Capítulo 19:

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No me podía sacar de la mente lo que me había dicho Jake, sé perfectamente que tiene razón en todo lo que me dijo, pero me era imposible pensar que Samuel ya había conseguido lo que quería, que ahora en adelante solo me iba a ver como una chica con la que ya había estado, me sentía mal, no sé si voy a poder pasar toda la noche viéndolo, y sin poder decirle nada, me quiero ir de acá, nunca debí haber venido, tan solo lo había conocido hacia un día y pensar en que iba a tener que trabajar junto a él, pensar que me iba a cruzar con cada una de las chicas con las que él ya se había acostado no me resultaba nada bonito.

Jake me saco de mis pensamientos cuando me trajo la esperada lista de tragos, por suerte conocía a la mayoría, los repase, y le dije a Jake que me enseñara a hacer los que no sabía, él solo asintió y me llevo hacia la cocina. Los nuevos tragos resultaron ser los más fáciles de todos, ya estaba casi lista, había hecho mi tarea, solo faltaba que viniera la gente, va más que gente los hombres, porque no creo que vengan mujeres, o capaz que alguna que otra sí.

- ¿Cleo trabaja hoy?- Le pregunte a Jake para romper el hielo.

- Sí claro, me hubiera encantado poder decirle a tiempo que no trabaje acá, pero no tuvo la suerte de engancharse al jefe.- Dice mientras siento la gran indirecta que me acaba de decir, me da rabia pero siento que tiene razón nuevamente y ya no quiero estar más acá, pero me la tengo que aguantar, supongo que todos los trabajos son así, todos los trabajos son una mierda. Las luces se apagan de golpe y la música se prende, logro ver como se abre la puerta y miles de hombres comienzan a entrar, entran hombres grandes, jóvenes y hasta mujeres, lo cual me sorprende, pero no digo nada, no podría decir nada de todos modos, la mirada de Jake cambia completamente, ahora sonríe y oculta a la perfección todo el odio que siente hacia mí. No quiero admitir que tiene razón, pero la tiene. Me siento muy mal, tengo ganas de vomitar, y no entiendo desde cuando me importan las cosas que los demás dicen sobre mí, cuando toda la vida hablaron y a mí nunca me importaron, no sé por qué ahora.

- Señores, señoritas, y chicos pronto a ser señores.- Comenzó a hablar Samuel en el escenario no pude evitar girarme a verlo, llevaba puesto un traje que le quedaba a la perfección, un moño y unos mocasines negros, lo podía comer con la mirada, eso no lo podía fingir y mucho menos pude fingir la bronca que me daba ver a todas las mujeres que estaban hablando de lo hermoso que es, me daban ganas de arrebatarlas, pero él no era mío, y nunca lo sería, así que me voltee y me puse a preparar un Bacardi.- Como todos los fin de semana los esperamos a que vengan a disfrutar de cada una de nuestras hermosas vedets, modelos y acompañantes, de nuestra maravillosa barra de tragos, y demás, espero que puedan seguir disfrutando, que sigan viniendo, que sigan trayendo a sus hijos a que puedan tener la espléndida oportunidad de debutar en un cómodo lugar como éste, muchos saben, pero para los nuevos, déjenme decirles que las habitaciones se encuentran en el subsuelo, los baños se encuentran a la derecha, los jacuzzis en el primer piso y la terraza en el segundo y ultimo piso, pero ya voy a dejar de hablar para que puedan conocer a las maravillosas chicas. Yo soy Samuel ante cualquier inquietud se lo podrán transmitir a Jake mi mano derecha y barman. ¡Que empiece el espectáculo!- Dice y el telón del escenario se cierra, las luces de colores comienzan a revolotear por todo el lugar mientras un conteo las acompaña, me da mucha intriga de saber qué pasará. Al llegar a cero, el telón se vuelve a abrir, y chicas en ropa interior aparecen, todos comienzan a aplaudir, gritar y a silbar.

- ¿Puedes prestar atención acá? Tu trabajo es atender y hacer tragos, no quedarte quieta sin hacer nada.- Jake me saca de mis pensamientos y sin decirle nada vuelvo a lo mío, termino de hacer el tercer Bacardi y se lo entrego al hombre que veo que me mira como si me estuviera viendo desnuda, yo le chasqueo los dedos en sus ojos.

- Eh! Mis ojos están más arriba.- Le digo y él me sonríe.

- Podría pagarte y vamos al subsuelo. ¿Qué te parece?- Dice mientras agarra dos de los vasos que le di, yo no puedo evitar la cara de asco.

- ¿Acaso crees que soy una puta?- Le espeto levantando la voz.

- ¿Qué anda pasando aquí?- Dice Samuel mirándonos, el chico agarra los tres vasos como puede y se va.- Tengo que hablar contigo.

- Yo no quiero.- Le digo mientras agarro un vaso y lo lleno de la primera bebida que agarro.

- A mi oficina. Ahora.- Dice y yo rodeo los ojos, dejo el vaso en la mesada y voy aguantándome las ganas de insultarle. Pero entonces me quedo boquiabierta cuando veo a Cleo bailando en el escenario.

Pareciera que estuviera drogada, casi no puede ni caminar, entonces comienzo a correr para sacarla de ahí, paso entre las mesas, muchos me gritan cosas pero la verdad no me importa, me subo al escenario de la parte de atrás, y la comienzo a llamar, no me escucha, entonces veo a Samuel que viene con las intenciones de sacarme del escenario a rastras, pero no lo pienso permitir. Cuando lo tengo al frente mío no dejo ni que pronuncie una letra, le pego una cachetada, me subo al escenario y le agarro de la mano a Cleo para llevarla, ella no quiere venir conmigo y me mira como si no me conociera, dos guardias de seguridad me agarran de los brazos sacándome del escenario, yo escucho los gritos de todos los hombres por haberme subido a querer sacar a Cleo, intento resistirme pero son mucho más grandotes que yo y no puedo.

Adicta a ti.Where stories live. Discover now