Estaba en el mismísimo aire mis ojos no lograban despegarse de Luke sorpresivamente y lo único que quería en ese momento era seguir bailando, cosa que ya había acabado.
—¡Dios mío Haley! eres la diosa del baile —me felicitó Finn con suma sorpresa.
—Gr-gracias — dije aún desorientada.
—Estoy agradecida de tener una amiga tan ardiente como tú —me dijo Anny entre una carcajada y una media sonrisa aproximada en sus labios.
—Hace años que no te veía bailar así —me dijo Andrew con sorpresa — Bien, Luke. Son cincuenta dólares —expresó con una sonrisa malévola.
—¿Cómo diablos iba a saber que Haley bailaba perfectamente bien? —bufó entregando con resignación cincuenta dólares del bolsillo de su pantalón.
—¿De qué demonios hablan? —pregunté totalmente cabreada al saber que hablaban de mí pero, a la vez sin saber de que hablaban.
—Hicieron una apuesta, Luke apostó a que caerías estupidamente en la primera parte de la canción —explicó Anny rodando los ojos, ante la cierta estupidez que Luke y Andrew mostraban.
—Les hubiera pateado el trasero en este mismo instante a ambos pero, el hecho de que Luke haya perdido me causa una gran e inmensa felicidad —reí descaradamente más Luke solamente rodóo los ojos con impaciencia.
—Eres estupenda Haley —escuché la voz de Joe a mis espaldas.
—Es el gran poder Miller —reí — ¿Qué haces aquí?—pregunté al percatarme que estábamos lejos del grupo.
—Pues, conozco al dueño... Ya sabes —me guiñó el ojo.
—Ya lo creo —me reí, ya que sabíamos que él era el dueño —Sabes, no sabía que los Murphy bailaban tan bien.
—Eso dicen, más yo no suelo bailar — soltó una diminuta carcajada divisando sus ojos azules en mi cabello.
—Me sorprende, Luke baila estupendamente bien —admití con resignación —Pero, no vayas a decirle puede que se le suba a la cabeza y se ponga más insoportable que las chicas en sus días —me reí.
—Hablas muy mal de él ¿Y así te gusta? — me preguntó con una encantadora carcajada.
—¿Gustarme? ¿Acaso tus hermosos ojos azules están ciegos? —comenté con cierto disgusto pero rápidamente volví a componerme.
—Todo el mundo habla de ustedes, últimamente son el chisme entre el Bar de Andrew y ahora, en mi club —explicó con cierta obviedad.
Esto no puede estar pasándome a mí. Aunque teniendo en mi vida a alguien como Murphy es una total y absolutamente razón suficiente cómo para preguntarme el por qué. Incluso fuera del mismísimo apartamento los problemas con él no acababan y más cuando estos eran rumores. ¡Oh, Señor! ¿Cuándo escucharás mis oraciones?
—Estás de broma —le dije aún con la esperanza de que fuera un desagradable chiste departe de él, más el sonrió con una pequeña mueca de " Lo siento", lo que fue directamente un NO a mi pregunta.
—No te preocupes, aquí todos hablan de todos —rió por lo bajo —No es algo nuevo por estos lados.
—Sin embargo, eso aún me molesta —suspiré con indignación —¿Qué mas dá?
—Ya te acostumbrarás —me sonrió de manera tan cálida que mi piel se puso completamente de gallina. Este chico era encantador —Tengo algunos asuntos pendientes, te hablo luego —me sonrió nuevamente besando mi mejilla con suavidad y ternura.
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¿Compañero de piso?
RandomHaley Miller; la reencarnación del orgullo y el ego humano, era el tipo de chica que mantenía su vida lejos de todo lo que consideraba tentador y enigmático, más siempre que se le pegara en gana podía ser salvaje y totalmente atrevida. Tenía la amar...