Capítulo 18.

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Abro los ojos como platos, él sale del baño como si nada, con la toalla a la cintura, yo cierro la puerta del baño y comienzo a buscar la luz para poder ver bien, la encuentro y la prendo, busco mi ropa y me comienzo a cambiar, al terminar me miro en el espejo que llevo al frente, y no puedo creer lo que acabamos de hacer, me siento culpable, confundida, feliz, triste y millones de emociones más.- Amor, ya podes salir.- Dice, yo salgo y me quedo parada en el marco de la puerta del baño.

- Esto se nos fue de las manos.- Admito

- ¿De qué hablas preciosa?- Pregunta con el ceño fruncido.

- De que no tiene que volver pasar, usted es ahora mi jefe y no lo puedo mirar de otra forma.

- Entonces lo haremos con una venda en los ojos.- Dice con una sonrisa pícara mientras se acerca a mí.

- Estoy hablando en serio.- Le regaño, no puedo creer que no se tome nada de lo que le digo de verdad, aunque me encante. Se para frente a mí, me levanta el mentón y me vuelve a besar, yo no puedo decirle que no, no puedo apartarlo, y esto hace que muera de ganas de volver a tenerlo dentro de mí, pero no, no puedo volver a pensar en eso. Es mi jefe.

- Me encantas.- Dice mientras me mira de arriba abajo, yo aunque suene tonto me ruborizo.

- Me tengo que ir.- Le digo.

- Hoy tenes que trabajar.

- Pero no así, voy a mi casa, me cambio y vuelvo.

- Bueno, entonces te llevo.

- Claro que no.- Le digo mientras hago un paso al costado, pero él pone su brazo para que no siga avanzando, entonces lo miro y siento como si sus hermosos ojos verdes me hipnotizaran.

- Quédate acá, voy a buscar una cosa, no me hagas encerrarte con llave.

- ¿Qué vas a hacer?- Pregunto intrigada.

- Una cosa no me molestes.- Dice y se va, aun con la toalla envuelta en sus piernas, dejando ver ese torso perfecto y espléndidamente trabajado, él se da vuelta y me encuentra mirándolo, entonces de inmediato quito la mirada.- Me encanta que me mires.- Dice y se va, yo sólo sonrío. Agarro mi celular para llamar a Matt. No contesta, dudo si dejarle un mensaje en el buzón o enviarle un Whatsapp, entonces me decido por ambas, en Whatsapp le pongo: Ya encontré mi celular, estoy trabajando. Y luego marco su celular para dejarle un mensaje en la casilla y abren la puerta, es la misma chica rubia que estaba con Samuel cuando llegue.

- ¿Quién sos?

- Soy Venus, un gusto.- Le digo estrechando la mano, pero ella no lo recibe, entonces me cruzo de brazos.

- Que te quede bien claro, que Samuel es mío, nada de estar cerca de él, espero no tener que volver a repetírtelo.

- ¿Y vos quien sos? ¿La novia o algo por el estilo?- Le pregunto, a esta rubia teñida que ya no me cae bien.

- No, pero pronto seré su novia, él me ama.

- Jajaja parece que él no esta tan seguro.- Le digo en un tono sarcástico.

- ¿Por qué lo decís?- Dice y Samuel entra en la oficina.

- ¿Qué haces acá Pamela? Creí que te habías ido.- Dice él.

- ¿Ella es tu novia?- Pregunto ya casi enojada.

- Claro que no.- Responde él.

- Pero tú me dijiste que...- Dice ella pero Samuel la interrumpe.

- Yo no te dije nada Pamela, no empieces con tus cosas, porque yo ya te hable de que no estoy con nadie.- Dice y una parte de mi está enojada, ¿Por qué tengo que estar pasando estos planteos?

- Yo mejor me voy.- Digo y comienzo a caminar hacia la puerta, pero él me detiene.

- No, Pamela vos ándate, que nadie te dio permiso para que entraras a mi oficina.

- Antes de que me vaya quiero saber porque estas en toalla.- Dice ella fulminándolo con la mirada.

- Nos bañamos juntos, ahora ándate.- Dice y ella se contiene para no estallar en llanto mientras sale corriendo, él cierra la puerta y yo lo miro.- Es una loca, no le des importancia.

- ¿Qué no le de importancia? Si no llegabas era muy probable de que nos hubiéramos agarrado de los pelos. ¿Quién es tu ex o algo?

- No, ella nunca fue mi novia, solo me acosté un par de veces y se cree que voy a estar con ella nada mas.- Dice y hasta me da un poco de pena.- No te preocupes por ella, si te hace o dice algo me avisas, que yo voy a hablar bien con ella.

- ¿Ella trabaja acá?- Pregunto, porque si es así, entonces es obvio que algún día me va a hablar además de que me va a querer matar cada vez que pase por su lado.

- Sí, pero si quieres hago que renuncie, o la despido yo

- No, no importa, no creo que nos crucemos.- Miento, sí creo que nos vamos a volver a cruzar.

- Bueno ya me canse de hablar de ella, acá te traje tu ropa.- Dice mientras sale y vuelve a entrar con todo un perchero corredizo lleno de ropa.- Elegí lo que vos quieras, y después te pones el delantal, que ya te lo traigo.- Dice y se va. Busco en el perchero un jean, y me fijo en las remeras, lamentablemente no hay ninguna camisa decente para trabajar, solo hay tops demasiados escotados, y no sé si me voy a sentir tan cómoda. Me saco la calza y me pongo el jean, hago lo mismo con un top blanco, me acomodo el pelo haciéndome una colita y él viene, me deja el delantal sobre el escritorio y se sienta, yo mientras me pongo el delantal.

- ¿Dónde puedo ver la lista de tragos?- Pregunto

- Pedísela a Jake, él te va a ayudar en lo necesario.- Contesta mirando su ordenador, sin decir nada me retiro de ahí, no sé por qué de repente se puso serio, que yo sepa no hice nada malo. Me dirijo hacia el bar y ahí veo a Jake secando unas copas, él me mira y abre los ojos como platos.

- ¿Cómo andas? ¿Qué hacías en las oficinas?- Pregunta

- Me cambiaba, ¿Por qué?- Respondo rápidamente

- Nada, no me sorprendería que a Samuel no se le haya ido la mano.- Dice con una sonrisa, a mí no me da gracia, además no quiero que nadie sepa que me estoy tirando a mi ahora jefe.

- Sólo me fui a cambiar.- Contesto.

- Te lo digo una sola vez Venus, no te enganches con Samuel, porque vas a terminar perdiendo, no pienses que vas a ser la única, y mucho menos pienses que lo vas a poder cambiar.- Dice mirándome seriamente y a mí se me hace un nudo en la garganta.

- Yo no quiero nada con nadie.- Digo mientras cruzo la barra.

- Ponete a lavar los vasos y a limpiar el mostrador, cuando acabes te voy a dar la lista de cómo hacer los tragos.- Yo sin decir nada y aun pensando en lo que me había dicho de Samuel me pongo a lavar los vasos. 

Adicta a ti.Where stories live. Discover now