Capítulo 1

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Metal contra metal.

En medio de la fría oscuridad y del aire viciado y polvoriento.

Ruidos discordantes de cadenas y poleas, como la maquinaria de una vieja fábrica de acero.

El repentino temblor la hizo despertar.

La oscura caja rebotaba en las paredes con un chirrido apagado mientras subía.

Se incorporó de pie tratando de analizar lo que sucedía.

Gotas de sudor escurrían por su cara hasta su pecho y su pulso cada vez aumentaba debido a la confusión y desesperación.

El brusco movimiento de aquella caja la hizo caer y se arrastró con las manos y los pies hacia atrás.

Sintió como su espalda tocaba la fría pared metálica; se deslizó por ella hasta llegar a una esquina y se hundió en el rincón atrayendo las piernas firmemente contra su cuerpo.

Comenzando así su nueva vida...


Me llamo ____, pensó.

Hasta ahora, eso era lo único que recordaba.

Parpadeó varias veces tratando de acostumbrarse a la oscuridad.

El olor de aceite quemado inundó sus fosas nasales provocándole total desagrado.

La caja siguió subiendo por un largo rato, ____ permanecía con la mirada perdida tratando de retener algo acerca de su vida.

No podía entender lo que estaba ocurriendo, solo recordaba su nombre, nada más que eso y el funcionamiento básico del mundo junto a hechos e ideas.

Varios recuerdos inundaron su mente. Ella corría por el campo tapizado de pasto con la puesta de sol, recordaba aquel pálido reflejo de la luna sobre la pradera, todo eso se vió abrumado al caer en cuenta nuevamente del sitio donde se encontraba ahora.

La caja se detuvo frenéticamente activando una luz roja acompañada de un pitido irritante y ensordecedor.

-¡Ayuda... sáquenme! -. Gritó.

Se cubrió los oídos por un tiempo.

Después, el ruido cesó.

Se incorporó de pie dispuesta a gritar nuevamente. Y lo hizo.

-¡Por favor... ayúdenme! -. repetía una y otra vez golpeando las rejas.

Un chirrido captó su atención. Se trataba de un par de puertas que se abrían.

Se preguntó en cómo no se dió cuenta de ellas ya que estas eran abiertas por encima de ella.

La oscuridad se desvaneció y la luz la encegueció.

Se cubrió la cara con ambas manos retrocediendo un poco.

Se escucharon sonidos en el exterior; eran voces.

Retiró sus manos acostumbrándose a la claridad, después, como si la lente de una cámara hubiera ajustado el foco, lo que había en el exterior se volvió nítido.

Eran personas. Todos varones, asomándose desde la superficie mientras murmuraban.

Su corazón se detuvo por unos instantes para después ser consumido por el miedo puro.

Un chico alto, de tez blanca, cabello castaño y ojos oscuros se adentró a la caja con ayuda de una soga mirándola fijamente.

_____ tampoco le quitó la mirada de encima, su cerebro le indicaba estar alerta a cualquier movimiento de parte del chico.

Maze runner (Newt, Aris y Tú) TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora