Inesperadamente tú │Destiel

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Cuando Castiel volvió a abrir los ojos, estaba en una cama que no era la suya, ni siquiera la de Dean, en una habitación que no conocía. Todo era blanco y había máquinas conectadas a su cuerpo.

-Oye, Cas-

Giró la cabeza tan rápido que por un momento su visión se tornó borrosa.

-Despacio, Castiel- dijo Dean, una de sus manos acariciando el cabello de Castiel.

Castiel se apoyó en el toque, saboreándolo. Tal vez estaba muerto, tal vez Lucifer finalmente había logrado matarlo, y ahora estaba en el cielo.

-No cariño, estás muy vivo- Dean lo corrigió, antes de tomar una de sus manos y colocarla contra su boca.

-¿Cómo?- Su voz era tan áspera, solo entonces se dio cuenta de que le dolía la garganta al hablar.

Castiel miró su cuerpo, su mano izquierda estaba enyesada y sentía que le dolía el pecho, dónde podía sentir vendas apretándolo.

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-Kelly fue a nuestra casa y nos dijo que Lucifer lo sabía todo. Traté de llegar a tu casa a tiempo, pero cuando llegué allí, tú... Lucifer... él... ya te estaba estrangulando- Dean no podía mirar a Castiel a los ojos, los recuerdos lo lastimaban demasiado. Él se sentía culpable; no debería haber dejado que Castiel se vaya a casa.

-Me salvaste- susurró Castiel.

Dean no respondió, solo se inclinó para poder besar los labios de Castiel.

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Castiel dejó escapar un suspiro, disfrutando de la sensación de los suaves labios de Dean contra los suyos, podía sentir claramente el amor presente en el beso. Si pudiera hacer una cosa por el resto de su vida, sería esta. Pero tenía tantas preguntas, tantas cosas que quería saber.

-¿Dónde está mi padr... digo Lucifer?- Preguntó, temeroso de la respuesta. A veces olvidaba que Lucifer era su hermano, era difícil acostumbrarse después de haberlo llamado así por tantos años.

-En la cárcel. Bueno, lo estará, pronto. Mi papá... él llamó a mi papá. Le dijo sobre nosotros. Pero luego mi mamá le explicó lo que Lucifer te había hecho. Bueno... mi papá no es un idiota total, habló con sus contactos y nadie puso sus palabras en duda. Así que sí, Lucifer irá a la cárcel pronto. Habrá un proceso, pero tenemos tiempo para pensarlo, ¿está bien? Necesitas relajarte.-

-¿A dónde voy a ir, Dean?-

¿Se suponía que iba a ir a una familia de acogida? Probablemente era demasiado viejo para eso. ¿Tal vez un refugio? ¿Y si tuviera que dejar la ciudad? No podía perder a Dean, no después de todo.

-Conmigo- Dean lo tranquilizó -Mi papá dijo que estaba bien, siempre y cuando detuviéramos nuestra relación. Estuve de acuerdo, pero eso solo significa que él no puede vernos juntos-

-Entonces, nosotros... todavía estamos juntos, ¿verdad?-

-Por supuesto- Dean soltó una pequeña risa -Solo necesitamos tener un cuidado extra. Mi papá me llevará a ver a un psicólogo, pero eso es todo. Verás uno también, si estás de acuerdo con eso-

-Dean, no puedo... No puedo dejar que tus padres paguen por todo. Es demasiado-

-Sí, tú puedes y lo harás. Mi madre no te dejará rechazarlo-

Castiel sonrió antes de besar la mejilla de Dean. Estaba tan contento de tenerlo, de ser tan amado, era difícil de creer que después de todo, finalmente podía obtener su final feliz.