Inesperadamente tú │Destiel

-- 4 --

Los quiero ;)

-----------------

Castiel estaba de pie antes que Dean, escaneando la habitación una y otra vez; tenía que esconder a Dean. Si su padre lo veía, estaría enojado, y Castiel tenía miedo de que su padre golpeara también a Dean.

Castiel sabía lo que todo esto parecía. Estaba en su habitación, sin camisa, con otro chico, su padre ni siquiera lo dejaría explicar nada.

Había escuchado a su padre hablando con algunos de sus amigos sobre los 'gusanos', como ellos los llamaron. Habían dicho cosas horribles, contando historias sobre cómo castigaron a aquellos que eran así, sobre lo antinatural que era.

Castiel no había dicho nada. Claro, él no tenía la autorización para hablar, pero incluso si la hubiera tenido no habría abierto la boca. Como no entendía por qué era malo ser homosexual, tampoco podía entender cómo golpear y violar a alguien porque era homosexual era "normal". Pero, sobre todo, Castiel no dijo nada porque no estaba seguro de si era heterosexual. Ningún muchacho se interesó por él, por lo que no podía estar seguro de si le gustaría estar con alguno. Pero de lo que si estaba seguro era de que no tenía ningún interés en las chicas.

Apoyó la cabeza contra la puerta y escuchó los pasos de su padre. Podía oír su propio corazón latir, y rezaba para que su padre fuera primero a la cocina. Por lo general, eso es lo que hacía cuando llegaba a casa. Iría directamente a la cocina, comería algo, bebería, y luego iría a ver a Castiel.

Pero nunca había llegado a casa tan temprano. No era una buena señal en absoluto. Su padre se había ido antes, sin molestarse en decirle nada a Castiel, pero lo había escuchado hablar con algunos amigos sobre un juego.

Castiel odiaba cuando su padre iba a un juego, debido a que un juego significaba alcohol, peleas, y cuando su padre llegaba a casa, ya sea enojado o frustrado, golpearía a Castiel sin piedad, ya que, por alguna oscura razón, todo era su culpa.

Aun así, solo se había ido por una hora, algo debió haber salido mal.

Miró a Dean y descubrió que el niño estaba tan asustado como él. Lo cual era algo gracioso, porque el chico no tenía idea de lo que era capaz el padre de Castiel.

Castiel todavía se sentía herido por lo que Dean hizo, había pensado que él era diferente, que tal vez podría tener un amigo. Por lo general, no era tan tonto. Pero algo en los bellos ojos esmeraldas de Dean lo hacía querer confiar en él. Dean lo había ayudado, le había dado su suéter, había regresado a ayudarlo, había curado sus heridas. Dean era la persona más amable que alguna vez haya hablado con él. Castiel no podía dejar que se lastimara. Él no lo haría.

Castiel se levantó rápidamente de la cama y se puso la camisa.

>>>>> <<<<<

-Cuando lo escuches, vete. No mires, no hables, solo vete. ¿Lo entiendes? - susurro Castiel.

- ¿Oír qué? - Dean estaba perdido. No había dudas, estaba seguro de que algunas de las heridas de Castiel fueron causadas por su padre.

Castiel le dio una pequeña sonrisa -Lo sabrás pronto. Solo... no hables de eso, por favor-

>>>>> <<<<<

Honestamente, a él realmente no le importaba lo que pensarían los demás. Ya lo consideran un bicho raro. El hecho que sepan que su padre lo estaba golpeando haría las cosas aún más divertidas para ellos, tal vez les importaría menos dejar heridas visibles, no es que a Castiel realmente le importara.