Es difícil comprender cuando uno ya tiene sus propias responsabilidades, y eso es lo que Venus tendría que entender. Todos somos grandes cuando queremos, pero a la hora de hablar de responsabilidades muchos agachan la cabeza. Como toda loba, de día...
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Estoy confundida, no entiendo que está haciendo Matt en otro lado, cuando se supone que la fiesta es acá, pero no trato de buscarle demasiadas vueltas así que me dirijo hacia la puerta de entrada y salgo a la calle, hace mucho frio, tengo la piel de gallina ya que llevo puesto un short, pero lo mismo intento caminar más rápido para entrar en calor, pero lo único que hago es tener mucho más frio, a lo lejos veo a muchos chicos y no logro identificar a ninguno por la neblina, pero a medida que me voy acercando reconozco a Matt que está viniendo hacia mí y me agarra de la cintura y me coloca en su hombro alzándome por completo.
- Suéltame Matt.- Reniego
- Con los tacos que traes no vas a llegar más a donde estamos.- Dice mientras se ríe y me lleva hacia donde están los demás chicos.
- Ya me puedes bajar.-
- No seas tan quejona que te saldrán arrugas en tu bella cara.- Dice mientras los demás se ríen y luego de un momento por fin me baja.
- Hola, ¿así que vos sos la famosa Venus? Matt no me habías dicho que era tan hermosa.- Dice un chico el cual no logro ver su cara porque está muy oscuro, pero igual yo solo río
- Cállate que es mía.
- Me parece que alguien se quedó en el pasado.- Digo y todos se ríen, yo aprovecho y le quito el cigarrillo de la boca de Matt y caigo en cuantas de que no es un cigarrillo.- ¿Qué haces con esto Matt?- Le digo casi gritando.
- Tranquila que no lo voy a juntar con el alcohol, va en realidad ya lo hice.- Dice y todos estallan en risas menos yo. Matt tiene un pasado en donde todo tipo de drogas están en él.
- ¿Me puedes llevar a casa?- Le digo enojada. Él me había prometido que ya no fumaria ni consumiría nada de esas cosas.
- ¿Es enserio? Si recién empieza la fiesta mi amor.
- Okey, entonces te quedaras solo. Me voy en tu auto.- Le digo, me doy media vuelta y sigo caminando. Pero rápidamente oigo sus pasos detrás de los míos.
- No era mío, era de uno de los chicos te lo prometo.- Dice alcanzándome y dándome vuelta para que lo vea a los ojos.
- Qué raro, si mal no lo recuerdo fui yo la que te lo saco de tus propios labios, a mí no me vengas con jueguitos.- Le grito y en eso estalla una tormenta, las gotas de ésta empiezan a caer, pero yo hago caso omiso y sigo enojada.
- Perdón, no me pude controlar, sabes que eso me puede, y sé que he estado en lugares de rehabilitación de esa estupidez y es por eso que lo he dejado.- Dice cubriéndose el pelo de la lluvia.
- No parece, como ya te acabo de decir eso estaba en tus labios y no creo que estaba de adorno.- Le espeto.
- Solo fue por diversión nada mas.- Dice acercándose a mí cada vez más.
- Hay muchas maneras de divertirse y que yo sepa esa no es una, no para vos
- Perdón, ya no lo vuelvo a hacer.
- En un principio sabía que ibas a recaer, pero luego me había dado cuenta de que estaba equivocada y que eras demasiado fuerte e inteligente para volver a entrar en eso, pero me di cuenta de lo contrario, no eres más que un débil, que se deja llevar por esa mierda
- Solo lo hice porque ellos también lo hacían.
- Claro porque si ellos caen a un pozo vos también lo vas a hacer. No me hables te lo pido.
