Su cuerpo sube y baja desde hace casi una hora. Todo un logro si se tiene en cuenta la escasa comida que se le da a la paciente D2.
Cuando el doctor Naivek está cansado ya de esperar, sucede algo que lo deja gélido del susto.
Ella mira directo a la cámara y dice en voz alta que no saldrá de allí a menos que haga lo que ellos quieren, y que no sabe lo que quieren, como dando por sentado que jamás saldrá de allí.
La escena entera es perturbadora: lo espasmódico de sus movimientos, robóticos y continuos; su aspecto más de muerta que de viva; aquel entorno todo blanco; la crudeza, sinceridad y certeza en su voz, mezcladas con aquel tono de voz vacío como de quien ha aceptado su destino.
Aquella chica definitivamente no es como los demás. Seguramente, ella no estaba loca. La enviaron allí por tener ideas diferentes a las esperadas, pero no está loca. De hecho, su fortaleza mental es increíble.
—Ella será la primera en ser trasladada a la fase dos.
Dice el doctor más para sí mismo que para alguien en particular.
Él es consciente de que las terapias con electroshock son consideradas inhumanas desde hace muchísimo tiempo, y que se ha probado que no curan nada, pero hay cosas que sólo esta terapia saca de un cerebro enfermo.
Él quiere estudiar la parte más oscura del ser humano, y no le molestan los métodos que tengan que usar para conseguirlo.
Además, tiene los permisos de los familiares de aquellas personas para hacer lo que le venga en gana con ellos.
El doctor sonríe de un modo perturbador.
—Si, ella parece la indicada. La llevaremos primero a la habitación 101.
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[En Blanco]
General FictionEn blanco. Blanco. Blanco. Todo aquí tiene ese maldito color, ya casi puedo sentir cómo mis propios pensamientos y recuerdos se blanquean y me abandonan. Me tendrán aquí hasta volverme loca, y luego se desharán de mi, estoy segura. Sin embargo, po...