidad en él gracias al agua donde estábamos sumergidos. ''Joder.''

Dos dedos más y un montón de maldiciones después, estaba presionado en el fondo de Dylan, mientras él movía las caderas continuamente. ''Dyl,'' gruñí, sosteniendo sus muslos.

Él gimió en respuesta, las uñas de sus dedos pasando por mi abdomen. ''Demonios, Li, se siente increíble,'' gimoteó, moviéndose más rápido hasta que ninguno de los dos pudo soportarlo más, jadeando. El suelo estaba cubierto de agua a este punto, pero estábamos demasiado ocupados concentrándonos el uno en el otro como para darnos cuenta. Se agarró fuertemente y sus ojos rodaron hacia atrás, sus manos cerrándose en puños, empujando sus caderas sólo como él sabía hacerlo.

''Dyl, yo-''

Dylan me cortó con un lamento, sus caderas sacudiéndose violentamente mientras se venía. Estaba completamente embriagado. ''Joder, lo siento,'' jadeó, todavía empujándose hacia mis caderas. ''Dios, perdón...''

''Dyl, bebé,'' gruñí. ''Cállate. Todavía no te duele, ¿cierto?''

''Bueno, no, todavía no-''

No dejé que terminara la frase, tomando sus caderas y deslizándome de nuevo. Él gimió, arrugando la cara y se inclinó hacia adelante para tirar de mi cabello. ''Vamos a tener que limpiar este lugar,'' gruñí en su oído, dándome cuenta de la manera en la que estaba temblando y le calmé con suaves besos en el cuello. Por fin me estaba viniendo, calmando mis movimientos y cerrando mis ojos, maldiciendo en voz alta.

Una vez que terminé, Dylan dió un suave quejido para recordarme que todavía estaba ahí, y todavía súper sensible. Asentí, levantándolo suavemente mientras salía de él y dejando que se acostara en mi pecho, jadeando y casi dormido.

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