Escuchar a mi amiga Anny gritar, créanme no es para nada divertido. La voz de esta chica resonaba por el apartamento completo. Se encontraba emocionada, bueno, no lo sé, tal vez se encontraba sorprendida e impactada, aunque no podía ni bien descifrarlo.
—Entonces, ¿Vas a conocer la familia de Luke? OH, POR DIOS— exclamó casi sin aire.
—Fue un grave error decírtelo— me crucé de brazos soltando una risita— El problema aquí es Andrew.
—Entendería que Andrew se mostrara como padre si supiera lo que pasó ese día en el centro comercial, hace años Luke estuviera muerto— rió— Aunque, debo felicitar a Luke, la verdad que tenía todo planeado.
—¿A qué te refieres?— le pregunté cambiando mi tono de voz.
—Faltan tres días para navidad, y pues, Andrew y yo...— inmediatamente se tapó la boca.
—No me digas que se van de viaje— enarqué una ceja y ella sonrió a mi respuesta—¿Estás hablando en serio?
—Lo siento, le dijimos a Luke hace unos meses no pensé que se aprovecharía de que no estuvieramos en casa.
—Hablas como si fueras mi madre— rodée los ojos— ¿Cuándo se van?
—Mañana.
—¡Estás de broma! — grité.
—Tómalo por el lado bueno, así podrás estar a solas con Luke— sonrió de lado.
—Ése estúpido, lo odio— dije con desprecio.
...
El sonido que deambulaba en el lugar era fatigosamente explosivo pero, lo que más se podía distinguir era el sonido de las motos competir con el de las rubias alocadas que se amontonaban alrededor de éstos.
Finn me agarró de la mano y me llevó por medio de la multitud, a un extremo del terreno mucho más alto y con mejor vista que donde estábamos. Divisé a Andrew de reojo quién abrazaba a espaldas a su hermosa novia.
—¿Dónde está, Luke? No puedo verlo— preguntó Anny levantando un poco más la cabeza.
—Creo que no ha llegado— le avisó Finn— Ya sabes como es Luke.
—Quiero una cerveza—grité como niña sin ganas.
De repente, un ruido totalmente perturbador se hizo presente en todo el lugar, era el motor de otra motocicleta; pero ésta tenía algo especial. Apareció disparada como una bala pasándo por en medio de la multitud.
Los gritos; y la persecución de emoción que había subió de nivel. Ahora, el alboroto era mayor y un poco más satisfactorio. Luke aparcó la moto sobre la línea de llegada, haciendo su entrada triunfal que para mí fue más alardeante que triunfadora.
Y sí, se había quitado el casco con tanta lentitud que de sólo verlo me dieron ganas de comérmelo con cinco tazas de nutella recién elaborada. Está bien, eso era demasiado.
—Ahora sí, comenzará la carrera— Andrew sonrió.
El bullicio que bailaba inexpresivamente en el lugar, se desvaneció en el momento que dispararon el gatillo.
La velocidad en las motocicletas se hizo presente, y la adrenalina de los que veían aumentaba. Las apuestas se multiplicaban y las maldiciones por igual.
Luke estaba en 3er lugar y las veces que pasaba cerca de las rubias estruendosa, alguna de estas se derretía de forma exagerada y uno que otro sostén se enrredaba alrededor de su cuello. PERRAS.
Claro, la diversión, la adrenalina y el misterio no pudo durar tanto pues, a la misma mitad de carrera casi en la meta. Las patrullas policiacas aparecieron de quién sabe donde.
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¿Compañero de piso?
DiversosHaley Miller; la reencarnación del orgullo y el ego humano, era el tipo de chica que mantenía su vida lejos de todo lo que consideraba tentador y enigmático, más siempre que se le pegara en gana podía ser salvaje y totalmente atrevida. Tenía la amar...