Es una tarde fría de invierno, un 15 de julio del año 2018. Por la oscuridad que hay en la sala, me atrevería a decir que deben ser un poco más de las 19.30. Llevo horas aquí junto a mis compañeros de trabajo. La gran mayoría sigue en estado de shock. Yo solo no dejo de pensar en aquel color tan intenso que tenía la sangre que derramaba la cabeza de Rick, el abogado de la oficina que yacía muerto en el piso del baño de la agencia. Desde entonces que la policía nos ha obligado a permanecer en esta sala, que es tan pequeña que casi siento que el aire se va a acabar. El jefe de la empresa aún no se ha aparecido por estos lados, me pregunto si ya le habrán contado lo sucedido. Miro al oficial que nos hace guardia y noto por su forma de mirar que no saldremos pronto de aquí, después de todo, somos todos sospechosos de un asesinato.
Alguien toca la puerta. Los policías, que hasta ese entonces no se habían movido de su posición de guardia, comenzaron a mirarse de esquina a esquina dentro de la sala. Al parecer no sabían quién es el incógnito que llama desesperadamente la puerta. Nosotros permanecemos en nuestros "puestos" dentro de la habitación. Luego de unos segundos comenzamos a pararnos y a mirarnos sin saber qué hacer, sin saber que podría pasar, sin saber quién estaría detrás de esa puerta. Después de unos minutos les dan el "afirmativo" a los guardias.
Entra a la sala don Gerardo, el gerente general de la empresa, y por supuesto el hijo del jefe. Todos quedamos desconcertados, ya que él había ingresado a la habitación junto con nosotros, los demás empleados, pues también estaba en la oficina en el momento del asesinato. Supuestamente desde que entramos a esa sala nadie había salido... resulta que después de 6 horas de encierro, comenzaron las rondas de preguntas, y nadie sabe cómo ni cuándo Gerardo salió de la sala. Es ahí cuando sospecho del olor fuerte, no ese olor a sangre que quedó grabado en mi mente, sino que un olor penetrante a naftalina que se siente en la sala... Ya lo había olido antes. Es un químico que se utiliza para adormecer a las ratas para hacer experimentos con ellos, claro, eso estaban haciendo... adormeciéndonos poco a poco, para que nadie viera, cuando alguien entraba o salía.
Me comienzan a invadir los nervios poco a poco. Por la cantidad de horas que debemos llevar con este tóxico, no nos deben querer dormir completamente, sino tan solo despistarnos. El señor Gerardo entró completamente drogado, y con heridas que demostraban que habían ejercido violencia, y a juzgar por las marcas habían sido duros con él. Tengo un nudo en la garganta.
Gerardo, abatido por el cansancio de la larga y dura interrogación, cae en el suelo. Luego de unos segundos, dice entre dientes y con un tono apagado -Juro por mi madre que yo no soy el culpable-.
La verdad es que no me parece raro que Gerardo fuera el asesino. Siempre ha sido un real imbécil con todos nosotros. Apenas asistía a la oficina, pasaba la tarde jugando golf con sus amigos ricachones, e iba de fiesta en fiesta. Pero nadie podía opinar nada al respecto, después de todo su padre es nuestro jefe, o era... Sinceramente, ya no sé lo que va pasar con el futuro de la empresa y de todos nosotros, después de esta tragedia. Agregando a todo esto, aquí va lo relevante, resulta que Rick era homosexual. Y debido a esto creo que Gerardo es un gran sospechoso del asesinato, pues el siempre ha sido un hombre homofóbico, y tanto que ni se lo podía guardar para si mismo. Es más, recuerdo haber presenciado varias veces como Rick era víctima de la burlas del hijo del jefe. Yo no podía hacer nada, A pesar de que quisiera intervenir mi puesto no me daba ninguna autoridad para hacerlo, al fin y al cabo yo soy el secretario del señor Gerardo.
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Cinco sospechosos y un asesino
Mystery / ThrillerHistoria de un asesinato, creada por 5 estudiantes de periodismo. Creación en proceso.