Estaba frente a una casa desconocida junto a su familia, el lugar frente de ellos su hija aseguraba que era donde vivía su novio. Se había negado a la relación con un joven tres años mayor que ella ya que desconocía su apellido porque ellos lo mantenían oculto o mejor dicho solamente se llamaban por su primer nombre algo que era un poco extraño para el tiempo que se conocían, o mejor dicho que lo presentó a la familia y él en ningún momento recuerda haberlo visto en la infancia de su hija. Así que el joven para demostrar que iba en serio con su hija decidió hacer una cena familiar para presentar a sus padres.
—¿Segura que es aquí Kanara? —Volteo a ver a su hija de dieciséis años, ella heredó el color de cabello de su madre pero su color de ojos, ambos eran un bello contraste.
—Si papá —le respondió, pues ella ya había venido anteriormente.
—Ya toca de una vez. —Se esposa no tenía paciencia, eso era algo que ya sabía.
Tocó el timbre de esa residencia, escuchó unos pasos y la puerta se abrió dejando ver a su anfitriona lo primero que llamó su atención de ella fueron esos ojos violetas que desde hace más de cuarenta años le quitaban el sueño.
—Ran... —dijo en un susurro
—Shin... —murmuro y es que estaba sorprendida de verlo frente a su puerta, después de treinta años sin saber de él, estaba frente a ella, pero eso no podía ser cierto ¿o sí?
—Mouri san, buenas noches —saludó la otra persona que se percató del ambiente que se dio entre ellos.
—Oh hola pequeño detective —saludó otro hombre desde la cocina al ver quien había llegado —. Es raro que vengas a mi casa, estábamos esperando a alguien más aparte de que no recuerdo haberte dado la dirección.
—¿Conan kun? ¿Ai chan? —interrogó una vez que había salido de su trance, era obvio que no podía ser ese maniático de los misterios enfrente de su casa, la edad y los lentes le aseguraban eso.
—Ran ne... —Ya era demasiado grande como para llamarla de esa forma, por eso se detuvo —. Mouri san, buenas noches —respondió utilizando lo mismo que su esposa.
—¿Se conocen? —cuestionaron sorprendidos los jóvenes una detrás de su padre y el otro bajando las escaleras de su hogar para llegar atrás de su madre.
—Ya no soy Mouri —dijo la mujer que estaba en la puerta —. Ahora soy Kuroba —señalaba el anillo de su mano izquierda y luego al hombre dentro de la casa.
—Oh ya veo, felicidades por tu matrimonio —utilizó un monótono para ocultar sus sentimientos.
—Y veo que tú te casaste con Ai chan, felicidades —dijo con una sonrisa en su rostro sin saber que eso le había dolido en el alma al rejuvenecido detective —. Yo siempre supe que iban a terminar juntos. Veo que nuestros hijos se conocen. —Expuso a su hijo para que encarará al padre de su novia.
—Con que Kuroba Arato —dijo mientras estrujaba la mano de su yerno y este simplemente asentía aguantando el dolor. El joven al que estaba saludando era alto con un cabello castaño oscuro alborotado y sus ojos violeta clara herencia de su madre.
—Yo soy Edogawa Kanara —se presentó con la mujer que estaba enfrente de su padre.
—Ya nos conocíamos Kana chan —sonrió ante la presentación—. Lo único que mantenían oculto era su apellido, quien sabe por qué.
—Es que lo estábamos reservando para la presentación oficial, frente a nuestros padres —se excusó el novio después de que lo soltaran.
—Sí que ha sido una sorpresa —. El anfitrión después de tanto se había acercado al grupo —. Quien diría que la bella Kana chan fuera hija del pequeño detective. Pero ya no se entretengan en la puerta, por favor pasen. —Abrió más la puerta e hizo que su familia se quitará de ella para dejar entrar a sus invitados.
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El pasado a veces se hace presente en las reuniones familiares
FanfictionÉl se había negado a la relación que su hija llevaba con un hombre mayor que ella por tres años, el joven para demostrar que iba enserio decidió hacer una reunion familiar, pero nunca se imaginó que quien abriera la puerta para recibirlo a él y a su...